Católicos integristas demandan a Obama por no dejarles discriminar a las personas trans
Algunos católicos americanos se quejan de que una ley de Obama obliga a los médicos religiosos a realizar abortos y reasignaciones de sexo, pero las organizaciones LGTB responden que no.
Antes de salir de la Casa Blanca, el presidente Obama está firmando leyes y órdenes ejecutivas con la intención de proteger todo su trabajo antes de que llegue Donald Trump e intente cargárselo. Probablemente no sirva de mucho porque en enero los republicanos controlarán todo lo que pueden controlar, pero la clave es no ponérselo fácil, que sus votantes se cansen de que se gasten dinero en cosas que no les afectan realmente y que en cuatro años los manden a a casa.
Todos sabemos que el nuevo enemigo a batir por parte de los grupos religiosos en Estados Unidos es el colectivo trans, porque desde que el Tribunal Supremo aprobó el matrimonio igualitario no está muy bien visto ser homófobo. Así que se han pasado a la transfobia, que eso aún sale gratis. En plena guerra por las leyes de “libertad religiosa” y las “leyes de los lavabos“, Obama firmó una orden ejecutiva que obligaba a la administración a permitir que las personas trans utilicen el baño del género con el que se identifican.
Pero además Obama firmó en julio una ley que afectaba al Acta de Cuidado de Salud Asequible para aclarar una parte del texto que podía ser propensa a la discriminación. En realidad la intención no era proteger únicamente a la comunidad trans sino a cualquiera que pudiera ser discriminado, pero estos católicos dicen que no, que en realidad todo es un intento de Obama para obligar a los médicos católicos a hacer cosas que su religión no les permite.
La Catholic Benefits Association ha presentado en un juzgado del Distrito de Dakota del Norte una demanda contra Obama alegando que la ley es “un intento del gobierno de redefinir el término ‘sexo’ en las leyes anti-discriminación federales“. Y añaden que esa ley forzará a los médicos católicos a realizar cirugías de reasignación de sexo o abortos, algo que la Biblia no les permite hacer.
Desde las organizaciones LGTB reconocen que la ley que firmó Obama ofrece una protección importantísima a las personas trans, pero aclaran que no es una ley que fuerce a nadie y que los católicos integristas están haciendo lo que mejor saben hacer: tergiversar las cosas. Según Sarah Warbelow, la directora legal de la Human Rights Campaign, lo que dice la ley es que “si provees un servicio concreto a una persona, no puedes negarte a proveérselo a otra“.
Es decir: que un médico que no realiza reasignaciones de sexo o abortos no estará obligado a hacerlo, pero uno que sí los hace no puede negarse a hacerlo en base a un criterio discriminatorio.
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