El ultraevangélico Bryan Fischer, Donald Trump y el empresario gay conservador Peter Thiel (Photo by Getty Images)

Bueno… es lo que venimos diciendo algunos y preguntándonos, cómo personas LGTBI han podido votar a los Trump, Rajoy, Putin, Fillon, Le Pen… o coquetean con toda esa patulea de energúmenos homófobos estilo “España lo primero…”…

Colectivos evangélicos de Estados Unidos se han pronunciado en contra de las personas que apoyan a partidos y grupos de derecha siendo homosexuales, defendiendo enérgicamente que las personas homosexuales no pueden pertenecer a la derecha.

La Asociación Americana de la Familia, un colectivo evangélico que ha presionado en el pasado y continúa haciéndolo en contra de los derechos de la comunidad LGTB, ha defendido que las personas homosexuales que militan o respaldan a los partidos de derecha son “un cáncer podrido” para los mismos, al influenciar a dichas formaciones, mediante su voto, hacia un acercamiento al respeto de los derechos de la diversidad sexual.

“Es imposible ser homosexual y conservador al mismo tiempo”, han defendido desde la Asociación Americana de la Familia, alegando que “esta tendencia que dice que uno puede ser un homosexual practicante y pertenecer a colectivos o partido conservadores al mismo tiempo es imposible”.

“Puede ser que haya homosexuales que sostengan opiniones conservadoras, e incluso que las defiendan en programas en medios de comunicación, pero es imposible que, realmente, sean personas conservadoras”, han defendido desde la Asociación Americana de la Familia.

“En el centro del conservadurismo hay una visión no negociable sobre la sexualidad humana y la familia. En el corazón de una visión conservadora del mundo se encuentra la familia, no el individuo ni la mentalidad individual, sino la familia”, han defendido desde la organización evangélica.

La Asociación Americana de la Familia ha indicado que “en el corazón y alma del conservadurismo está la noción de que el matrimonio consiste en la unión entre un hombre y una mujer y que una familia consiste en que un padre y una madre, unidos en matrimonio, conciban juntos hijos mediante el amor mutuo. No hay espacio en el conservadurismo para abrazar el estilo de vida homosexual, el cual, evidentemente, compromete la salud humana a través de enfermedades de transmisión sexual como el VIH o el sida“.

Desde la organización evangélica alegan que “para decirlo sin rodeos: el comportamiento homosexual que conduce al cáncer anal puede representar un valor libertario pero no puede representar un valor conservador”.

La organización es un colectivo evangélico que, entre otras cosas, se ha posicionado en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo y presionó arduamente durante el debate en torno a dichas uniones que se produjo en el año 2015 en el Tribunal Supremo de los Estados Unidos y que conllevó la entrada en vigor de dichas uniones en todas las regiones del país.