Denuncian la vulnerable situación de un refugiado intersexual devuelto a Marruecos desde Francia
Después de vivir 30 de sus 40 años en Francia, Tarek ha sido extraditado desde Francia de vuelta a su país de origen, Marruecos, a pesar de ser intersexual, lo que pone en riesgo su vida en el que sigue siendo uno de los 72 países que criminalizan la homosexualidad.
Tarek es una persona intersexual de origen marroquí. De los 40 años que tiene de vida, 30 de ellos los ha pasado en Francia, como refugiado, pero el 28 de junio es expulsado del país por su presunta implicación en varios delitos. Desde entonces ha vuelto a vivir con su familia en una pequeña localidad del centro de Marruecos, Berrechid, compartiendo habitación con nueve personas, motivo por el que Aswat y Akaliyat, dos organizaciones marroquíes que defienden los derechos del colectivo LGBT, alertan del peligro que corre al considerar que Marruecos «no es un lugar seguro para las personas de su condición».
Según un diario marroquí, Assabah, sólo España habría concedido asilo a hasta 77 personas homosexuales el 2015. Personas que huyen de un país que condena lo que consideran «actos contra natura con individuos del mismo sexo» según el artículo 489 de su Código Penal, cuya anulación exige el abogado de una pareja de Beni Melal que, a pesar de ser las víctimas de una cruel agresión por parte de una turba que irrumpe en su domicilio con el único objetivo de humillarles y someterles al escarnio público, son finalmente encarcelados, viéndose obligados a defenderse judicialmente, siendo liberados únicamente por la presión internacional. Otras agresiones similares recientes se han producido en otros puntos, como Rif, donde no sólo es agredido físicamente un individuo en base a su orientación sexual, sino que su propio agresor le interroga por personas de su misma orientación sexual.
Una pareja de Inezgane sí llega a ser condenada como consecuencia de un vídeo en el que aparecen dándose un beso, a pesar de que no se les puede reconocer, como también lo fuera la pareja de Guelmim, sorprendidos cuando mantenían relaciones sexuales en el interior de un vehículo. Aunque tampoco es necesario ser pillado in fraganti, la mera sospecha te puede llevar a ser denunciado, como les sucediera a dos adolescentes, Sanna y Hajar, sometidas a juicio tras ser señaladas como lesbianas por el propio familiar de una de ellas. La única manera de evitar este tipo de situaciones debe ser siendo extranjero, lo que no impide que puedas pasar alguna noche en el calabozo, como le sucede a un ciudadano español de 70 años de edad, sorprendido con su amante en la intimidad de la habitación de su hotel.
Aswat y Akaliyat sostienen que Tarek, fue expulsado por Francia «de forma abusiva» y sin que estuvieran claros los motivos por los que se le expulsaba en lo que consideran un «comportamiento discriminatorio y racista sólo por su origen no francés». Según las asociaciones, Tarek «sufre de una situación económica y sicológica deplorable, además de estar permanentemente amenazado por la discriminación que puede sufrir por su identidad sexual dentro de Marruecos», que sigue siendo uno de los 72 países que criminalizan la homosexualidad y tampoco reconoce a una persona como intersexual.
Fuente Universogay
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