La Casa Blanca elimina al colectivo LGBT, el cambio climático y los derechos civiles de su página
La entrada de Donald Trump ha tenido consecuencias inmediatas bastante desagradables, entre ellas se encuentra la desaparición de la página de la Casa Blanca en la que se daba información sobre los derechos de las personas gays, lesbianas, bisexuales y transexuales.
Donald Trump ya es el cuadragésimo quinto presidente de los Estados Unidos de América y su primera acción ha sido despejar las dudas sobre sus intenciones al eliminar la información sobre el colectivo LGBT, las referencias a la lucha contra el cambio climático, la sanidad y los derechos civiles de la página oficial de la Casa Blanca, introduciendo exactamente las mismas propuestas que adelantaba en campaña. La página sobre los derechos LGBT ha desaparecido tan sólo una hora después de que Donald Trump se incorporara oficialmente a la Casa Blanca. Parece que tenía prisa en invisibilizar a una parte importante de la población del país que preside.
Puede atribuirse a un error temporal, puede deberse a una de actualización de contenido, incluso podría tratarse de la acción de un grupo de hackers terroristas, pero lo cierto es que minutos después de jurar su cargo como presidente de los Estados Unidos, la página oficial de La Casa Blanca ha sufrido una transformación que deja poco espacio para la esperanza de quienes pensaban que Donald Trump iba a suavizar su discurso. En el momento en que la página de la Casa Blanca se ha actualizado acorde a su nuevo presidente, también han desaparecido las referencias a la lucha por los derechos civiles o el cambio climático, así como también cualquier referencia a información sobre el colectivo LGBT o las estrategias para la lucha contra el VIH/Sida.
La Casa Blanca Web – Foto: Uso permitido
La página whitehouse.gov/lgbt ha sido redirigida a otra en la que te puedes subscribir a las noticias de la presidencia.
La Administración de Barack Obama había introducido un apartado en la página de La Casa Blanca en donde proporcionaba información sobre los logros en derechos e igualdad alcanzados por la comunidad LGBT. Además de las leyes aprobadas durante su mandato, también se incluía información sobre proyectos como «It gets better», una campaña con el objetivo de proporcionar soporte a aquellas personas del colectivo cuyos problemas les conducen a tener pensamientos de suicidio. Toda esa información ha pasado a ser eliminada. Ha desaparecido. Ya no está. No existimos. Lo que sí es accesible son las estrategias que la nueva Administración pretende desarrollar: su plan energético, su política de inmigración, sus estrategias para el empleo y el crecimiento económico, sus planes militares, su propuesta de reforzar a la comunidad y sus acuerdos comerciales para todos los americanos (entendiendo que se refiere exclusivamente a los estadounidenses, claro).
Muchos son los miembros de la comunidad que habían mostrado su temor ante la victoria electoral de Donald Trump y la posibilidad de que revertiera los derechos alcanzados de la mano de Barack Obama, quien hace unos días manifestaba considerarlos irreversibles. El propio Trump, en su primera entrevista tras ser elegido presidente había calmado los nervios advirtiendo que no tenía intención de revocar el matrimonio igualitario, que le parecía bien como estaba, para después sugerir que prefería que cada estado tomara la decisión que le pareciera más oportuna en función de su realidad. Asimismo, sus colegas republicanos hablaban de que, de todos los candidatos que habían tenido, Trump era el que más a favor estaba del colectivo LGBT, una afirmación que no conseguía tranquilizar ni siquiera a sus votantes republicanos del colectivo LGBT, que se habían manifestado públicamente en su contra, llegado después a enviarle una carta pidiéndole que mantenga la ley contra la discriminación.
«Nosotros los ciudadanos de los Estados Unidos nos juntamos para un gran esfuerzo nacional: reconstruir nuestro país y restaurar las promesas a nuestra gente. Juntos determinaremos el camino de los Estados Unidos y del mundo por muchos, muchos años por venir. Vamos a enfrentarnos a retos y confrontaremos tiempos difíciles. Pero haremos el trabajo», declara Donald Trump en su primer discurso como presidente este viernes, 20 de enero, en una de las inauguraciones presidenciales más pobres de afluencia que se recuerdan. Y quizás por eso no ha querido que pasase ni un solo día siquiera para que nos diésemos cuenta de que, pese a las protestas y el inconformismo de sus propios ciudadanos, ha dado comienzo la era Trump.
Y por si a alguno se le ha olvidado…
La plataforma republicana, la más anti-LGTB de la historia
Ya en entradas anteriores nos hemos referido al tema, pero no está de más recordar cuál es la declaración de intenciones del Partido Republicano en materia LGTB de acuerdo a la plataforma ideológica que fue aprobada este verano en la convención republicana:
- Sobre el matrimonio igualitario: rechazo expreso de la sentencia del Tribunal Supremo en el caso Obergefell v. Hodges, que supuso la extensión del matrimonio igualitario a todo el país. El Partido Republicano considera que las leyes federales solo deben reconocer el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer y hace un llamamiento expreso a considerar la posible aprobación de una enmienda a la Constitución de los Estados Unidos que “devuelva” el control de la regulación matrimonial a los estados.
- Sobre la adopción homoparental: el Partido Republicano muestra su apoyo a las agencias de adopción religiosas que rechazan a las parejas del mismo sexo, argumentando además de forma expresa que los hijos criados en hogares sin un padre y una madre tienen más posibilidades de consumir drogas, cometer delitos y tener embarazos no deseados.
- Defensa activa de la denominada First Amendment Defense Act (FADA), una propuesta legislativa que prohibiría sancionar, con independencia de las regulaciones antidiscriminatorias de los estados, a todas aquellas personas y negocios que que se nieguen a prestar servicios a parejas del mismo sexo en base a motivos religiosos.
- Sobre las denominadas “terapias reparadoras” o “de conversión” para modificar la orientación sexual o la identidad de género, aunque no las menciona de forma expresa, el Partido Republicano defiende el “derecho de los padres” a recurrir las terapias que consideren más adecuadas para sus hijos menores“consistentes con sus valores morales, éticos o religiosos sin discriminación ni castigo”.
- Sobre los derechos de las personas transgénero: el Partido Republicano expresa su apoyo a legislaciones como la aprobada hace unos meses en Carolina del Norte, que entre otras muchas importantes medidas discriminatorias prohíbe a las personas trans utilizar los baños que corresponden a su identidad de género. También muestra su desacuerdo, sin nombrarlo explícitamente con el final de la prohibición de servir en el Ejército a este colectivo, decidida por la administración Obama y confirmada recientemente, al asegurar estar en contra “de la modificación o de la rebaja de los estándares para satisfacer la agenda no militar impuesta por la Casa Blanca”.
- Sobre políticas antidiscriminatorias: el Partido Republicano se opone expresamente a incluir la orientación sexual entre las categorías generalmente cubiertas por las regulaciones contra la discriminación.
Comparativa con la inauguración presidencial de Obama (Arriba) y la de Trump (abajo) – Foto: Uso permitido
Fuente Univesogay/AmbienteG
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