Los republicanos de Texas quieren su propia ley de lavabos anti-trans
Dan Patrick, teniente de gobernador de Texas
El teniente de gobernador de Texas dice que una ley de lavabos anti-trans es una prioridad de su gobierno, y los empresarios ya piensan en el dinero que van a perder.
Los republicanos de Texas han dicho que quieren tener su propia ley anti-trans. No la llaman así claro, le pondrán algún nombre absurdo con la palabra “libertad” o “defensa“, que son dos cosas que les gusta decir mucho pero aplicar poco. El caso es que quieren una ley que prohíba a las personas trans utilizar el baño del género con el que se identifican. Porque a Carolina del Norte le ha ido tan bien que claro, es normal que todos quieran una igual.
Dice el teniente de gobernador, el republicano Dan Patrick, que la creación de esa ley es una prioridad de su gobierno. Y en una nota enviada a la prensa alabando los esfuerzos por los republicanos de Carolina del Norte para evitar la derogación de la HB2 el mismo Patrick ha dicho que es “esencial una legislación que proteja la privacidad de las mujeres y los negocios para asegurar que los depredadores sexuales no puedan entrar libremente en los baños, vestuarios o duchas de las mujeres“.
De nuevo, el partido republicano implicando que las mujeres trans son hombres vestidos de mujer que quieren agredir sexualmente a sus mujeres cisgénero.
Aunque el partido republicano controla todo lo que se puede controlar políticamente en el estado de Texas, no parece que lo de crear una ley como la HB2 vaya a salir adelante porque parece que Dan Patrick es el único que no se ha dado cuenta de que este tipo de leyes (además de ser discriminatorias, aunque eso a los republicanos les da igual) hacen perder mucho dinero.
Forbes estimó que Carolina del Norte perdió unos 600 millones de dólares en seis meses por culpa del empeño de su ya ex-gobernador, Pat McCrory, en mantener la ley transfóbica. Sin contar los 500 millones que McCrory sacó de un fondo de prevención de desastres naturales para pagar los abogados que defendían la ley. Pero es que la Business Association de Texas ya avisó hace un mes de que tenían un “mensaje alto y claro de la comunidad de empresarios de Texas“, dijo su presidente Chris Wallace: una ley como al HB2 podría costarle al estado la pérdida de 100.000 puestos de trabajo y Ocho mil millones de dólares. “Proteger a Texas de la pérdida de miles de millones de dólares es fácil: no aprueben leyes innecesarias que discriminan a los texanos y a nuestros visitantes“, dicen desde la asociación de empresarios.
A todo esto, que Pat McCrory ya no es gobernador de Carolina del Norte. Pero aún así no ha perdido la ocasión de grabar un vídeo despidiéndose de las gentes del estado echándole la culpa de todo a “un problema social manufacturado” por “un grupo de izquierdas en Washington“ que creó un boycott intencionado al aprobar la ordenanza antidiscriminatoria en Charlotte para quitarle del puesto. Hay que tener la cara muy dura y ni una pizca de ética…
Fuente: Pink News, vía EstoyBailando
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