La reacción inicial de la Generalitat nos hacía temer lo peor, y así ha sido. El Departamento catalán de Educación ha decidido no sancionar al profesor de Secundaria de un instituto público de Lleida que aseguró en clase que la homosexualidad es “antinatural”, al considerar suficiente que se haya disculpado por sus palabras. El Observatori contra l’Homofòbia ve inadmisible la decisión, al estimar que el profesor vulneró la ley catalana contra la LGTBfobia. El colectivo leridano Colors de Ponent, por su parte, estudia ya realizar acciones de protesta ante lo que considera una “insoportable muestra de impunidad”. Por encima del caso sobrevuela la sensación de que la ley catalana contra la LGTBfobia es hoy poco más que papel mojado.
Recordamos los hechos: el profesor, que estaba dando clase a un grupo de 4º de la ESO del Instituto Samuel Gili i Gaya, aseguraba este lunes, en respuesta a una pregunta de un alumno en el contexto de un debate, que mantener relaciones con alguien del mismo sexo es “antinatural”. “Ser homosexual es antinatural, es como un cojo o un tuerto, es inexplicable. No debería de existir, os están imponiendo la creencia de que hay que respetar a los homosexuales, de la reproducción, que uno no nace homosexual, etc.”, afirmó, según difundía en redes sociales una de las alumnas. Al ser preguntado sobre qué opinaba sobre que hubiese personas que podían llegar al suicidio debido a afirmaciones de ese tipo, su respuesta fue que estas personas lo que tienen es “un problema psicológico”.
Los alumnos abandonaron el aula en señal de protesta y pusieron el hecho el conocimiento de la directora del centro, Carme Panadés, que a su vez elevaba lo sucedido a la dirección territorial de Educación de Lleida. Su titular, Miquel Àngel Cullerés, explicaba, tras hablar con el profesor el martes, que este no había tenido intención de ofender y que respeta “cualquier tendencia sexual”. Los alumnos, por su parte, organizaban el miércoles en una concentración contra la LGTBfobia con banderas arcoíris y carteles reivindicativos, con el apoyo del Sindicat d’Estudiants dels Països Catalans y del colectivo LGTB Colors de Ponent. La protesta trascendía a los medios de toda España, y pese a que el Departamento de Educación de la Generalitat reconocía que las palabras del profesor eran “reprobables”, insistía en mediar entre el profesor y los alumnos para “reconducir” la situación.
Desde el Observatori contra l’Homofòbia, que ya ha denunciado en diversas ocasiones el escaso empeño de la Generalitat por desarrollar y aplicar la ley 11/2014 contra la LGTBfobia, avisaban de lo que podría pasar. “La Generalitat archiva muchos expedientes argumentando que no hay testigos, pues bien, en este caso hay toda una clase para atestiguarlo”, declaraba su presidente, Eugeni Rodríguez. Pues bien, parece que a la Generalitat le ha dado lo mismo la abundancia de testigos: el expediente ha sido también archivado, después de que el profesor se haya disculpado ante la directora del centro y ante los inspectores de Educación, y de que estos hayan mediado ante los alumnos para que aceptasen su disculpa. El profesor se encuentra mientras tanto de baja.
Un cierre que ha sido denunciado por el Observatori contra l’Homofòbia, que en un comunicado emitido este sábado ha expresado su convicción de que los hechos denunciados no solo suponen una vulneración del artículo 12 de la ley catalana contra la LGTBfobia sino que además han creado una fuerte alarma social, que exige la adopción de medidas cautelares (tal y como recoge el artículo 24 de esa misma ley).
El Observatori ha pedido además al Síndic de Greuges (Defensor del Pueblo catalán) que inste al gobierno catalán a sancionar estos hechos. La Plataforma LGTBIcat, que integra a diversos colectivos y asociaciones LGTB de Cataluña, ha pedido por su parte una reunión con la consejera Trabajo, Asuntos Sociales y Familia, Dolors Bassa, para pedirle explicaciones, mientras que Colors de Ponent estudia ya llevar a cabo acciones de protesta.
¿Es la ley catalana contra la LGTBfobia papel mojado?
De la misma forma que en octubre de 2014 nos felicitábamos por la aprobación por el Parlamento catalán de la histórica ley 11/2014, hoy no podemos sino sentirnos alarmados por el hecho de que el Gobierno catalán se resista a su aplicación efectiva. Como bien expresaba en Twitter el presidente del Observatori contra l’Homofòbia, Eugeni Rodríguez, se hace necesario que el Gobierno catalán aclare qué artículo de la ley dice que la mera petición de perdón exime de las sanciones, cuyo objetivo (artículo 35.5) no es otra que “la prevención, la disuasión, la reparación y la corrección de los perjuicios que haya causado o pueda causar la discriminación”:
El propio Gobierno catalán, actuando de esta forma, estaría convirtiendo la ley 11/2014 en papel mojado. Algo muy grave en unos momentos en los que los episodios de LGTBfobia en Cataluña están creando una considerable alarma, como venimos recogiendo en estos últimos meses. No está de más recordar, además, que según el informe sobre delitos de odio que acaba de ser presentado por el Ministerio de Interior, Cataluña es la comunidad autónoma con el mayor número de delitos motivados por la orientación o identidad sexual de las víctimas. No parece desde luego el mejor momento para mirar hacia otro lado.
Fuente Dosmanzanas
"Migajas" de espiritualidad, Espiritualidad
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