La represión del régimen egipcio ha causado la detención de más de 274 personas LGTB en los últimos años
Según denuncia la asociación Solidarity with Egypt LGBTQ+, desde el 2013 se han producido en Egipto 274 detenciones de personas LGTB. De ellas, 210 han sido de homosexuales o bisexuales (209 hombres y 1 mujer) y 64 de mujeres transexuales. La cifra real de detenciones debe ser mucho mayor, pues los datos han sido tomados de artículos en medios de comunicación. A pesar de que las leyes egipcias no castigan específicamente las relaciones homosexuales o la transexualidad, la represión del régimen de Abdelfatah Al-Sisi hacia las personas LGTB es evidente, aunque se trate de enmascarar con la utilización de artículos del Código Penal que castigan a quien contraviene la “decencia pública”.
Desde que en junio de 2013 Abdelfatah Al-Sisi derrocara al presidente Mohamed Morsi, por medio de un golpe de Estado, se ha incrementado la represión contra las personas LGTB. Dado que las autoridades egipcias no ofrecen este tipo de datos, la cifra de 274 detenciones se ha tenido que recoger de artículos publicados en los medios de comunicación, que tampoco suelen difundir muy a menudo este tipo de noticias. El total de detenidos, por tanto, se sospecha que debe ser mucho mayor.
Atendiendo a lo recopilado por Solidarity with Egypt LGBTQ+, se han presentado ante la justicia egipcia 114 casos criminales y 21 por delitos de odio, que han ocasionado la detención de 274 personas LGTB (265 de nacionalidad egipcia y 9 extranjeras), entre ellas varios adolescentes. Del total, 210 correspondían a homosexuales o bisexuales (209 hombres y una mujer cisgénero), y 64 a mujeres transexuales. Como la administración egipcia no reconoce la identidad de género de estas mujeres, fueron acusadas también por haber mantenido relaciones con otra persona del mismo sexo.
Solidarity with Egypt LGBTQ+ denuncia asimismo que en el 58 % de los casos las detenciones se han producido utilizando las redes sociales, en concreto en 66 de los 114 casos criminales. La condena más dura de las aplicadas a los acusados ha sido de 12 años de prisión, en un proceso en el que se juzgó a 11 hombres homosexuales o bisexuales por el delito de “libertinaje e incitación al libertinaje”, uno de los subterfugios habituales en las condenas por homosexualidad. Las penas aplicadas a los adolescentes que han sido detenidos oscilan entre 1 y 3 años de cárcel.
Egipto: un país inseguro para oriundos y extranjeros
El propio Ministerio de Asuntos Exteriores de España, en su ficha de Egipto, “desaconseja que las mujeres viajen solas, sin agencia de viajes y/o fuera de los circuitos turísticos” y explica a continuación que “aunque la homosexualidad no está formalmente tipificada como delito, los actos homosexuales en público son ilegales y hay precedentes de homosexuales condenados a prisión por contravenir leyes de ‘decencia pública’”.
Efectivamente, aunque las relaciones homosexuales no son ilegales, sí están perseguidas socialmente y se castigan a través de otras figuras legales como la “indecencia o libertinaje”, la “conducta inmoral” o la “ofensa a los sentimientos religiosos”. Además, en abril de 2015 nos hacíamos eco de la nueva potestad que se arroga el Estado para deportar a extranjeros LGTB. Esta medida era ratificada por un tribunal que falló en favor de la decisión tomada por el Ministerio del Interior egipcio de extraditar y prohibirle la entrada al país a un ciudadano libio, por ser gay.
Como señalábamos anteriormente, en abril de este 2016 fueron condenados once hombres egipcios a penas que oscilaban entre los 3 y los 12 años de cárcel, acusados del delito de “libertinaje e incitación al libertinaje”, que es el cargo que se utiliza habitualmente en Egipto para detener y condenar a homosexuales. Las detenciones se llevaron a cabo en septiembre de 2015, fruto de unas redadas que formaban parte de una “campaña de moralidad” con motivo de la festividad que marca el fin del Ramadán.
En junio de 2015, dábamos cuenta de la utilización que la “Policía de la Moralidad” hacía de apps de contacto para gais y redes sociales para engañar y detener a hombres homosexuales inocentes. La última víctima: un refugiado sirio que llegó a Egipto huyendo de las miserias y de la violencia de su país, para empezar una nueva vida, y que fue humillado, detenido y condenado a un año de prisión tras caer en una trampa policial.
Incluso algunos medios de comunicación se dedican a realizar “cacerías” contra homosexuales. Al Kahera Wal Nas emitía en diciembre de 2014 un reportaje de la denostada presentadora amarillista Mona Iraqi, que servía como excusa para detener a decenas de personas, vanagloriándose de la redada a una sauna gay de El Cairo (capital de Egipto). Un tribunal los absolvería a todos posteriormente. No obstante, siguió pesando sobre ellos otra condena que no se revoca: la estigmatización social. Un problema que a menudo deriva en violencia por parte de terceros o en intentos de suicidio. Uno de los detenidos en la sauna gay de El Cairo, por ejemplo, trató de quemarse vivo, tras difundirse las imágenes en televisión en las que se le reconocía.
En noviembre de 2014 nos hacíamos eco de la condena de un tribunal de Egipto a tres años de prisión para ocho hombres por aparecer en un vídeo en el que presuntamente se representaba la celebración de “la primera boda gay” de este país. Sin embargo, los ocho acusados habían negado los cargos que se les atribuían, así como que la controvertida boda fuese una ceremonia real, ya que el matrimonio entre personas del mismo sexo no es posible en Egipto.
Ese mismo año, también informábamos de la sentencia de un tribunal egipcio que condenaba a cuatro hombres a varios años de prisión, por crear una supuesta red de prostitución homosexual, después de que la policía encontrase ropa de mujer y maquillaje en la casa de uno de ellos.
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