Lorie Smith, una diseñadora gráfica del estado de Colorado, ha presentado una demanda en la que reclama poder negar sus servicios a parejas homosexuales que quieran casarse.

Lorie Smith es una diseñadora gráfica que ofrece sus servicios a través de la empresa de la que es propietaria y en la que trabaja junto con sus dos perros, 303 Creative. Lo de los perros no lo decimos nosotros, lo dice ella en este bonito banner en el que presenta al  equipo. Hasta aquí, nos parece todo estupendo. Pero hay algo que la hace especial: Lorie es cristiana. Lo es tanto que se define como diseñadora gráfica cristiana y lo deja claro tanto en su página web como en varios de los diseños que presenta en su galería de trabajos.  

Nuestra chica de Colorado se ha convertido en una nueva musa de la caverna estadounidense porque ha demandado al Estado de Colorado porque se siente discriminada por la ley antidiscriminación que existe en el mismo. Sí, amigas, lo de esta chica es así de chiste triste. El estado de Colorado tiene una ley que prohíbe a las empresas que ofrezcan servicios de boda discriminar a los clientes en función de su orientación sexual. Y esto las chicas tan cristianas como Lorie no lo pueden entender consentir.

En realidad, si echáis un vistazo a su galería de diseños veréis que hay muchas cosas (como logotipos, folletos y páginas web) pero que no ofrece ningún servicio relacionado con bodas, ni siquiera para las bodas como Dios manda que a ella le gustan, las heterosexuales. Es un producto que, según dice, le gustaría poder añadir a su cartera de productos pero que no se atreve a hacer porque vive en el permanente temor de que una pareja del mismo sexo decida contratarla. ¡Ella necesita poder discriminar a las parejas de maricones que quieran contratarla! ¡Quiere ser como las pasteleras que se niegan a hacer pasteles de boda y esas cosas tan bonitas que conocemos tan bien! ¡Una ley de libertad religiosa es lo que a ella le gustaría!

En su demanda, respaldada por un grupo evangélico, Lorie Smith declara que considera que (su) “Dios la ha llamado para que emplee su talento y el de su empresa de forma que pueda honrarle” y también que “Dios desea que promocione Su diseño del matrimonio entre un hombre y una mujer diseñando y creando sitios web en los que únicamente se celebren y promocionen matrimonios entre un hombre y una mujer” Aparte de estar un poco preocupados por la salud mental de una señora que dice que Dios le ha encargado diseñar páginas de internet, nos da la sensación de que, simplemente, tenía ganas de meterse con los homosexuales y no sabía muy bien cómo hacerlo.

Como la propia Lorie admite, hasta el momento ninguna pareja homosexual ha intentado hacer uso de los servicios de su empresa (lógicamente, puesto que aún no ha empezado a diseñar sitios de bodas). Lo triste de esta noticia es que la demanda, contra unos clientes homosexuales que nunca ha tenido (ni tendrá), podría ser una excusa para que se debatiera la derogación de esta ley contra la discriminación. De hecho, como insinúan en Pink News, algunos de sus clientes reales con los que ya ha trabajado son políticos republicanos conocidos por su oposición bastante feroz a esta norma estatal, y también el grupo de cristianos evangélicos Stand for Faith, que como os podéis imaginar no son precisamente partidarios del matrimonio igualitario.

En su página web también afima que se siente acosada por el gran número de mensajes que ha recibido en redes sociales desde que se ha conocido su intención de demandar al estado. Este es un clásico que no falta en todas estas historias en las que estas pobrecitas personas, después de anunciar su intención de discriminar alegremente a sus clientes reales en base a los designios de su jefe imaginario, hacen una gira promocional tournée por los medios de derechas diciendo que lloran mucho y muy fuerte porque no las entendemos.

Fuente: Pink News, vía EstoyBailando

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