Evitar la homofobia entre las recomendaciones para los rusos cuando salen de su país
Evitar la homofobia, el sexismo y el racismo son algunas de las recomendaciones del Ministerio de Asuntos Exteriores del gobierno de Vladimir Putin para los ciudadanos rusos cuando viajan a otros países, en lo que constituye una manera de retratarse a sí mismos.
Los vascos dicen que pueden escoger el lugar en el que nacen, pero no es algo que parece que puedan hacer también los rusos. Es más, ni siquiera pueden comportarse como si fueran rusos cuando están fuera de su país. Al menos según las indicaciones del Ministerio de Asuntos Exteriores, que sugieren evitar las conductas homofóbicas, sexistas y xenófobas en sus viajes al extranjero, lo que vendría a decir que su propio gobierno considera estas actitudes como una seña de identidad de sus votantes, que no precisamente del pueblo ruso, desacreditando de esta manera la inconsistente opinión de un millonario ruso, Alexey Komov, sobre la homofobia en su país.
Lo que aconseja esta especie de «guía de conducta general» a los rusos es que se armen de paciencia, que no sean maleducados y que eviten «humillar la dignidad de las poblaciones locales», refiriéndose tanto a la comunidad LGBT como a las minorías étnicas o raciales evitando utilizar palabras con connotaciones negativas. Más que enfrentamientos puntuales o conflictos personales, lo que les recuerdan es que la arrogancia y el desprecio por las costumbres locales pueden causarles problemas legales. A lo que no hacen referencia es a la violencia de los ultras en los encuentros deportivos que el diputado Igor Lebedev pretendía convertir en deporte
Según este código, Canadá es visto como un país obsesionado con la igualdad de género, donde además es legal el matrimonio igualitario, por lo que recomiendan no hacer bromas sexistas ni discutir de manera acalorada con personas del sexo opuesto para evitar acusaciones de acoso, así como tener cuidado con las acciones contra las personas homosexuales si no quieren ser acusados por algún crimen de odio. En la misma línea son las recomendaciones hacia Dinamarca o Francia, destacando que los galos parecen ser particularmente sensibles a la pronunciación de sus platos, por lo que instan a pedir la carta en inglés o ruso en un restaurante.
El problema en Noruega es pegar a tus hijos en público o incluso alzarles la voz, mientras que la falta de puntualidad es considerada ofensiva en Holanda, donde además se considera de muy mala educación interrumpir una conversación para contestar al teléfono, así como recomiendan no mantener conversaciones antisemitas ni sobre la familia real holandesa u otras cuestiones nacionales, muchos menos compararles con los alemanes. Mientras que en México aconsejan utilizar tantas veces como sea posible ‘gracias’ y ser extremadamente educados, advierten que en España no están bien vistas las expresiones o actitudes negativas hacia personas con diferente orientación sexual, una recomendación que se extiende también a Austria y Alemania.
Estar alerta a la la comunicación no verbal es la recomendación de cara a sus visitas al Reino Unido, puesto que signos como la V de victoria con la palma hacia adentro tiene el mismo significado que levantar el dedo corazón, así como se interpreta el levantamiento de cejas como una señal de escepticismo. Aunque no mencionan nada sobre el Código de prácticas de uso inclusivo del lenguaje publicado por la Universidad de Gales, por el contrario, lo que esta guía sí señala es que en los Estados Unidos la discriminación basada en la orientación sexual está bastante expandida, siendo habitual el acoso y las acciones violentas hacia personas del colectivo LGBT.
Fuente Universogay
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