El gobierno indio censura una película por “ensalzar la homosexualidad”
Es la segunda vez que la comisión del gobierno indio que califica las películas deniega a “Ka Bodyscapes” el permiso para ser exhibida en cines.
Esta semana nos hemos enterado de que en la India, ese país que normalmente se cita en la prensa como la mayor democracia del mundo, todavía sigue funcionando algo nada propio de las democracias tal como las entendemos: una comisión del gobierno, la CBFC, se encarga de calificar las películas por edades (hasta aquí todo normal, es algo que se hace en todos los países) y también de decidir si hay que cambiar o eliminar alguna parte, o incluso pueden decidir que una cinta no se puede exhibir en los cines del país. Una comisión de censura de toda la vida. Y este grupo de señores han denegado el permiso a la película Ka Bodyscapes, del director Jayan Cherian, dando como motivos principales que en la cinta se ensalza el ser gay y las relaciones homosexuales.
La historia de Ka Bodyscapes es como la de muchas películas que te puedes encontrar en cualquier festival de cine LGTBI. En la cinta conocemos a tres amigos que viven en una ciudad del estado de Kerala: Haris, un pintor gay, Vishnu, un jugador de kabbadi (por lo que hemos visto, es un deporte tradicional que tiene mucho de contacto y de homoerotismo) y Sia, una activista que no acepta las normas socialmente impuestas de lo que debe ser la feminidad. Los tres buscan su espacio e intentan ser felices en una sociedad muy conservadora.
Esta es la segunda película de Cherian, que ya se las vio con la CBFC en su anterior película. Entonces tuvo que soportar que censuraran varias escenas para conseguir el permiso de exhibición, pero esta vez se lo han denegado sin proponer cortes o alteraciones. Lo más grave es que esta es la segunda vez que la junta de certificación niega a la película el permiso para circular en salas de cine. El director recurrió la primera decisión a un juez del estado de Kerala, que consideró que la película no violaba las directrices de la CBFC y ordenó a la comisión a certificar la película en un plazo de 30 días.
Aunque en la India la homosexualidad fue recriminalizada hace poco, en su sentencia el juez dice, entre otras cosas, que “El derecho a pensar y actuar de formas distintas son aspectos fundamentales de la democracia. Las meras referencias a la homosexualidad o la masturbación no son suficientes para considerar la película vulgar u obscena.” Después de varios retrasos, la CBFC contestó que la película volvería a ser evaluada, esta vez por un panel de varias personas.
Este miércoles el director colgó la respuesta de la junta censora en su Facebook, en la que aparte de decir que la película ensalza las relaciones homosexuales también dan otras razones, como que se muestran dibujos en los que aparece desnudez y planos cortos de partes vitales de la anatomía masculina. Otras razones que dieron para prohibir la película fueron que Ka Bodyscapes es ofensiva hacia el hinduismo y que en ella se sugiere que el Señor Hanuman (un dios-mono de esa religión) podria ser homosexual, lo que podría causar disturbios. También añaden que a lo largo de toda la película se emplea un lenguaje vulgar, comentarios ofensivos hacia las mujeres, pósters con representaciones de la homosexualidad y que se puede ver a una mujer musulmana masturbándose.
Los productores tendrán otra posibilidad apelar la decisión de la comisión dentro de 30 días, pero tanto ellos como el director y muchos activistas indios tienen claro que se trata de que el gobierno, a través de la CBFC, está haciendo todo lo posible para impedir que la película se estrene en la India. Después de haber invertido en esta película no podrán recuperar el dinero recaudando en las salas de cine y aunque hay otras posibilidades, como estrenarla en el extranjero o incluso colgarla en alguna plataforma digital, tal como dice el director, “hemos hecho esta película para el público indio, no para que sea vista únicamente en Occidente. Si la estrenamos fuera del país será muy difícil darla a conocer dentro y que tenga difusión”.
Homofobia de estado en la India
El artículo 377 del Código Penal de la India castiga las relaciones sexuales “contra natura” con hasta 10 años de prisión. A finales de 2013, la Corte Suprema decidió recriminalizar la homosexualidad, dejando sin efecto la histórica sentencia sancionada por el Alto Tribunal de Delhi en 2009 (en la que declaraba “inconstitucional” la prohibición de las relaciones entre personas del mismo sexo). En los últimos años,mos hemos hecho eco del aumento exponencial de la violencia contra personas LGTB en la India, a raíz de la ilegalización de las relaciones homosexuales.
Como ocurre en muchos otros países en los que existe homofobia de estado, los grupos homófobos en la India (incluidos los policiales) se creen en el derecho de realizar impunemente cualquier acción contra las personas sexualmente diversas. No es necesario que las víctimas sean realmente homosexuales (lo que en ningún caso les eximiría de su responsabilidad criminal), con que ‘lo parezcan’ es suficiente.
En 2014, un año después de la recriminalización de la homosexualidad en la India, el activismo LGTB denunciaba un repunte de la violencia homófoba. Y a principios del año pasado recogíamos que ese mismo año 2014 se realizaron un mínimo de 600 detenciones a personas que habían sido acusadas de practicar la homosexualidad. Una cifra que en 2015 se elevaba a más de 1.300 personas, incluyendo 207 adolescentes. Una cifra, no obstante, que parece poco realista si tenemos en cuenta que desconocemos el alcance de la corrupción policial y la cantidad de afectados por extorsiones económicas a cambio de evitar el arresto o el procesamiento judicial.
En octubre de 2015 dábamos cuenta de más casos de extorsión por ser o “parecer” homosexual por parte de miembros de la policía, quienes, según constatan los activistas LGTB “con frecuencia visitan los puntos donde los gais se encuentran y les extorsionan pidiéndoles dinero”. Por otra parte, la estigmatización y los prejuicios provocan todo tipo de injusticias. A principios de 2016 nos hacíamos eco del intento de suicidio de un adolescente de quince años, quemándose vivo, tras ser acosado por ser gay.
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