En el interminable debate sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo en Australia, han sorprendido las últimas declaraciones del primer ministro, Malcolm Turnbull, que ha afirmado que los diputados liberales siempre han tenido el derecho a votar en contra de la disciplina del partido. Así, Turnbull ha dado a entender que impedir que los diputados de su formación voten a favor de iniciativas para que el matrimonio igualitario se apruebe por vía parlamentaria, en contra de lo dictado por la dirección del partido, sería autoritario y en contra de la tradición del Partido Liberal.
Como hemos venido informando, la situación del matrimonio igualitario en Australia es actualmente la del más completo inmovilismo. El gobernante Partido Liberal del primer ministro Turnbull se aferra a la idea de un referéndum popular al respecto, que es rechazada por la mayoría de la oposición, que rehúsa someter a plebiscito los derechos de las minorías. La oposición, por su parte, aboga por la aprobación exclusivamente parlamentaria de la igualdad matrimonial, algo rechazado tajantemente por el Partido Liberal, que hasta ahora ha desoído las voces favorables a esta vía, entre ellas la de la mayoría de población australiana, e incluso las que provienen de su misma formación.
La oposición cuenta con mayoría en el Senado, por lo que las iniciativas gubernamentales para articular el referéndum han sido rechazadas. Debido a ello, el ministro de Inmigración ha ideado la posibilidad de una consulta popular voluntaria y no vinculante por correo, que no necesitaría la aprobación de una ley para su puesta en marcha. Mientras los más conservadores, como el anterior primer ministro Tony Abott, han apoyado la propuesta, la oposición la ha calificado de “corrosiva”. Desde el Partido Laborista, e incluso desde algunos sectores del propio Partido Liberal, se ha pedido al primer ministro que dé libertad de voto en conciencia a sus diputados para que la ley pueda ser aprobada por vía parlamentaria.
Hasta ahora, el primer ministro Turnbull se ha reafirmado en su empeño de impedir una votación libre en el Parlamento sin que previamente se haya celebrado un plebiscito, lo que se ha entendido como un compromiso con el sector más reaccionario de su partido. Apenas hace un mes afirmaba con contundencia que “no apoyamos un proyecto de ley sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo hasta que haya votado el pueblo australiano, no apoyaremos una votación en el Parlamento hasta que haya habido un plebiscito y no vamos a cambiar nuestra política al respecto”.
Sin embargo, este pasado 31 de julio, Turnbull ha efectuado unas declaraciones que parecen indicar un cambio de postura. Interrogado sobre las declaraciones de varios diputados liberales, que afirmaban que romperían la disciplina de voto impuesta sobre este asunto, el primer ministro ha afirmado que “nuestros diputados siempre han tenido el derecho de votar en contra de la disciplina del partido. En el Partido Laborista te expulsarían por hacer eso. Siempre ha sido un principio fundamental en el Partido Liberal y, de hecho, en el Partido Nacional. Es una cultura política muy diferente a la del muy autoritario Partido Laborista”.
Ciertamente, al menos tres diputados liberales, entre ellos el abiertamente gay Tim Wilson, habían declarado que, si se presentara un proyecto de ley para permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo, romperían la disciplina de partido y votarían a favor. Incluso se mostraban dispuestos a apoyar una iniciativa de la oposición que suspendiera el bloqueo gubernamental a iniciativas parlamentarias al respecto. Tim Wilson ha declarado que espera que su formación “pueda zanjar este asunto, para poder centrarnos en las cosas por las que creo que la gente votó por mí y por mi partido: la reforma tributaria, el arreglo del presupuesto, la seguridad nacional o asegurarnos de parar el terrorismo”. Wilson afirma que la oposicón a la igualdad LGTB por parte de su propio partido es algo que le “atormenta”, y se ha comprometido a reunirse en las próximas semanas con sus correligionarios para compartir sus inquietudes.
Las declaraciones del primer ministro han sido tomadas por algunos diputados liberales como una aprobación tácita del voto en conciencia. Desde las asociaciones que luchan a favor del matrimonio igualitario se ha visto como una claudicación, dada la nula posibilidad de que se apruebe la celebración de un referéndum.
Se espera que, tras la reanudación de la actividad parlamentaria en este mes de agosto, se presente ante el Comité Legislativo el proyecto de ley de matrimonio entre personas del mismo sexo del senador Dean Smith, que ya cuenta con el apoyo del líder del Partido Laborista, Bill Shorten. Si las declaraciones del primer ministro responden a un cambio de criterio, pudiera ser que el proyecto finalmente siguiera la tramitación parlamentaria. Cabe recordar que la coalición gubernamental cuenta con una exigua mayoría de 76 diputados, de los 150 que componen la Cámara de Representantes, por lo que la ruptura de la disciplina de voto por parte de alguno de ellos podría inclinar fácilmente la balanza a favor de la igualdad matrimonial. En todo caso, se esperan intensas reuniones dentro del propio grupo parlamentario liberal en los próximos días.
General, Historia LGTBI, Homofobia/ Transfobia.
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