Teatro de los sueños
Ha llegado el momento de instaurar una religión que proponga la idea de un Dios encarnado en toda la materia (Louis Althusser)
18 de noviembre, IV domingo de Adviento
Mt 1, 18-24
Cuando un ángel se le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no tengas reparo en acoger a María como esposa
El Eclesiástico dice en su Himno a la Sabiduría (Eclo 34, 1) que los tontos viven de falsas esperanzas y que los sueños dan alas a los insensatos. Alguien dijo: “No siempre el tiempo es propicio para la navegación de los sueños”. Sin embargo en el Pentateuco (12, 6 del Libro de los Números) leemos que Dios dijo a Aarón y María: “Escuchad mis palabras: Cuando entre vosotros hay un profeta del Señor, me doy a conocer a él en visión y le hablo en sueños”.
Ya en la Ilíada aparecen éstos como el medio a través del cual los dioses se comunicaban con los mortales. Y en las Biblias de todas las religiones ocurre otro tanto. En la cristiana muchas veces soñar es gratis y rentable, como le sucedió a San José al desear repudiar a María en secreto y al volver de Egipto; al otro José hijo de Jacob y de Rebeca; a los Reyes Magos, cuando buscaban al niño y cuando partieron para su tierra por otro camino; el famoso sueño de Jacob en Betel (Génesis 28, 12) subiendo y bajando por la escala, que el español Ribera pintó en un lienzo, y el suizo Chagall soñó en la iglesia Fraumünster de Zurich, etc, etc.
Son sueños o ensoñaciones en los que, como escribió Juan Ramón Jiménez en Platero y yo: “Por doquiera, el campo se abre en estallidos, en crujidos, en un hervidero de vida sana y nueva. Parece que estuviéramos dentro de un gran panal de luz, que fuese el interior de una inmensa y cálida rosa encendida”. En definitiva, que cuando una flor se abre, es primavera en todas partes. Así lo creía también George en el diálogo que mantenía con su hija pequeña Sussi en la película ¡Qué bello es vivir! del director Frank Capra: -”Procura dormir un poco. / -No tengo sueño. / -Lo sé, lo sé, pero tienes que dormir. Así soñarás con ella y será un jardín entero”.
Esta fue, es y será la ensoñación universal de María y nuestra, como lo fue de Isaías 7, 10-14. Mirad: la virgen está en cinta”, y en Shakespeare, que ve el mundo como un Teatro de los sueños cuando en Como gustéis decía:
“El mundo entero es un escenario,
y hombres y mujeres, meros actores.
Entran en escena, salen de ella, y cada uno utiliza
su tiempo para representar muchos papeles”.
Gran Teatro del Universo y de los sueños que, con el filósofo marxista Louis Althusser (Argelia 1818-París 1990), nos permite soñar que “Ha llegado el momento de instaurar una religión que proponga la idea de un Dios encarnado en toda la materia. (Louis Althusser). Un Dios que, como las pinturas rupestres de Cantabria, se revelan como magma sonoro en progresión constante, manteniendo los valores del pasado.
El BISONTE
Animal único viviente
capaz de soportar toda tormenta.
Inclinas tu cerviz, la desafías
en vez de huir de ella.
Quizás por eso el hombre primitivo
cantó tu valentía en sus cavernas
cuando las nubes dieron a luz en las montañas
vestidas de tules y de sedas.
Simas de Puente Viesgo, tus pinturas
-magma sonoro en progresión constante-
mantienen los valores del pasado.
Pinturas de bisontes
en las Cuevas Rupestres de Cantabria:
Teatro de los Sueños.
(Naturalia. Los sueños de las criaturas. Ediciones Feadulta)
Vicente Martínez
Fuente Fe Adulta
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