El día de la Cruz, reflexión. 14 Abril, 2017
La cruz, intercesión de dos maderos, donde reposa Cristo
DINÁMICA
Entramos descalzos, símbolo de apertura y de humildad, de querer vivir acogiendo todo con novedad
Comenzamos con la señal de la cruz
La Cruz es el encuentro de dos fidelidades, la del Padre en el Hijo y del Hijo en el Padre. El hijo deja de pertenecerse y el Padre igual, y este descentramiento hace que surja el centramiento total de la comunión, la cruz, que conlleva muerte y el dolor, pero en el centro donde los dos maderos se cruzan late las auténtica Vida. El corazón que en movimientos rítmicos anuncia la resurrección de un nuevo modo de existir.
Con nuestro gesto, tocamos nuestra frente y bajamos hacía las entrañas, símbolo de que todo lo que somos al pasar por nuestro corazón se abre a una nueva relación con Dios y después tocamos un hombro y posteriormente el otro, todas nuestras acciones pasan por el corazón donde late la vida de Dios en nosotros , y sólo desde ahí podemos entregamos a los demás.
Jesús en la Cruz nos dice, estoy en mi centro, no puedo moverme, mis pies están clavados, mis manos igual, no puedo volver la cabeza, no me puedo ocupar más que de la relación con mi Padre…y eso es lo que te digo a ti hoy:
“No te compares, ni mires, ni critiques, ni envidies a otros…a ti qué? Bastante tiene cada uno con sus límites….tú…sígueme.
CÓMO VIVIR LA PROPIA CRUZ
Para empezar, sabemos que, en rigor, no a todo sufrimiento podemos llamar “cruz”.
Hay sufrimientos evitables, en nosotros y en los demás, contra los que tendremos que luchar;
Hay otros inevitables, que tenemos que aceptar;
Y hay otros, que son consecuencia de una opción de amor fiel: éstos son la “cruz”, y frente a ellos, la opción constructiva es la que apreciamos en Jesús: asumirlos lúcida, paciente y confiadamente. Así vivida, la cruz es fuente de vida
Mt 26,39 …Padre mío, si es posible, que pase de mi esta copa de amargura; pero no sea como yo quiero, sino como quieres tú
CARGAR CON LA CRUZ
“Se hicieron, pues, cargo de Jesús que llevando a hombros su propia cruz, salió de la ciudad a un lugar llamado “La Calavera” Jn 19,17
(silencio)
Jesús vivió en fidelidad a la voluntad del Padre, y esto le llevó a enfrentarse con los poderes políticos y religiosos. La muerte de Jesús fue consecuencia de su vida.
Jesús no quiso la Cruz , pero no la evitó, pues fue consecuencia de su posicionarse en la vida
“Cuando se lo llevaron para crucificarlo, echaron mano de un tal Simón de Cirene, que venía del campo, y le cargaran la cruz para que la llevara detrás de Jesús” (Lc 23,26)
(silencio)
Y cargar con la cruz es seguir sus pasos de manera responsable y comprometida, sabiendo que ese camino nos llevará tarde o temprano a compartir su destino doloroso.
Para los seguidores de Jesús, reivindicar la Cruz es acercarse servicialmente a los crucificados; introducir justicia donde se abusa de los indefensos; reclamar compasión donde sólo hay indiferencia ante los que sufren.
Esto nos traerá conflictos, rechazo y sufrimiento. Será nuestra manera de cargar con la Cruz de Cristo.
“Este es mi siervo a quién sostengo,
mi elegido en quien me complazco.
He puesto sobre Él mi espíritu,
Para que traiga la salvación a las naciones.
No gritará, no alzará la voz,
No voceará por las calles;
No romperá la caña cascada
Ni apagará la mecha que se extingue.
Proclamará fielmente la salvación,
Y no desfallecerá ni desmayará.
( Isaias 42,1-7)
No nos está permitido acercarnos al misterio de la Cruz de manera pasiva, sin intención alguna de cargar con ella.
Es precisamente al besar la Cruz cuando hemos de escuchar la llamada de Jesús: «Si alguno viene detrás de mí… que cargue con su cruz y me siga».
CONTEMPLAR LA CRUZ
La Cruz es el vaciarse de todo para llenarse del Todo, y vamos a contemplar la Cruz hoy, mirándola y dejándonos atravesar por su silencio, un silencio cargado de dolor y de Vida Nueva.
La Cruz es la puerta que nos permite dejar atrás lo que no somos, la imagen que hemos confeccionado de nosotros mismos para sobrevivir, es decir lo que hemos aprehendido .
La Cruz nos despoja de todo para podernos encontrar con el Todo.
Es la vuelta a la esencia que somos, es desnudarnos de barnices, caretas, ropajes…
.
Desnudos nacimos y desnudos volveremos a Dios.
CABEZA
La cabeza de Jesús, llena de espinas, cada gota de sangre de Jesús es una pequeña obertura de desalojo de si, para dejar que sus pensamientos compasivos y misericordiosos puedan llegar a los nuestros
“Lo vistieron con un manto de púrpura y, trenzando una corona de espinas, se la ciñeron”
( Mc 15,17)
(silencio)
“Lo golpearon en la cabeza con una caña, le escupían , y poniéndose de rodillas le rendían homenaje” (Mc 15,19)
(silencio)
Jesús inclinando la cabeza, entregó su espíritu Jn 19,30
(silencio)
Una cabeza inclinada, Jesús aquieta sus pensamientos, estamos ante la máxima pasividad, hoy podríamos llamar no resistencia.
Al entregar sus pensamientos, se abandona. No juzga, no critica, no se compara, no pretende. Silencia su mente y está en lo único necesario, en Su Padre
Se entrega, entrega el espíritu y así renuncia a todo adjetivo y pronombre posesivo, transciende por completo su individualidad, abre su vida para vivir y ser en todos.
- Jesús esperan de mi que sea importante ,que ocupe primeros puestos, que gane mucho dinero, que sea reconocido socialmente….
Jesús te dice…”y a ti te llena?…tú sígueme”
LOS PIES DE JESÚS
Jesús recorría todos los pueblos y aldeas, enseñando en sus sinagogas, anunciando la buena noticia del reino y curando todas las enfermedades y dolencias. (Mt 9,35)
(silencio)
Los pies de Jesús iban de un sitio a otro para anunciar el Reino, hoy sus pies crucificados ya no se dirigen a anunciar el Reino, porque el Reino es Él.
Ya no es necesario caminar porque Él es el camino para ir al Padre. Sus pies quietos, sin pisar tierra, ya no es necesario apoyarse en ellos, porque sus pies que fueron enjugados con lágrimas y perfume, hoy son camino , verdad y vida para nosotros
- Jesús…es que necesito recorrer mundo, pisar otras tierras, ponerme las últimas deportivas…
Y Jesús nos dice “ Y a ti llena? ….tú sígueme “
SUS MANOS
Dinámica:
Coger cualquier objeto que tengáis cerca e intentar dar la mano a quien tenéis al lado, podéis?
Cuando nuestras manos están llenas de cosas no podemos acercarnos a los demás.
No es malo tener cosas, sino que las cosas no posean.
Las manos abiertas pueden entregar y recibir
No es lo malo tener un móvil, lo malo es que el móvil sea mi vida
Las manos de Jesús son manos que acarician, que bendicen, que abrazan, que sanan, que parten el pan…sus manos abiertas siempre disponibles paras ser sanación y bendición para otros
Pero hoy sus manos abiertas, en los extremos de la cruz, indican que su misión es abrazar a toda la humanidad en ese gesto único en que sus manos abiertas entregan su último suspiro..manos que no retienen ni atesoran, manos que no guardan nada para si…manos entregadas para ser voluntad del Padre.
Todo su ser tiende a Dios, es libre para entregarse, nada le retiene, nada le ata.
Este gesto de brazos y manos abiertas es el gesto definitivo de Jesús para pasar al Padre….nunca ya se cerraran.
”Luego tomó a un niño, lo puso en medio de ellos y lo abrazó (Mc 9,36)
(silencio)
“ y tomándolos en brazos, los bendecía , imponiéndoles las manos” ( Mc 10,16)
(silencio)
” …Jesús compadecido tocó sus ojos, y al instante recobraron la vista y lo siguieron”
( Mt 20,34)
(silencio)
“ Mientras cenaban, Jesús tomó pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio a sus discípulos.
(Mt 26,26)
(silencio)
Manos abiertas, que piden, que reconocen su propia pobreza, que esperan, que muestran su receptividad ante el don de Dios.
Manos abiertas: lo contrario del puño violento o de las manos cerradas del egoísmo.
- Jesús es que necesito demostrar que soy fuerte, que mis puños son de acero, que puedo con todo, que necesito acumular por ai acaso …
Y Jesús te dice: “Y a ti te llena?..tú sígueme”
CORAZÓN
Su corazón está en el centro, en la intercesión entre la verticalidad y la horizontalidad, es el lugar de dos vaciamientos, lo humano en lo divino y lo divino en lo humano.
Es un corazón que deja de latir, porque trasciende el latido humano para entrar en el latido de Dios que no es otra cosa que un corazón que ama en el Silencio
Su corazón, ya no se apega a nada, ya no desea nada, sólo se rompe en un amor sin límites y su muerte es la entrega de un amar amando…
Jesús con su muerte abre su corazón a amar a toda la humanidad, sin excluir a nadie
y después de dar gracias, lo partió y dijo: “Esto es Mi cuerpo que se entrega por todos vosotr@s, ; haced esto en memoria de Mí.” 1 Cor 11,24 ( silencio)
- Jesús mi corazón tiene muchos amores, me da miedo amar a fondo perdido, tengo miedo a la entrega, al compromiso….
Y Jesús te dice: “ Y a ti te llenan?….tú sígueme”
SU COSTADO
”Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza y, al punto, brotó de su costado sangre y agua” Jn 19,34
El agua y la sangre son los líquidos de la placenta, Jesús nos ofrece un nuevo renacer a la Vida en Dios. Cristo como dice Juliana de Norwich es madre y al ser rasgado su costado nos permite entrar por él al útero de Dios, donde la vida es vida en plenitud
- A veces tengo miedo a entregarme, a que lo que me pidas me supere, a dejar atras ilusiones y expectativas, a no realizar mis sueños… Y Jesús te dice: “ Tú , sígueme”
EL SILENCIO DE JESÚS EN LA CRUZ
Es expresión de ser consecuente, de quién cree verdaderamente lo que vivió, de quién es fiel a sí mismo y al Padre
Es expresión de quien confía y se abandona, se sabe abrazado ocurra lo que ocurra en Su Padre, no importan las circunstancias externas
Es expresión de sabiduría y saboreo, es decir, de conexión con su identidad más honda.
La sabiduría es aquella verdad que vive en el interior de cada uno y que se descubre a través del silencio, en esa profundidad donde uno se atreve a ser quién es y a vivir con quién le habita.
Lo opuesto al silencio es identificarnos con nuestra mente o pensamientos, nosotros no somos lo que pensamos o sentimos, somos mucho más que eso y eso se descubre en el silencio cuando descubres la identidad que eres, la esencia que eres.
Y eso es lo que hizo Jesús al ser crucificado, dejó de identificarse con sus sentimientos o pensamientos, para ser totalmente el ser humano libre, universal que vivió en esa comunión profunda de quien es en Quien es, en un amor universal, con un pensamiento y un corazón libre que se dilató y rompió por amor, transcendiendo su humanidad en divinidad
La Cruz es la puerta para volver al útero de Dios.
“Jesús dijo: Todo está cumplido, e inclinando la cabeza, entregó el espíritu” ( Jn 19,30)
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Fuente Monasterio de Monjas Trinitarias de Suesa
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