Condena de cuarenta años de cárcel para el agresor homofóbico de Georgia
Condenan a cuarenta años de prisión al agresor homofóbico (en la fotografía) que arrojó agua hirviendo sobre el hijo de su pareja sentimental, mientras dormía con su propia pareja.
El miércoles, 24 de agosto, un jurado del condado de Fulton declaraba a Martin Blackwell culpable de ocho cargos de agresión con agravante, debido a la desfiguración y pérdida de uso de algunas partes del cuerpo de sus víctimas, y dos cargos de asalto con agravante, por arrojar agua hirviendo sobre una pareja, mientras dormían, condenándolo a 40 años de prisión, el máximo permitido por la ley de Georgia.
El 12 de febrero, Balckwell, de 48 años de edad, perpetraba su dolorosa acción homofóbica sobre Anthony Gooden y Marquez Tobert, de 21 y 23 años de edad, mientras dormían, provocándoles heridas de segundo y tercer grado tan severas que uno de ellos ha necesitado permanecer en un coma inducido, así como ambos han requerido injertos de piel. Se da la circunstancia de que Gooden es hijo de Kim Foster, con la que el agresor estaba manteniendo una relación sentimental durante los últimos tres años.
Blackell se ha negado a testificar durante el juicio y su abogado, Monique Walker, no ha llamado a ningún testigo ni ha presentado ninguna prueba. Su estrategia ha consistido en mostrar que la actuación de su defendido no había sido maliciosa, sino fruto de una pérdida de juicio momentánea, tratando de convencer al jurado de que interpretara la acción del acusado como una conducta imprudente. «No se trata de odio, se trata de cultura de la vieja escuela, una manera de pensar de la vieja escuela», declaraba la abogado durante el juicio. Blackwell se mostrado estoico durante todo el proceso y no ha mostrado emoción alguna mientras se leía su veredicto.
El hecho de que preparara una olla con agua y la dejara calentar hasta que hirviera, teniendo mucho tiempo para cambiar de opinión sobre la acción que estaba a punto de ejecutar, ha llevado al jurado a descartar el punto de vista de la defensa en favor de la del fiscal, que ha señalado que ha sido una agresión premeditada. «Tenía tantas salidas por las que la voz de la razón podía haber tomado el mando», declaraba el Henry Newkirk, juez de la Corte Suprema de Atlanta, dando cuenta del tiempo que pasa desde que desarrolla su plan hasta que lo lleva a cabo.
«Estoy extasiado. Creo que se ha hecho justicia», declaraba Tolbert tras la lectura del veredicto, quien ha reconocido que estaba muy nervioso durante el juicio, pero se había sentido más aliviado tras prestar declaración. Después de haber pasado por todo el proceso, reconoce haberse dado cuenta de lo valiosa que es la vida y asegura que está listo para seguir adelante y centrarse en sus estudios. Él y Gooden siguen siendo amigos y se reconfortan el uno al otro.
Georgia es uno de los estados de la unión que no tiene una legislación específica sobre crímenes de odio. Kevin Rowson, portavoz del F.B.I. ha desmentido que se hubiera abierto una investigación federal como crimen de odio, tal y como se había publicado, destacando que, en cualquier caso, el acusado ha recibido una sentencia ejemplar. Por su parte, el fiscal de distrito, Fani Willis, explica que «un caso como este se etiqueta como un caso especial en una lista de perfil alto, como un crimen atroz», reconociendo el fuerte impacto que todo el proceso ha tenido sobre la población, sentando un precedente en crímenes de odio en los que no hay provocación previa.
«Con o sin ley de crimen de odio», todas las partes involucradas en el proceso se lo han tomado muy en serio, reconoce Daniel W. Rafter, abogado de la comunidad LGTB. Si bien ha reconocido que el resultado del proceso en general es muy alentador, también denuncia que «en muchos estados donde no hay protección legal, hay cosas que siguen pasando todos los días que necesitan de esa protección legal» y «este caso es un doloroso recordatorio de eso».
Fuente Universogay
Comentarios recientes