Luz en el candelero
La doctrina de Jesús es un organismo vivo que respira, se desarrolla y evoluciona. Si no lo hace, muere (E. Trías)
5 de febrero. V domingo del TO
Mt 5, 13-16
No se enciende un candil para taparlo con un celemín, sino que se pone en el candelero para que alumbre a todos los de la casa
Y alumbra cuando, como dice Isaías, la luz de ese candil, además de iluminar a los que caminan en obscuridad, les satisface en sus necesidades básicas: “comparte tu pan con el hambriento, hospeda a los pobres sin techo, viste a quien ves desnudo y no despreocuparte de los tuyos” (Is 58, 7-10). En la Biblia, la luz es faro imprescindible para el mundo y sus moradores.
AT
Dijo Dios: Que exista la luz. Y la luz existió (Gén 1, 3) Fue el primer acto de Dios en la Creación. Luz y oscuridad son, sobre todo, símbolos ricos y profundos: ver la luz equivale a vivir (Job 33, 30); y en 22-28: la luz es la prosperidad; Dios es luz y fuente de luz y su gloria es luminosa; ilumina su rostro mostrando benevolencia (Nm 6, 25). Y en Is 30, 26 y 60, y Zac 14, 7 es una aurora sin término.
NT
Significativa del acercamiento del hombre a Dios (Jn 3, 19-21); elemento de teofanía en la Transfiguración (Mt 17, 2). Como símbolo: Dios es luz (1 Jn 1, 5); Jesús es luz (Jn 1, 4s; y 8,12; el discípulo debe serlo (Mt 5, 14, Ef 5, 8-9, 1 Jn 2, 9-11).
La luz de los discípulos no puede reducirse a la de un humilde candil, aunque generoso, y debe expandirse. En la novela Para siempre, de Susanna Tamaro, Matteo le recuerda a Nora la protagonista, lo que Jesús demanda a sus seguidores y ella anhelaba: “No quieres ser un afluente -decías-, quiero ser un río que desemboca directamente en el mar”. Y esto es ser co-creadores y fieles al Antiguo y al Nuevo Testamento.
Hay que ser como Ana Bolena, de la que decía María Estuardo en la ópera de Donizetti: “Sé que seduce a todas las almas, y que inflama todos los deseos”. Una seducción que otorga vida a quienes se sienten embriagados por ella. Como nos sentimos encandilados por el Evangelio. Eugenio Trías lo vió de esta manera cuando escribió en La imaginación Sonora que: “La doctrina de Jesús es un organismo vivo que respira, se desarrolla y evoluciona. Si no lo hace, muere”.
Y ha de desarrollarse porque, como dice Juan en el prólogo de su Evangelio, en la Palabra había vida, y la vida era luz en nosotros destinada a brillar en las tinieblas. Una intencionalidad que el protagonista de la película El cónsul de Sodoma, apunta en estos términos: “Y entonces descubrí que me iría; y a cualquier sitio que fuera yo, tendría mi camino y mi libro para leer. Otros en cambio no se irían. Ellos seguirán años y años, sin esperar con rabia que den las 7 para escapar, y saltar al otro lado de la vida”.
Con esta luna mía del Poema de bellos claroscuros, quiero danzar el rítmico ballet de los candiles y luceros.
LA LUNA SUBE Y BAJA
La luna sube y baja mis problemas
por la escarpada cuesta de la vida,
y yo los bajo y subo como ella.
No puedo abandonarlos, pues son míos;
son fruto de mi amor y mi deseo.
-“¡Préstame tu maleta,
quiero viajar contigo, y con ellos
escalar y bajar las cordilleras!”.
Luna “la de los pies ligeros”
como Aquiles,
no me robes el sueño.
Quiero subir, quiero bajar,
rodando cuando bajas,
trepando cuando subes.
Por las laderas de mi tiempo
me persiguen las sombras y las luces
que en mi mente sembraron los ensueños.
Lunática de bellos claroscuros,
quiero danzar contigo
el rítmico ballet de los luceros.
(SOLILOQUIOS. Ediciones Feadulta)
Vicente Martínez
Fuente Fe Adulta
Comentarios recientes