Heineken desata la polémica con una una campaña publicitaria inclusiva y reconciliadora…
Disfrazado de experimento social, Heineken desata la polémica intentando realizar una campaña publicitaria bajo el lema “Worlds apart” en la que pretende reunir a dos desconocidos con “creencias” (sic) diferentes en una tarea tan ardua como montar algo de bricolaje para demostrar que a veces no hay más que dejar a un lado los prejuicios y hablar para que dos personas se entiendan. Pero no. Y es que como otrora hizo Campofrío, se equivoca en el planteamiento de intentar normalizar y equiparar dos opuestos que no son iguales.
Porque sencillamente, no es lo mismo ser machista que feminista, ni es lo mismo ser transgénero que ser tránsfobo, ni es lo mismo ser negacionista respecto al cambio climático que no serlo. Y vale, entendemos el punto de que hay mucha gente que sencillamente es así por ignorancia y empatía, y que quizá simplemente le falte ampliar su entorno para ser consciente de otras sensibilidades, pero concidirás conmigo en que es muy duro que necesites conocer a una persona transgénero para ser consciente de que también es una persona con todas las de la ley.
De hecho en algún momento la campaña de Heineken recuerda al episodio de los Simpson en el que Homer respeta a su recientemente conocido homosexual únicamente porque le salva la vida.
Y es que tenemos que ser nosotros mismos, las personas que estamos en la posición privilegiada, las que tenemos que intentar quitarnos nuestra propia venda de prejuicios y estar abiertas a otras realidades, y educarnos nosotras mismas en la tolerancia, y no tener que esperar que venga otro a hacerlo.
Aquí tenéis el anuncio de Heineken:
Fuente AmbienteG
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