Más de 1.300 personas detenidas bajo la acusación de practicar la homosexualidad en la India en 2015, incluyendo 207 adolescentes
La ley anti-homosexuales de la India llevó a 1491 personas a la cárcel en 2015, entre los que había 207 menores.
Preocupantes noticias las que nos siguen llegando desde la India en clave LGTB. Según los informes que ha hecho públicos la Oficina Nacional de Registro de Delitos (un organismo dependiente del Ministerio del Interior de este país asiático) se habrían producido, como mínimo, 1.347 arrestos por supuestas prácticas homosexuales en 2015. Todavía más grave si cabe es que 207 de esas detenciones se realizaron contra adolescentes, 11 de los cuales eran menores de 12 años. Unas cifras que ilustran la terrible homofobia de estado que padece la comunidad LGTB india, perseguida y estigmatizada por la sección 377 del Código Penal. De hecho, la legislación vigente en la India califica las relaciones homosexuales como actos “contra natura” y las persigue con independencia de que sean consentidas.
En diciembre de 2013 te contábamos que en la India se habían pasado de modernos. Vamos, que eran tan modernos que se habían vuelto antiguos. En una decisión bastante absurda, el Tribunal Supremo del país decidió recuperar una ley de la época en que el país era una colonia británica, la Sección 377, que castigaba todo el sexo que sea heterosexual. O, como ellos lo llaman, condena el sexo “anti-natural”.
La parte absurda de todo esto es que la 377 fue derogada en 2009 por el Alto Tribunal de Nueva Delhi gracias a los grupos por los derechos civiles; pero el Supremo acabó haciéndole caso a los grupos religiosos que se quejaron por esa sentencia y decidió recuperar una ley de 1860 y volver a penalizarla con hasta 10 años de prisión. Pero lo más sangrante es que desde el gobierno no parecen tener mucha intención de ayudar a que se elimine la ley. En 2013 el partido en el poder se puso en marcha para derogar la 377, pero las elecciones de 2014 pusieron a la oposición conservadora al frente del país y nadie iba a mover un dedo para eliminarla.
Shashi Tharoor es uno de los políticos que más ha luchado contra la Sección 377 y en declaraciones al periódico The Times of India recordó que la cultura hindú no revela “ningún tipo de intolerancia hacia la diferencia sexual o la orientación. Pero muchos políticos prefieren la ley colonial británica.”
Ahora, gracias al mismo periódico, sabemos que en 2015 y bajo el amparo de esa ley (una ley bastante poco clara, la verdad) la policía hindú detuvo a 1491 personas entre las que había 16 mujeres y 207 menores de edad. Según los datos de la Oficina Nacional de Crimenes de la India, entre esos 207 menores había 96 que tenían entre 16 y 18 años, 100 tenían entre 12 y 16 y 11 tenían menos de 12 años. La ley no distingue entre sexo consentido o no, así que incluso la víctima de una violación homosexual puede ser detenida.
Según la Sección 377 todos los detenidos se enfrentan a penas de hasta 10 años de prisión, y aunque los activistas y los políticos progresistas tenían esperanza de que el Tribunal la revisara parece que después de que en junio de este año el Supremo rechazara una petición para derogar la ley el futuro de la comunidad LGTB en el país es cada vez más complicado.
Homofobia de Estado y violencia en la India
En los últimos años,nos hemos hecho eco del aumento exponencial de la violencia contra personas LGTB en la India, a raíz de la ilegalización de las relaciones homosexuales. Como ocurre en muchos otros países en los que existe homofobia de Estado, los grupos homófobos en la India (incluidos los policiales) se creen en el derecho de realizar impunemente cualquier acción contra las personas sexualmente diversas. No es necesario que las víctimas sean realmente homosexuales (lo que en ningún caso les eximiría de su responsabilidad criminal), con que ‘lo parezcan’ es suficiente.
En 2014, un año después de la recriminalización de la homosexualidad en la India, el activismo LGTB denunciaba un repunte de la violencia homófoba. Y a principios del año pasado recogíamos que en 2014 se realizaron un mínimo de 600 detenciones a personas que habían sido acusadas de practicar la homosexualidad. Una cifra, no obstante, que parece poco realista si tenemos en cuenta que desconocemos el alcance de la corrupción policial y la cantidad de afectados por extorsiones económicas a cambio de evitar el arresto o el procesamiento judicial.
En octubre de 2015 dábamos cuenta de más casos de extorsión por ser o “parecer” homosexual por parte de miembros de la policía, quienes, según constatan los activistas LGTB “con frecuencia visitan los puntos donde los gais se encuentran y les extorsionan pidiéndoles dinero”.
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