Del blog de Xabier Pikaza:
Varias veces he tratado del tema, y hoy vuelvo para comentar las tentaciones de Jesús , que son básicamente las del Reino (que él rechazó).
Pero más que las tentaciones de Jesús y de su reino en el pasado me interesan las tentaciones propias del Jesús de la Iglesia actual , pues ella ha podido caer bastantes veces en la tentación del Reino, en contra de Jesús (como ponía de relieve, de forma emocionada y profética, el Cardenal Y. Congar en varios de sus libros y memorias, que cito en mi Historia de Jesús).
El tema del Reino de Jesús (¡y de la Iglesia!) está lleno de imágenes y proyecciones políticas, que vienen desde Constantino hasta los vencedores de la guerra española del 1936-1938 (imagen) y Guerrilleros de Cristo Rey, de infeliz memoria en nuestra tierra.
Es un tema que no se encuentra aún resuelto, pues muchos quieren seguir teniendo una Iglesia entendida como Reino (¡dictadura!) sobre las conciencias, no en sentido puramente político, pero sí de imposición social
No quiero tratar de Cristo Rey arriba (en el puro cielo), sino de la tentación de un tipo de Reino en este mundo, un Reino de fondo religioso (falsa ideología) que corre el riesgo de volverse infierno para miles y millones de personas, sin pan, sin verdadera libertad, sin autonomía de conciencia.
En esa línea insisto en el infierno de este mundo, que es el anti-reino, señalando con un adagio latino que ubi Diabolus ibi et Infernus, esto es, donde está el Diablo, aquello es infierno. Ofrezco una reflexión tomada de un documento clásico de Dostoievsky, pero adaptándolo y aplicándolo a nuestras circunstancias económicas, sociales e intelectuales, desde la perspectiva de las tentaciones de Jesús.
Del infierno en el mundo trata el relato de las tentaciones de Jesús, que trazan con tona nitidez un programa de anti-reino (esto es, de Diablo), no de Reino, en este tiempo duro en el que entramos, inquietados muchos de nosotros por el efecto Trump, pero olvidando quizá que gran parte de los gobernantes de hecho son como Trump, pero con careta, incluso peores que él.
Buscamos el Reino del Pan (¡nuestro pan, nuestro capital!), hablando de votos y de democracia, pero con gobiernos al servicio de los poderosos (es decir, del mismo capital), inventando para ello una ideología del progreso y de la seguridad de fondo falsamente religioso, apelando incluso a las Iglesias.Así lo mostraré en las reflexiones que siguen, que no tratan de política en sí, sino de evangelio y de iglesia.
El problema, a mi juicio, no está en cambiar el gobierno (aunque unos gobiernos pueden ser mejores que otros), sino en cambiar los principios y estructuras de la vida humana, empezando por el pan/economía (al servicio de todos), y siguiendo por el poder político (que no ha de ser un arte de dominio, sino de comunicación en libertad), para culminar en la ideología, que es el pensamiento (religión) como experiencia de libertad compartida, en gratuidad.
Quiero con estas reflexiones, quizá intempestivas, trazar el sentido de este día de Cristo-Rey, superando las tentaciones de un reino diabólico. Buen día de Cristo Rey a todos a todos.
Imagen 1. Ingenua (y falsa) propaganda de la posguerra española… Digo ingenua, porque la situación actual es más pervera ¿Se podría hoy poner un letrero: Reinaré en el Capital, reinaré en el mundo?
Imagen 2. Portada/puerta de mi libro sobre Jesús, de donde he tomado las reflexiones de esta postal, en una línea de comunión económica, comunicación social y libertad de conciencia, iluminada por la verdad.
Introducción. Texto de Marcos
Quiero así citar, como si fuera comienzo de Cuaresma (más que día de Cristo-Rey), el texto de las tentaciones de Jesús. Los investigadores saben, desde antiguo, que no se trata de un dato histórico, que deba tomarse al pie de la letra, como algo que pasó a Jesús en un sentido externo. Pero, en un plano más profundo, ellas pertenecen a la historia del despliegue de la conciencia de Jesús y de su identidad mesiánica, como lo han mostrado as dos “fuentes” básicas de su vida: el evangelio de Marcos y el texto Q, transmitido por Lucas y Mateo. El texto de Marcos dice así:
En seguida, el Espíritu le impulsó al desierto,
y estuvo en el desierto cuarenta días,
siendo tentado por Satanás. Estaba con las fieras,
y los ángeles le servían (Mc 1, 12.13).
Este relato no quiere narrar un hecho de la historia de Jesús, sino que ofrece una interpretación de conjunto de esa historia, desde la perspectiva de la creación (es el hombre de Gen 2-3) y la constitución del pueblo israelita (es el pueblo de Israel en sus cuarenta años/días de desierto: libros del Éxodo al Deuteronomio). Jesús aparece así como el verdadero Israel (que ha pasado el Mar Rojo: Bautismo), como el hombre verdadero, de manera que su historia es “la historia del hombre”, el comienzo de la nueva humanidad.
En este contexto se dice que “fue tentado por Satán”, en palabra que no alude a un hecho concreto, sino a toda la vida de Jesús, que ha sido una vida de revelación del Espíritu de Dios y de prueba de Satán, la prueba final, la victoria de Dios sobre lo diabólico. En ese contexto se añade que Jesús “estaba con las fieras y los ángeles le servían”, indicando así que su vida es la vida del verdadero Adán-Eva, el nuevo ser humano.
Texto de Mateo y Lucas (Q):
A diferencia de Marcos, la tradición del Q (recogida por Mt 4, 1-11; Lc 4, 1-13) ha desarrollado esa “tentación” de Jesús de una forma mesiánica, en tres tentaciones, que no pueden entenderse tampoco de forma “historicista”, pero que son históricas en el sentido más profundo de la palabra. Ellas trazan el sentido más profundo de la historia de Jesús, mirada desde una perspectiva económica (posesión de bienes), política (control de los medios del poder) e ideológico/religiosa (producción y posesión de ideas):
En aquel tiempo, Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu para ser tentado por el diablo. Y después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, al fin sintió hambre. El tentador se le acercó y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes. Pero él le contestó, diciendo: Está escrito: No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
Entonces el diablo lo lleva a la ciudad santa, lo pone en el alero del templo y le dice: Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: Encargará a los ángeles que cuiden de ti, y te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las piedras. Jesús le dijo: También está escrito: No tentarás al Señor, tu Dios.
Después el diablo lo lleva a una montaña altísima y, mostrándole los reinos del mundo y su gloria, le dijo: Todo esto te daré, si te postras y me adoras. Entonces le dijo Jesús: Vete, Satanás, porque está escrito: Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto. Entonces lo dejó el diablo, y se acercaron los ángeles y le servían. (Mt 4, 1-11) .
Contexto
Estas tentaciones ofrecen la visión más luminosa y actual de las exigencias y riesgos sociales del Reino de Jesús. El evangelio no es una evasión idealista, sino un programa de “lucha” contra los poderes diabólicos. Para exponer el sentido de esa lucha escribieron los separados de Qumran su Manual de Guerra (4QM); para darle nuevo contenido han escrito Mt 4 y Lc 4 este espléndido relato que recoge, en el principio de la historia de Jesús, el sentido de conjunto de su obra. Leer más…
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Ciclo C, Dios, Evangelio, Jesucristo rey del Universo, Jesús, Tiempo Ordinario
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