El líder de los homófobos de Taiwán no sabe si tiene o no un hijo con otra mujer
Andrew Chang (Foto: CNA / Taipei Times)
Andrew Chang dice que lo que pasó hace diez años es un lío muy confuso.
Ya os hemos contado antes en esta página que Taiwan está dando todos los pasos para ser el primer país asiático en legalizar el matrimonio igualitario. Y lo que pasa cuando en algún lugar del mundo se plantean esta posibilidad es que los homófobos salen a manifestarse coreando frases como “¡Los niños necesitan un padre y una madre!”. Sí, en Taiwan también recurren al tópico de que no son homófobos, que lo hacen pensando en los niños.
En el caso de esta isla del mar de China, la organización-franquicia del movimiento homófobo se llama Alianza de Grupos Religiosos por el Amor de las Familias y afirman que está integrada por grupos religiosos y sociales que comparten los valores comunes de querer proteger la familia y el matrimonio. Lo de siempre, sólo que son tan poco sutiles que ya anuncian que su tontería es de inspiración religiosa en el título, aunque luego lo intenten arreglar.
Lo único original que tienen es el nombre, por lo demás apuestan por frases que ya saben que funcionan entre su público como “el comportamiento homosexual es contagioso” o que las marchas del Orgullo están en contra de la moral y las buenas costumbres.
El secretario general de esta Alianza se llama Andrew Chang, y ha hecho declaraciones como “los partidarios de la homosexualidad y de la marcha del orgullo promueven la cultura gay y la ideología de la revolución sexual”. Según Chang, eso de la revolución sexual es una cosa malísima porque “no tiene en cuenta la afectividad, se centra en el sexo, anima a tener contactos sexuales con muchas personas a la vez, corrompe sin escrúpulos la buena moral, la ética y las tradiciones culturales, y es atractiva para los niños, haciendo que pierdan la capacidad de establecer relaciones o que incluso se vuelvan homosexuales”.
Mientras Chang anda por ahí protegiendo a la familia como Dios manda, un periódico local ha sacado la historia que tuvo con otra mujer cuando todavía estaba casado con su primera esposa. Y hasta aquí todo sería un caso típico de hipocresía de estos señores tan morales y tan defensores de la familia que luego están por ahí casándose y descasándose todo lo que les parece. Lo más grave es que también le acusan de tener un hijo con esa otra mujer al que no ha reconocido ni le ha dado ningún tipo de apoyo económico. Imaginad la cara que le quedará al niño, que ya debe tener diez años, y sobre todo a su madre, cuando vea a este señor hablando en los medios sobre la importancia de la familia tradicional y que los niños lo que necesitan es un padre y una madre.
En su defensa, el señor Chang dice que las acusaciones no son necesariamente ciertas, no tiene muy claro lo que pasó, y que aquellos años lo de su relación fue un lio muy complicado. Sí, tal cual. Lo lamentable es que este señor se dedique a pasear diciendo tonterías en vez de arreglar la confusión que tiene con su vida…
Comentarios recientes