Perú es otro más de los países latinoamericanos cuya sociedad está dividida entre los que entienden que las personas homosexuales, bisexuales y transexuales deben tener los mismo derechos que las heterosexuales y los radicales que padecen de una severa homofobia. Gobernados actualmente por Pedro Pablo Kuczynski, que no quiere que su país sea homofóbico y legisla en consecuencia, favoreciendo incluso propuestas de otros partidos, como el proyecto de ley para la legalización del matrimonio igualitario presentada por el Frente Amplio, tiene que vérselas con los fujimoristas, quienes acaban de conseguir la exclusión de la «orientación sexual» y la «identidad de género» de los crímenes de odio, y tienen a su favor a organizaciones católicas radicales que iniciaban la campaña #ConMisHijosNoTeMetas contra lo que consideran es una promoción de la homosexualidad en las aulas por parte del gobierno que la ministra de educación, Marilú Martens, respondía con elocuencia al explicar que «la homosexulidad no se aprende, lo que sí se puede aprender es la homofobia».

En este clima de crispación, no es de extrañar que genere tanta polémica una sencilla publicación como la del Banco de la Nación, la entidad financiera que representa al estado peruano en las transacciones comerciales en el sector público o privado, ya sea a nivel nacional o en el extranjero. Aunque lo que no se entiende es que una entidad dependiente del Ministerio de Economía y Finanzas de Perú caiga en la autocensura sin dar siquiera una explicación oficial de los motivos que le han llevado a eliminar su publicación, por mucho que puedan parecer obvios, que por otro lado, no ha sido para nada eliminada al ser rescatada por los propios usuarios. Es una manera de proceder muy similar a la de Radio Televisión Española, que no tuvo ningún inconveniente en retransmitir la Gala Drag del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria, pero que ante la polémica suscitada por la actuación de su ganadora, Drag Sethlas, eliminaba el programa de su parrilla, a pesar incluso de la fiscalía archiva la denuncia de la Asociación de Abogados Cristianos al no apreciar «ofensa a los sentimientos religiosos».

También en Colombia, vecina del norte de Perú, se desataba una polémica similar ante la campaña de otro banco, Bancolombia, que con el lema «es el momento de las nuevas familias» sobre la imagen de una pareja del mismo sexo, en este caso con su perrito, se enfrentan a la homofobia del Movimiento Nacional por la Familia, que no duda en iniciar una recogida de firmas en Citizen Go, filial internacional de Hazte Oir. Da la impresión de que por mucho que Jesús dijera aquello de «amar al prójimo como a ti mismo», los cristianos encuentran más vínculos en el odio que en el amor, al contrario que el colectivo LGBT, que tan sólo piden que se les deje repartir amor.