La embajadora de EE.UU. en la ONU critica a los países homófobos por no querer evitar otro Orlando
Samantha Power hace un apasionado discurso en defensa del colectivo LGTB frente a los homófobos que quieren cargarse el puesto de Experto Independiente en temas LGTB.
Hace unas semanas te explicábamos que varios países africanos (apoyados por Rusia, algunos de Oriente Medio y China) pretendían cargarse la figura del experto independiente en cuestiones LGTB, Vitit Muntarbhorn, designado a ese cargo por el secretario general saliente, Ban Ki-moon.
El trabajo de Muntarbhorn se basa en comprobar que los países miembros de la ONU respetan los derechos humanos de su población LGTB, cosa que realmente tiene muy sencilla porque es muy evidente que hay varias decenas de países que no lo hacen. Precisamente por eso, porque es algo muy evidente, a algunos les molesta tener a la ONU señalándoles con el dedo por este tema.
La propuesta para eliminar el cargo de Muntarbhorn no prosperó gracias, entre otras cosas, a la presión que ejerció Reino Unido. Pero lo cierto es que se salvó por los pelos. Los motivos que esgrimían los contrarios al trabajo de Muntarbhorn es que hay otras discriminaciones más preocupantes, como el racismo, y que además lo de la orientación sexual y la identidad de género son conceptos que no todos los países “entienden”.
Como no consiguieron lo que buscaban, los países que querían cargarse el puesto de Muntarbhorn presentaron una enmienda al informe anual del Consejo de los Derechos Humanos que habría pausado el trabajo del experto LGTB de forma indefinida hasta que se solucionara. La enmienda, por suerte, fue rechazada con 77 votos a favor, 84 en contra y 16 abstenciones.
Samantha Power, la (por ahora) embajadora de los Estados Unidos en la ONU, ha criticado duramente a los países que se oponen a la existencia de este experto en cuestiones LGTB y les ha preguntado, directamente, “¿por qué querría cualquier país miembro entrometerse en los intentos de prevenir la violencia como la del ataque en la discoteca de Orlando?”
“Los defensores de esta enmienda” ha declarado Power al explicar por qué votaba en contra “argumentan en su nota explicativa que la razón por la que buscan el retraso es ‘que no hay un acuerdo internacional en la definición de los conceptos de orientación sexual e identidad de género’. Eso es meridianamente falso. El problema de la violencia y la discriminación basada en la orientación sexual o la identidad de género está muy establecido y se entiende perfectamente.
En realidad esta enmienda tiene poco que ver con las preguntas alrededor de la definición de la orientación sexual o la identidad de género. En lugar de eso, esta enmienda está cimentada en un desacuerdo real sobre si las personas de cierta orientación sexual o identidad de género tienen los mismos derechos. Y está promovida por un grupo de estados miembros de la ONU que creen que es aceptable tratar a la gente de forma diferente por quiénes son o por a quién aman.”
Para Powell no se trata de que “el Norte intente imponer sus valores sobre el Sur”, sino que es “un problema de respeto a la dignidad y a los derechos humanos de todas las personas, en cualquier parte.”
Se puede decir más alto, pero no más claro.
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