Evangelio y calor humano
Del blog Pays de Zabulon:
“Que nuestra religión se fuera extendiendo entre ellos como un agua generosa que todo lo penetra es gracias al calor humano, hasta entonces desconocido que ella aportaba a esta pobre gente. Se debe a esto y sólo a esto: estos hombres han experimentado por primera vez en su vida el calor del corazón humano. Han encontrado a alguien que los traten como iguales, como a seres humanos. La bondad y la caridad de los padres ganaron así su corazón.”
Shûsaku Endô, Silencio.
El Evangelio es Buena Noticia, buena noticia de que eres amado por Dios, quienquiera que seas, cualesquiera que sean las circunstancias de tu existencia, cualquiera que sea tu destino. Dios te ha querido libre y feliz, y ha llegado el tiempo de la liberación de la humanidad, el tiempo de la salvación.
Basta ya de viejos temores, de ostracismos de cualquier género, de encerramientos y contrariedades que impiden al ser brotar libremente para la felicidad y la alegría de todos.
El Evangelio es Buena Noticia, noticia de salvación. Al igual de lo que dice Shûsaku Endô para los campesinos japoneses, esto ha sido verdad numerosas veces en la historia. El Evangelio penetró primero en el mundo de los esclavos, de los extranjeros, de los parias, en el mundo de los pobres, de los hambrientos, en el mundo de los explotados. Al mismo tiempo que aquí o allá, la Iglesia se institucionalizaba y reproducía en su seno las limitaciones y explotaciones que ella debía denunciar y combatir, hubo siempre unos locos enamorados por la liberación, trabajados en su interior por el Evangelio y que defendían la causa de los oprimidos, el rescate de los esclavos, la atención a los leprosos, la educación de los pobres, la igualdad entre los chicos y las chicas …
Ha habido siempre profetas, hombres y mujeres que aportaban este calor humano, este respeto debido a cada uno y que se batían para hacerlo respetar, si esto no era con palabras, lo era con hechos.
Sí, el Evangelio es Buena noticia, buena noticia para todos. Me pregunto por qué este movimiento de liberación que describe Shûsaku Endô no ha concernido aún a las personas homosexuales. ¿Habrá cristianos, bastantes cristianos, para demostrar que el Evangelio les es anunciado a las personas tal como ellas son, les saludan, les consideran en su dignidad y restauran la belleza de su humanidad en su derecho a existir, a desarrollarse y a contribuir a la felicidad de todos?
Sueño con que el Evangelio aporte este calor humano a todos los que se sienten rechazados a causa de su homosensibilidad. Todos, incluidos los que están ya comprometios con Cristo, y a quienes se dejó creer que Cristo les rechazaba.
*
Z – 22/01/2017
***
Fuente Fotografías: 1. Andrew Garfield y Yôsuke Kubozuka, 2. Andrew Garfield y Shinya Tsukamoto, en la película de Martin Scorsese Silencio basada en la novela de Shûsaku Endô.
***
Comentarios recientes