El proceso de aprobación del matrimonio igualitario en Taiwán da un paso adelante
El proceso de aprobación del matrimonio igualitario siue adelante en Taiwán. Un comité legislativo del Yuan Legislativo (el Parlamento unicameral taiwanés) ha aprobado en segunda lectura una modificación del Código Civil de la isla que abre el matrimonio a las parejas del mismo sexo. La culminación del proceso no será sencilla, de todas formas. Quedan aún dos lecturas más, cuya discusión seguramente no tendrá lugar hasta mediados del año 2017, y la oposición de los grupos religiosos es intensa. El hecho de que las manifestaciones a favor sean realmente multitudinarias y de que las encuestas arrojen un apoyo mayoritario de la población permite sin embargo mantener la esperanza.
El vuelco electoral ocurrido en enero, que hizo presidenta a Tsai Ing-wen y daba mayoría absoluta a su partido, el Partido Progresista Democrático (DPP), acababa desembocando hace unas semanas en la presentación de varias iniciativa legislativas en esa dirección. La nueva presidenta, recordemos, es favorable al matrimonio igualitario (antes de convertirse en presidenta ya nos hicimos eco de uno de sus vídeos, en el que incluyó a parejas del mismo sexo) y la mayoría de su partido, al menos sobre el papel, también lo apoya.
Ya hace dos años, de hecho, que el Parlamento de Taiwán discutió el tema por primera vez, pero ahora el equilibrio de fuerzas parece más favorable. El matrimonio igualitario contaría con el apoyo de una fracción significativa del DPP, así como del minoritario Partido del Nuevo Poder (NPP), que tiene 5 diputados. Cuenta, sin embargo, con la oposición de la mayoría de los diputados del Kuomintang o Partido Nacionalista Chino, principal fuerza de la oposición (aunque también hay algún miembro de este que lo apoya).
La propuesta de modificación del Código Civil fue aprobada en primera lectura el pasado 8 de noviembre (en concreto, se aprobaron dos propuestas de enmienda). Este lunes, al menos una de las propuestas, la presentada por el diputado del DPP Yu Mei-nu, conseguía el aval del Comité Judicial y de Leyes Orgánicas de Yuan. No sin debate, de hecho. La redacción original, que sustituía a “el hombre y la mujer” por “las dos partes” en el texto legal, era sustituida por una nueva redacción, que sin eliminar la referencia al “hombre y la mujer” añadía una línea más al Código Civil específicando que el matrimonio también pueden tener lugar “entre dos personas del mismo sexo”, con los mismos requerimientos y consecuencias. La reforma también implica que las parejas del mismo sexo no podrán ser rechazadas en las solicitudes de adopción en base a su orientación sexual.
Comienza ahora el proceso posiblemente más delicado: las negociaciones entre los diputados para conseguir avanzar hacia una segunda y tercera lectura, que tendrían lugar ya a mediados del año 2017. Y es que, como ya comentamos en una entrada anterior, ninguno de los partidos representados en el Yuan Legislativo se ha comprometido oficialmente a que la medida sea finalmente aprobada. Una reticencia basada, muy posiblemente, en las reservas de los diputados de los distritos más conservadores. Y es que el proceso de discusión parlamentaria se está acompañando de una intensa movilización de los sectores homófobos. En noviembre nos hacíamos eco, por ejemplo, de una manifestación de diez mil personas en Taipéi, la capital taiwanesa, convocadas por la Alianza de Grupos Religiosos de Taiwán para la Protección de la Familia, para mostrar su protesta tras la aprobación en primera lectura.
Sin embargo, también el movimiento en favor de la igualdad en Taiwán ha sido capaz de mostrar músculo. Semanas antes de la manifestación homófoba, unas 82.000 personas habían apoyado la celebración del Orgullo LGTB de Taipéi. Y ya en diciembre, un concierto en favor del matrimonio igualitario, que contó con algunas de las figuras más populares del pop taiwanés, fue capaz de atraer a unas 150.000 personas.
Veremos qué sucede finalmente. A día de hoy, la vía legislativa parece la única viable, después de que la batalla jurídica emprendida por el activista Qi Jia-wei (o Chi Chia-wei) y su novio para contraer matrimonio fracasara cuando la Corte Administrativa de Taipéi desestimó su demanda al considerar que la legislación vigente simplemente no lo permitía.
Punta de lanza de la igualdad en el Extremo Oriente
Lo cierto es que en Taiwán el clima social es cada vez más aperturista hacia el matrimonio igualitario. Una encuesta llevada a cabo en 2014 mostraba que el 68% de la población estaría ya a favor. Cifra que ascendía al 71% en otra encuesta llevada a cabo un año después. Los gestos públicos también parecen demostrarlo. En septiembre de 2013, 800 activistas celebraron con gran éxito un banquete nupcial frente a la sede presidencial para reclamar la aprobación del matrimonio igualitario. Y en octubre de 2015, por primera vez, en las bodas masivas de Taipéi participaron 10 parejas del mismo sexo (cuya unión fue simbólica y sin validez legal), con el apoyo y la bendición de su alcalde, el independiente Ko Wen-je.
Taipéi, por su parte, es considerada por muchos la ciudad más gay-friendly del continente asiático y es hoy un destino turístico LGTB en alza. La capital y Kaohsiung, la segunda ciudad del país, cuentan desde este año con un registro de parejas del mismo sexo.
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