Mi pobreza moral.
Del blog Amigos de Thomas Merton:
Soy consciente de mi pobreza moral, pero eso no me obsesiona:
“Me sentía muy feliz de cantar el Evangelio, el magnífico triunfo de Cristo, del que se hace eco y es expresión la ordenación al sacerdocio de algo como yo, que Él sacó de la ruina moral del universo y trajo a Su casa. Él es quien mira al cielo en mi alma llena de debilidad e infidelidad y grita: Padre, ha llegado la hora, glorifica a tu Hijo para que tu Hijo te glorifique a ti… Mi gozo es el gran poder de Cristo. Y por eso, por encima de todo, estoy contento de mi profunda pobreza moral, que está siempre ante mí estos días, pero que no me obsesiona ni me perturba, porque está perdida en Su misericordia”
*
Thomas Merton. Diarios, mayo 1949.
***
Comentarios recientes