El Estado de Virginia permitirá que sus funcionarios se nieguen a celebrar matrimonios gays
La Cámara de Representantes de Virginia ha aprobado un proyecto de ley que permitirá que la comunidad religiosa pueda oponerse a los derechos de la personas LGTB, discriminando a las mismas en los ámbitos que sean, sin tener que afrontar por ello la condena de los tribunales. Ello permitiría que los funcionarios se nieguen a celebrar matrimonios gays en base a sus creencias religiosas, entre otros ámbitos afectados.
La Cámara de Representantes del Estado de Virginia ha aprobado un proyecto de ley que ha sido ampliamente reclamado por los colectivos religiosos más extremistas de la región estadounidense. El gobernador Terry McAuliffe vetó una propuesta similar el año pasado.
El proyecto de ley HB2025, defendido por Nicolás Freitas, aprobado por la Cámara de Representantes de Virginia establece que los ciudadanos que discriminen a la diversidad sexual pero aleguen hacerlo en base a sus creencias religiosas no tendrán que afrontar consecuencias legales por ello.
La medida busca permitir que las organizaciones y empresas que continúan negándose a aceptar matrimonios homosexuales puedan continuar con dichas políticas contrarias a la actual legislación estadounidense favorable a la igualdad en el matrimonio de las parejas del mismo sexo.
El proyecto de ley ha podido ser aprobado en la Cámara de Representantes de Virginia gracias a que el Partido Republicano controla ampliamente la citada institución legislativa, la cual ha apoyado la medida con 57 votos a favor y 37 en contra.
Miembros del Partido Republicano en la Cámara de Representantes no han dudado en considerar que la homosexualidad representa una “pasión venérea” que puede ser discriminada por la ciudadanía que así lo considere oportuno y que las normativas contra la discriminación de las personas homosexuales suponen “cruzar una línea. Tenemos que defender a las organizaciones religiosas”.
Desde el Partido Demócrata han condenado la medida, al creer que la misma supone estigmatizar la imagen del Estado, al asociar el mismo con la ideología más extremista y desfasada del país. “Creo que la medida enviará un mensaje equivocado al resto de los Estados Unidos. Dirán que somos como Carolina del Norte, que estamos en el lado equivocado de la historia”, ha expresado el demócrata Marcus Simon. “Dirán que no estamos dando la bienvenida a todo tipo de personas, independientemente de a quienes amen. No es el mensaje que debemos enviar si queremos tener una economía del siglo XXI en Virginia”, defendió el representante demócrata ante la prensa.
Organizaciones por los derechos de las minorías sexuales de Estados Unidos ya han condenado la medida, indicando que militarán en cuantos sitios haga falta para evitar que cualquier legislación de este tipo entre en vigor en la región.
Fuente PinkNews, vía Universogay
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