Contradicciones en la protesta contra el matrimonio igualitario de Monterrey
Más de diez mil personas han secundado una manifestación convocada en Monterrey (México) por asociaciones religiosas que, por un lado exigen que la educación escolar sea laica y libre de ideologías de género, pero que por otro piden que el matrimonio igualitario no se equipare con el heterosexual.
Más de diez mil personas se congregaron el domingo, 14 de agosto, en la Explanada de los Héroes de Monterrey para alzar la voz y proteger su versión subjetiva y personal del matrimonio, aquella en la que sólo un hombre y una mujer tienen derecho a certificar su amor y sellar su unión de manera legal, además de para protestar para que la educación escolar sea laica y libre de ideología de género. El portavoz de la agrupación Familias que Trascienden, Salatiel Vázquez, manifestó que se encuentran en pleno proceso de recogida de firmas para entregar posteriormente en el Congreso de la Unión. Afirma que actualmente superan ya el millón de apoyos y esperan entregar toda la documentación en septiembre.
«La postura clara es proteger el matrimonio entre un hombre y una mujer. La iniciativa tiene cuatro puntos: proteger el modelo de familia: papá y mamá; número dos, que se respete el derecho superior del niño, sobre todo adopción, para que sea contemplado en un hogar entre un hombre y una mujer (…). [Tres], que la educación sea laica, que sea gratuita, pero que sea libre de toda ideología de género; y cuatro, que nuestros posicionamientos no están en contra de los grupos de diversidad sexual, al contrario, se contempla en la iniciativa que el estado garantice sus derechos, pero que no sea contemplado dentro del concepto de matrimonio, que no se iguale al concepto de matrimonio heterosexual», explica el portavoz entrando en alguna que otra contradicción.
Sin duda se pueden escuchar en estas declaraciones los ecos de las palabras pronunciadas por el Papa en conversación privada con los obispos polacos, que trascendieron de alguna manera y en las que alertaba sobre la educación que se estaba proporcionando a los niños en algunas escuelas, patrocinadas por «instituciones que donan dinero» en lo que denominó como una «colonización ideológica», pero que ninguna pareja homosexual ha sabido localizar para llevar a sus hijos adoptivos. Por otro lado, no deja de resultar contradictorio que exijan una educación laica para después apuntar a conceptos tradicionalmente católicos, como que el matrimonio sólo puede estar formado entre un hombre y una mujer, una idea que no es compartida por su presidente, que en mayo prometía la legalización del matrimonio igualitario en todo el país.
Con quien tampoco parecen estar de acuerdo es con el arzobispo de Guadalajara, quien negaba que la iglesia aceptara a los homosexuales, ni con el arzobispo primado de México, quien sostiene que «los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados y contrarios a la ley natural», obrando en orden contrario a ambos representantes de la iglesia al posicionarse como activistas en favor del colectivo LGTB, aunque también podría ser una simple estrategia para no incurrir en delito de homofobia, por mucho que sólo esté penado en México D.F. Aunque quizás lo que más llama la atención es el punto en el que no quieren que un menor de edad sea acogido en adopción por una pareja homosexual, sobre todo cuando es evidente que ha sido una pareja heterosexual la que a puesto al menor en situación de desamparo.
Fuente Universogay
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