Un estudio alerta sobre la impunidad del acoso homofóbico en los centros de primaria
Un estudio de la Universidad de Dublín advierte que en los centros de enseñanza primaria no se toma la debida atención a las expresiones de carácter homofóbico cuando son utilizadas por los niños.
Los directores de las escuelas primarias no tienen en cuenta algunas expresiones como insultos homofóbicos al considerar que los niños no tienen conciencia de lo que están diciendo, según revela una encuesta realizada por la Universidad de Dublín. Consideran adjetivos como gay, marica, maricón o lesbiana como bromas inocentes cuando constituyen un claro acoso homofóbico, por eso los investigadores solicitan que los responsables de los centros de enseñanza jueguen un papel directo para evitar ese tipo de lenguaje. «Incluso si los niños no comprenden completamente los términos, es la delgada línea entre una cuestión polémica y lo que algunos traducen como acoso (…). El acoso comienza con pequeñas cosas que terminan haciéndose grandes», matiza el Dr. James O’Higgins Norman, director del Centro contra el acoso de la Universidad de Dublín.
Según revela el estudio, de 238 directores de primaria encuestados a nivel nacional, más de uno de cada dos directores de un centro de primaria trató con un caso de acoso homofóbico en curso 2012-2013. La gran mayoría de los encuestados indicaron que habían tratado este tema semanalmente o mensualmente, señalando que también los maestros y/o los padres se habían puesto en contacto con ellos para platearles su preocupación por algún incidente relacionado con el acoso. En un número muy pequeño de casos, los directores dijeron que habían tratado un incidente en el que un alumno fue abusado físicamente porque otros pensaban que era homosexual o lesbiana.
Asimismo, también han transmitido su experiencia con el uso homofóbico del lenguaje que practican los alumnos al etiquetar lo que no les gusta o es diferente, aunque no siempre consideran que constituya necesariamente una acción de acoso homofóbica. Otros estudios han demostrado que los adultos no tratan el uso peyorativo de expresiones homofóbicas por parte de los niños con la misma seriedad que si fueran, por ejemplo, expresiones racistas.
«Nuestras conclusiones dejan clara la necesidad de educación y formación adicional para los responsables escolares en el tema, dado que corremos el riesgo de que contribuyan más a los muchos silencios que rodean el tema en las escuelas primarias en Irlanda. Esperamos que al hacer este análisis inicial en este asunto en las escuelas primarias, consigamos una mayor comprensión de los retos a los que se enfrentan los directores, contribuyendo de alguna manera a aumentar su capacidad para responder a la intimidación homofóbica en las escuelas», explica el Dr. O’Higgins Norman apuntando que el estudio se centra en los directores de los centros de enseñanza primaria debido al papel que juegan a la hora de implementar cierto tipo de protocolos en las escuelas.
Este estudio coincide con un nuevo programa llamado All Together Now, orientado a la concienciación con el propósito de prevenir y combatir el acoso escolar homofóbico y transfóbico en las escuelas primarias, que ha sido diseñado por Belong To, un grupo de jóvenes que luchan por los derechos de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales y la formación de maestros de la Universidad de St Patrick, que ahora es parte de la Universidad de Dublín.
Lamentablemente, no es una medida que debería tomarse sólo en Irlanda, Human Rights Watch denunciaba hace poco que los menores de edad están desprotegidos en Japón, y en España, sin ir más lejos, una niña era víctima de una terrible agresión de carácter homofóbica en Palma de Mallorca, aunque mucho peor lo tuvo que haber pasado Diego, de 11 años de edad, que se suicidaba en febrero en Leganés «porque no quería ir a clase» tras haber sido víctima del acoso homofóbico.
Fuente Universogay
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