La BBC se disculpa por un comentario homófobo durante la cobertura de los JJ.OO.
He de reconocerte, querida amiga lectora, que a veces me cansa un poco hablar tanto de homofobia. Tía, qué pesadilla. Y cuando veo noticias como ésta siento la tentación de decir “bah, tampoco es para tanto“.
Pero cuando ayer saltó la polémica por lo de la canción de Molotov en las fiestas de Lavapiés me di cuenta de que hay muchísima gente (a la que probablemente este artículo no le va a llegar, pero nunca se sabe) que aún no ha entendido lo que es la homofobia. Me lo decía @kortvex, el jefe de BuzzFeed España por Twitter: “la gente cree que la homofobia es ir pegándole a maricas. Y si no lo hacen ya están libres de pecado.”
Y es que homofobias hay muchas, y de muchos tipos. Igual que machismos hay muchos. Y si hablamos de micromachismos también podemos hablar de microhomofobias. Son comentarios tontos, probablemente sin intención de hacer daño, pero que lo hacen; son actitudes simples como una risita nerviosa cuando te cruzas con una pareja gay cogida de la mano. La gente que comete esas microhomofobias probablemente no se consideran homófobos en absoluto, pero lo están siendo.
Y sí, Antonio Maestre, lo digo yo porque soy gay y porque lo que te voy a contar ahora, por ejemplo, me molesta. Si a ti no te molesta a lo mejor es porque NO ERES MARICÓN.
El otro día la BBC estaba retransmitiendo los cuartos de final de tenis femenino en las olimpiadas de Rio cuando la cámara empezó a enfocar a diferentes parejas del público en una especie de Kiss Cam (Ya sabes, el realizador enfoca a una parejita que se ve en la pantalla del estadio y se tienen que dar un beso).
Durante ese momento el comentarista de la BBC, Paul Hand, fue diciendo lo “adorable” que resultaba ese momento. Incluso bromeaba cuando una pareja estaba tan enfrascada mirando sus móviles que ni se daban cuenta de que estaban en pantalla. Y entonces, de repente, el comentario:
Esperemos que no enfoquen a dos tíos sentados uno junto al otro“
Here’s Paul Hand’s kiss-cam commentary from the Kuznetsova v Konta match. #tennis (sorry for poor quality) pic.twitter.com/Dhv1o1fvnu
— Lee (@yelnats_eel) 9 de agosto de 2016
Las reacciones en Twitter de gente indignada con Hand y con la BBC no se hicieron esperar. “Alguien debería decirle a Paul Hand que no hay nada malo en que dos tíos se den un beso“, decía un usuario. La reacción fue tal que la propia cadena, a través de un portavoz, ha pedido disculpas a todas las personas que se hayan sentido ofendidas por un “comentario imprudente“. Al que no llamaremos “homófobo” porque Paul Hand no es homófobo, seguro que tiene muchos amigos gays y son bellísimas personas.
El caso es que probablemente Paul Hand no se considere una persona homófoba. Y ese “espero que no enfoquen a dos tíos” no lo percibió como una broma homófoba. Pero lo era. Lo que pasa es que es un tipo de homofobia tan arraigado en nuestra sociedad que al que no le afecta directamente (es decir, al maricón) le cuesta percibirla como tal.
El problema es que cuando se lo señalas, cuando les dices que lo que acaban de decir es ofensivo, en lugar de replantearse las bromas que hacen se ponen a la defensiva y te montan el cristo de la… exacto, “libertad de expresión“.
Fuente | Express, vía Estoy Bailando
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