Otras estudiantes la encierran en los baños, la empujan y amenazan.

El establecimiento inició una investigación tras carta enviada por el Movilh.

Terrible noticia la que ha difundido el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual de Chile (MOVILH): la familia de una niña de nueve años del Complejo Educacional de Maipú (en Santiago de Chile) ha denunciado que la niña viene padeciendo desde el mes de abril acoso a manos de otras compañeras, al enterarse estas de que tiene dos mamás. Desde el MOVILH reclaman una investigación de lo sucedido, así como que se adopten medidas para prevenir la discriminación.

Según ha relatado la niña, cuando cuatro de sus compañeras se enteraron de que tenía dos madres, comenzó a ser objeto de sus burlas y hostigada durante los recreos y a la hora de almuerzo. Entre otros abusos la niña ha sido encerrada en los baños del establecimiento, además de ser empujada y amenazada. La familia denuncia que ello la ha afectado anímicamente, provocándole una bajada en su rendimiento escolar y miedo constante de asistir a clase, indicó la abogada del Movilh, Melisa Manfredi.

Según informa el MOVILH, el colegio ha confirmado a las madres que se ha iniciado una investigación, con objeto de aclarar lo sucedido y prevenir nuevos episodios de acoso. “Es muy importante que el colegio implemente talleres sobre derechos humanos y diversidad sexual para sus docentes, estudiantes y apoderados y que, al mismo tiempo, sensibilice a quienes promueven la discriminación en la necesidad de erradicar este tipo de prácticas”, defiende el MOVILH. “Aquí una familia homoparental ha sido víctima de crueles atropellos a su dignidad, por tanto, no basta con eventuales sanciones a los responsables. Lo más importante es educar en el respeto a la diversidad y garantizar la dignidad e todas las personas”, añaden.

Chile, un momento clave para los derechos de las familias homoparentales

En el ámbito jurídico, Chile se encuentra en un momento clave por lo que al reconocimiento de las familias LGTB se refiere. En 2015 se aprobaba, tras años de discusión, una ley de uniones, que reconoce a las parejas unidas civilmente una parte importante de los derechos de los que disfrutan las parejas casadas (en materia patrimonial, de seguridad social, de herencia o de reconocimiento de estado civil específico) y contempla la posibilidad de mantener la custodia de los hijos de la pareja en caso de fallecimiento o inhabilitación de los padres biológicos.

Y en estos precisos momentos da sus primeros pasos el acuerdo alcanzado entre el Estado chileno y el MOVILH en torno a la demanda interpuesta por este colectivo ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por la prohibición a las parejas del mismo sexo de contraer matrimonio en Chile. El acuerdo (que puedes descargar aquí) ha desembocado en la reactivación del proceso parlamentario para aprobar una ley de matrimonio igualitario. De desarrollarse todos los puntos contemplados en el acuerdo, Chile pasaría a situarse en primera línea del reconocimiento jurídico de los derechos LGTB. Implicaría aceptar no solo el matrimonio igualitario: también la adopción homoparental, así como reconocer como tal al conviviviente que haya actuado como padre o madre, con independencia de la existencia de consanguinidad. También medidas a favor de las personas trans (que podrían modificar su sexo legal mediante un simple trámite administrativo), un refuerzo de la legislación antidiscriminatoria ya vigente en Chile (la conocida como “ley Zamudio”) y medidas en el ámbito educativo.

En paralelo, algunas decisiones judiciales conocidas recientemente van en la dirección de reconocer de una forma más sólida los derechos de las familias homoparentales. Es el caso de lo sucedido en julio, cuando la justicia chilena concedió el cuidado de una niña a una madre no biológica, Jacqueline Díaz, después de su ruptura con la madre biológica. La sentencia, que sitúa los derechos de la menor por encima otras consideraciones, supone un hito en el reconocimiento de la homoparentalidad en Chile.

El proceso, en cualquier caso, no será fácil. Pero casos de acoso como el ahora conocido hacen necesario que se desarrolle con la máxima velocidad posible y se acompañe del correspondiente despliegue educativo para que los avances en el terreno jurídico se trasladen también al terreno social.

Fuente MOVILH/Dosmanzanas

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