El Observatorio contra la LGTBfobia denuncia “una campaña de amenazas” por parte de HazteOir
Tras haber denunciado la carta de los obispos de Getafe y Alcalá
Incluso han recibido una amenaza de muerte que ya han puesto en conocimiento de la justicia
El Observatorio contra la LGTBfobia aseguró este martes “ser víctima de una campaña de amenazas, coacciones e insultos” en redes sociales por parte del lobby HazteOir.org por haber denunciado la carta-homilía “del odio” de los obispos de Getafe y Alcalá de Henares (Madrid).
Incluso han recibido una amenaza de muerte que ya han puesto en conocimiento de la justicia, según afirmó la Confederación de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales Colegas, encargada de gestionar el observatorio.
En su comunicado, Colegas afirmó que “el Observatorio ha sido objeto de un linchamiento mediático en medios ultraconservadores y ultracatólicos por llevar ante los tribunales a los obispos, que firmaron una dura carta-omilía contra la Ley de protección integral contra la LGTBfobia y la discriminación por razón de orientación e identidad sexual de la Comunidad de Madrid.
Paco Ramírez, director del Observatorio, explicó que Hazteoir ha lanzado una campaña de defensa de los obispos en la que nos señalaba como responsables, inundando nuestro twitter de mensajes de apoyo a los obispos y también de ataques e insultos”.
Esto incluye hasta “una brutal amenaza de muerte, que hemos denunciado ante la policía y la Fiscalía Especializada en delitos de odio”, agregó.
Según declaró, “no nos amilanaremos ante las amenazas vertidas y seguiremos con nuestro deber de poner ante la justicia el discurso del odio de los obispos”. “Esperamos que las leyes se apliquen con justicia y equidad, y que este discurso homófobo y transfobo sea por fin plenamente sancionado”, agregó Ramírez.
Por último, reclamó que “las penas económicas y penales que puedan derivarse de este comportamiento de los obispos sean transformadas en trabajo comunitario con la población LGBT”, y recalcó el ofrecimiento del Observatorio para “sanar y curar del odio a estos obispos mediante talleres y terapias de fomento de la diversidad“.
A continuación, la nota de prensa:
OBSERVATORIO CONTRA LA LGBTFOBIA ES VÍCTIMA DE CAMPAÑA DE COACCIONES Y AMENAZAS POR DENUNCIAR LA CARTA-HOMILÍA DEL ODIO DE LOS OBISPOS DE GETAFE Y ALCALÁ DE HENARES
“No cabe duda que el repunte de violencia y odio hacia LGBT de los últimos meses está íntimamente ligado a las movilizaciones por parte de sectores ultracatólicos y ultraconservadores contra las leyes de igualdad y lucha contra la discriminación LGBT”
El Observatorio Español contra la LGBTfobia (STOPLGBTFOBIA) muestra su frontal rechazo ante la campaña de coacciones y amenazas, de la que es víctima, por denunciar la carta-homilía del odio de los Obispos de Getafe y Alcalá de Henares, que va contra la «Ley de protección integral contra la LGTBIfobia y la discriminación por razón de orientación e identidad sexual en la Comunidad de Madrid» aprobada el pasado 14 de Julio en la Asamblea de la Comunidad de Madrid con el apoyo de todos los grupos políticos, incitando a la insumisión y desobedencia de la ley, fomentando la injerencia de la Iglesia en asuntos del Estado, e incitando hacia la discriminación, la humillación y el odio hacia las personas LGBT.
“El Observatorio ha sido objeto de un linchamiento mediático en medios ultraconservadores y ultracatólicos por llevar ante los tribunales a los obispos. Hazteoir ha lanzado una campaña de defensa de los obispos en los que nos señalaba como responsables, inundando nuestro twitter de mensajes de apoyo a los obispos, pero también de ataques e insultos, incluyendo hasta una brutal amenaza de muerte, que hemos denunciado ante la policía y la Fiscalía Especializada en delitos de odio”, ha declarado Paco Ramírez, director del Observatorio.
“Es evidente que las declaraciones de los obispos y las campañas llevadas por medios ultraconservadores, tienen una fuerte correlación con el aumento de los mensajes de discurso de odio hacia las personas LGBT realizado desde las redes sociales, así como con el fomento de un caldo de cultivo propicio de una minoría intolerante y radicalizada que incita a la violencia contra las personas LGBT como hemos visto la última semana con la salvaje agresión a una persona transexual en Málaga o la agresión por parte de 7 personas a una pareja homosexual en la plaza de Chueca, o la agresión a 3 LGBT en Albacete. No cabe duda que el repunte de violencia y odio hacia LGBT de los últimos meses está íntimamente ligado a las movilizaciones por parte de sectores ultracatólicos y ultraconservadores contra las leyes de igualdad y lucha contra la discriminación LGBT que se están aprobando en diversas Comunidades Autónomas, y fomentando este clima de crispación y jaleando al ‘lobby del odio’ está una parte importante de la Jerarquía Católica Española”, afirma Paco Ramirez.
“Un estudio científico de 2015 mostraba que la homofobia y la intolerancia irracional se debe a problemas psicológicos de gente propensa a trastornos psicóticos que en casos extremos puede llevar a la esquizofrenia. Algunos estudios incluso han sugerido que las personas con una actitud negativa exacervada y visceral hacia los gays y lesbianas son frecuentemente homosexuales ocultos o reprimidos. Otros factores, como la religión, la hipermasculinidad y la misoginia, parecen jugar un papel crucial en las actitudes homófobas. Según los investigadores, cuanto mejor es la salud mental de una persona, es menos probable que sea homofóba. Asimismo, los investigadores encontraron una alta vinculación de los homófobos con las personalidades más disfuncionales que mostraban actitudes de hostilidad, ira o psicotisicismo. De todo ello concluimos que es obvio que las personas homófobas y transfóbas, son personas enfermas, a las que la sociedad debería tratar urgentemente”, reflexiona Ramírez.
“No nos amilaremos ante las amenazas vertidas, y seguiremos con nuestro deber de poner ante la justicia el discurso del odio de los obispos, a pesar de que la Justicia ha estado amparándolos hasta el presente en la libertad de religión y la libertad de expresión. Esperamos que las leyes se apliquen con justicia y equidad, y este discurso homófobo y transfóbo sea por fin plenamente sancionado. Pedimos que las penas económicas y penales que puedan derivarse de este comportamiento de los obispos, sea transformado en trabajo comunitario con la población LGBT. Por tanto, el Observatorio se ofrece a sanar y curar del odio a estos obispos mediante talleres y terapias de fomento de la diversidad”, finaliza el director del Observatorio.
La respuesta de HazteOir
La respuesta de plataforma ciudadana no se ha hecho esperar y ha llegado por parte de su presidente. Ignacio Arsuaga Rato, sobrino del ex presidente de Bankia Rodrigo Rato, ha indicado que ”Ningún representante de esta asociación insulta o amenaza a personas o colectivos. Lo que de verdad está en juego es la libertad de conciencia y de expresión de los obispos y de todos los católicos”.
La plataforma estrechamente relacionada con grupos provida y los sectores más radicales de la Iglesia Católica, afirma que está defendiendo la libertad de conciencia y la libertad de expresión.
Resulta paradójico, ya que Hazte Oír defiende la libertad de expresión sólo cuando le interesa. En otros casos, se dedica a atacarla vilmente como ocurrió con la polémica suscitada por un anuncio de la cadena VIPS al comienzo de este 2016.
En el spot, aparecía una pareja gay con un perro en brazos. Nada extraño… salvo para los sectores más radicales de la Iglesia y de Hazte Oír que recogieron firmas para que la cadena de restaurantes retirara la publicidad puesto que, según ellos, desvirtuaba el concepto de familia.
Vips no cedió ante este chantaje y la campaña homófoba orquestada por la plataforma sólo ha servido para demostrar que Hazte Oír tiene una mentalidad más cercana a la Edad Media que al siglo XXI.
Algo similar ocurre con esta nueva polémica. Desde Hazte Oír afirman que los colectivos LGTB quieren convertir la libertad de conciencia en un delito. Esta afirmación es rotundamente falsa. Lo que en nuestro país es constitutivo de delito es incitar al odio y es lo que la justicia debe decidir tras la denuncias interpuestas por la asociación contra unos obispos que, no hay que olvidarlo, están incitando a la insumisión y a la desobedencia de la ley.
Fuente Agencias/Religión Digital/Redacción Chueca
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