El USB que va revolucionar el tratamiento contra el Sida: pendrive que analiza la carga viral en pacientes con VIH.
Uno de los enormes avances en el tratamiento del VIH de los últimos años ha sido la capacidad de reducir y controlar el nivel de carga viral en sangre de las personas que conviven con el virus. Esto se ha conseguido con mejoras espectaculares en la medicación anti-retroviral, y lleva a que podamos hablar de personas indetectables. O lo que es lo mismo: personas seropositivas que tienen unas posibilidades casi nulas de transmitir el virus.
Pero para mantener ese conocimiento sobre la carga viral y saber si la medicación está funcionando o no (el virus puede volverse resistente a un medicamento y hacer que la carga vuelva a crecer) hay que recurrir a análisis de sangre que a veces son un poco coñazo. En una gran ciudad, con una infraestructura sanitaria decente, vas a que te saquen sangre y tu médico tiene los resultados en pocos días. Pero en zonas rurales, en pequeñas localidades o en continentes menos privilegiados este proceso puede ser un auténtico drama y desembocar en problemas de salud.
A eso hay que sumarle la importancia de los diagnósticos precoces, tanto para la salud del propio paciente como para evitar que una persona seropositiva que no sabe que lo es siga transmitiendo el virus. De nuevo en una gran ciudad lo tienes fácil, en África no tanto.
Ahora un grupo de científicos de la División de Enfermedades Infecciosas del Imperial College de Londres, junto a la empresa DNA Electronics (que forma parte del propio Imperial College) ha desarrollado un prototipo de lo que podría ser una auténtica revolución en el tratamiento de las personas seropositivas: un pendrive, un USB stick, con un dispositivo integrado que va a ayudar a los enfermos de sida a medir de manera rápida y precisa su carga viral en sangre. Así una persona podría saber si es seropositiva y, si ya lo es, saber si su medicación está funcionando a la hora de reducir su carga viral.
Normalmente, los tratamientos para el VIH suelen ir precisamente orientados a reducir la carga viral suministrando medicación retroviral y monitorizando posteriormente si ésta causa efecto. Hasta ahora, estos tests rutinarios suelen tardar una media de tres días o más, ya que las muestras de sangre deben ser enviadas a un laboratorio. Con esta nueva tecnología se reducen signficativamenten los tiempos de espera y facilitará mucho la labor a los sanitarios que trabajan en zonas aisladas o con poca infraestructura, como países del tercer mundo.
El Dr Graham Cooke, autor y director de la investigación ha declarado:
El tratamiento del VIH ha mejorado significativamente estos últimos 20 años hasta el punto de que los enfermos pueden llevar una vida normal y tener una alta esperanza de vida. Sin embargo, para evaluar el éxito del tratamiento se debe monitorizar la carga ya que es crucial para el éxito de los tratamientos contra el VIH. Hasta ahora este procedimiento requería un equipamientos costoso y complejo que tardaba varios dias en obtener resultados. Hemos cogido el trabajo que realiza ese equipo, que suele tener el tamaño de una fotocopiadora, y lo hemos reducido al tamaño de un chip en un USB. Con este dispositivo ya no será así, ya que además tiene un tamaño reducido y se conecta mediante un USB.
Aunque esta tecnología aun se encuentra en fases iniciales, podría permitir a los pacientes medir regularmente sus niveles del virus de VIH como los detectores de azúcar en sangre que utilizan los enfermos de diabetes para medir su nivel de azúcar en sangre.
A pesar de la estabilización y evolución en cuanto a calidad de vida de los enfermos en el primer mundo, la realidad es que el Sida sigue siendo una pandemia en algunas regiones del planeta como en el África Subsahariana, donde no sólo hay carencias en cuanto a campañas de prevención y medios, sino en tejido sanitario. En estos lugares cualquier tipo de instrumento que sea fácilmente transportable, preciso y rápido constituye un gran avance para poder conocer el estadio de la enfermedad y aplicar el tratamiento correspondiente.
¿Y cómo funciona? El stick usb lleva un chip de teléfono móvil y sólo necesita una gota de sangre para analizarla. Esa gota se pone en un lector que la analiza y si detecta el VIH produce un cambio en la acidez de la muestra que se transforma en una señal eléctrica que va directa al chip telefónico y se envía a un ordenador o a otro dispositivo que analice los datos. En la última prueba que realizaron los científicos analizaron 991 muestras, con un 95% de eficacia; y los resultados tardaron unos 20,8 minutos en aparecer.
Ahora también están investigando si este mismo dispositivo podría utilizarse para detectar otros virus, como el de la hepatitis.
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