Inicio > Espiritualidad > “Hoy me gustaría creer en los milagros”, por Carlos Osma

“Hoy me gustaría creer en los milagros”, por Carlos Osma

Sábado, 29 de octubre de 2016

f100007965De su blog Homoprotestantes:

Hoy me gustaría creer en los milagros, necesito uno y no es para mí… Me encantaría volver a tener la fe de cuando era un niño y pensaba que Dios podía hacer todo lo que yo le pidiera. Así, por arte de magia. Sólo hacia falta que se lo pidiera de corazón, y que no fuera por un motivo egoísta. Se trataba de ponerse de rodillas, cerrar los ojos, y hablar con “mi Padre celestial”. Él escuchaba siempre, entendía mis necesidades y respondía a mis peticiones. Eso fue lo que me enseñó mi madre, y a veces como hoy, me gustaría que fuese verdad.

Que mundo tan sencillo, que fácil era Dios de entender, que cercano estaba y cuanto nos amaba. Que absurdo el ateísmo, que estúpida la duda, que pecado más grande no disfrutar de ese Dios tan maravilloso. Yo era de los suyos, estaba en su equipo, era su hijo y todo tenía un sentido. ¿Cómo podría volver hoy a aquel mundo ideal y que fuera verdad? ¿De qué manera regresar al Edén del que fui expulsado tras comer el fruto del “árbol del conocimiento”? ¿Existió alguna vez aquel jardín, aquel mundo en el que fui educado? Sé que no, pero hoy daría todo lo que tengo, por que no fuera así.

En este momento preferiría no ser cristiano, no seguir a un mesías al que su Dios no quiso, o no pudo librar del sufrimiento, del dolor, ni de la muerte. Que impotente el Dios en el que creo hoy, que pequeño me parece, que débil al lado de los Dioses salvadores y todopoderosos a los que muchos dirigen sus peticiones para pedir el milagro que yo necesito. Esos Dioses que no suben a cruces, o si lo hacen, siempre acaban descendiendo victoriosos. Cómo me gustaría no tener que confiar en que algún día volveré a reencontrarme con las personas que quiero, sino estar convencido de ello. Ojalá no fuera cristiano, y todo fuese un sí o un no, y no una fe y un esperanza que en ocasiones como hoy parecen sucumbir.

No tengo suficiente con un Dios que llora conmigo, que me consuela. Quiero uno que haga un milagro de verdad, llorar puedo hacerlo yo sólo. No deseo un Dios paliativo, sino todopoderoso. Uno al que le duela el sin sentido y se atreva a romper las reglas injustas que rigen el mundo en el que vivo. Necesito un Dios que dé vida, y que no permanezca en silencio ante la muerte. Sí, aquel Dios del que me habló mi madre, pero al que la vida real hizo desaparecer a medida que fui creciendo.

Me faltan las fuerzas para permanecer al lado de la cruz y acompañar a quien lucha por la vida, también para bajar del madero el cuerpo sin vida del crucificado y llevarlo hasta el sepulcro. Hoy no tengo la entereza suficiente para ser cristiano, me gustaría autoengañarme y salir corriendo tras cualquier otro mesías que me prometiese el milagro que necesito. Pero cuando uno ha conocido a tantos impostores, es imposible dejarse embaucar. Sin embargo, cuanto daría porque tuviesen razón, así me alejaría del madero donde un mesías impotente se encomienda al Dios que enmudece ante su dolor.

Es imposible que las agujas del reloj desanden el camino que han recorrido y me devuelvan a mi infancia. Ojalá no hubiese crecido y estuviese sentado al lado de mi madre leyendo la Biblia, reviviendo los milagros de Jesús, y creyendo lo que ella me decía: que aquello todavía era hoy posible, que el Dios cristiano es capaz de cualquier cosa por hacernos felices. Me gustaría, como entonces, mirarla a sus ojos azules y no dudar en ningún momento de sus palabras. Sería mucho más fácil para mí hoy, que necesito un milagro que no es para mí. Pero ya no creo en los milagros, ni en los Dioses a medida.

Carlos Osma

Espiritualidad , , , ,

Comentarios cerrados.

Recordatorio

Cristianos Gays es un blog sin fines comerciales ni empresariales. Todos los contenidos tienen la finalidad de compartir, noticias, reflexiones y experiencias respecto a diversos temas que busquen la unión de Espiritualidad y Orientación o identidad sexual. Los administradores no se hacen responsables de las conclusiones extraídas personalmente por los usuarios a partir de los textos incluidos en cada una de las entradas de este blog.

Las imágenes, fotografías y artículos presentadas en este blog son propiedad de sus respectivos autores o titulares de derechos de autor y se reproducen solamente para efectos informativos, ilustrativos y sin fines de lucro. Por supuesto, a petición de los autores, se eliminará el contenido en cuestión inmediatamente o se añadirá un enlace. Este sitio no tiene fines comerciales ni empresariales, es gratuito y no genera ingresos de ningún tipo.

El propietario del blog no garantiza la solidez y la fiabilidad de su contenido. Este blog es un espacio de información y encuentro. La información puede contener errores e imprecisiones.

Los comentarios del blog estarán sujetos a moderación y aparecerán publicados una vez que los responsables del blog los haya aprobado, reservándose el derecho de suprimirlos en caso de incluir contenidos difamatorios, que contengan insultos, que se consideren racistas o discriminatorios, que resulten obscenos u ofensivos, en particular comentarios que puedan vulnerar derechos fundamentales y libertades públicas o que atenten contra el derecho al honor. Asimismo, se suprimirá aquellos comentarios que contengan “spam” o publicidad, así como cualquier comentario que no guarde relación con el tema de la entrada publicada. no se hace responsable de los contenidos, enlaces, comentarios, expresiones y opiniones vertidas por los usuarios del blog y publicados en el mismo, ni garantiza la veracidad de los mismos. El usuario es siempre el responsable de los comentarios publicados.

Cualquier usuario del blog puede ejercitar el derecho a rectificación o eliminación de un comentario hecho por él mismo, para lo cual basta con enviar la solicitud respectiva por correo electrónico al autor de este blog, quien accederá a sus deseos a la brevedad posible.

Este blog no tiene ningún control sobre el contenido de los sitios a los que se proporciona un vínculo. Su dueño no puede ser considerado responsable.