“No hay lugar en Indonesia para las personas LGTB”, dice el gobierno
Manifestación en Yakarta contra la nueva oleada homófoba en el país asiático
Grupos islámicos presionan para que el Tribunal Constitucional de Indonesia aplique leyes que penalicen las leyes homosexuales. Actualmente la ley sólo penaliza cuando se mantienen relaciones sexuales con un menor de edad, ya sea a través de relaciones heterosexuales u homosexuales.
La organización Human Rights Watch (HRW) ha alertado de que la comunidad LGTB ha sufrido un “deterioro inmediato” de sus derechos, tras una serie de ataques verbales por parte de los ministros, los partidarios de una línea dura religiosas y organizaciones islámicas influyentes.
Altos funcionarios e instituciones indonesias comenzaron por primera vez este año a realizar ataques verbales en público contra los homosexuales en el sureste de Asia, añade el informe, que revela un también la existencia de un llamamiento para prohibir a la comunidad LGTB en los campus universitarios.
En respuesta al informe de HRW, responsables indonesios indicaron que la protección de los derechos de la comunidad homosexual en el país no es una prioridad: “Los derechos de los ciudadanos, como ir a la escuela u obtener una cédula de identidad, están protegidos, pero no hay lugar en Indonesia para la proliferación del movimiento LGTB”, declaró el portavoz de la Presidencia, Johan Budi.
Varios ministros figuran entre los altos cargos que realizaron recientemente ataques verbales contra la comunidad LGTB. El de Defensa había vinculado los derechos de los homosexuales a una “especie de guerra moderna”.
Estas declaraciones, realizadas a principios de año, provocaron una intensificación de la violencia contra las minorías sexuales en Indonesia, según el informe de HRW. “Para aquellos de nosotros que han hecho tantos esfuerzos y tomaron muchos riesgos para expresarse, es un paso importante hacia atrás“, lamentan desde la ONG internacional.
Una nueva oleada de LGTBfobia está recorriendo el país asiático. De hecho, el Tribunal Supremo del país estudiará criminalizar las relaciones homosexuales tras la petición de una organización islámica que defiende que las personas homosexuales “pueden ser libres para vivir, pero no para mostrar su estilo de vida”.
Indonesia es, en teoría, uno de los estados musulmanes más moderados, lo que no impide que hasta el 93 % de sus habitantes considere que la homosexualidad debería estar prohibida, según una encuesta de 2013. En una de las provincias más ortodoxas del país, Aceh, las relaciones homosexuales se castigan con 100 latigazos y grupos islámicos como Aliansi cinta keluarga (AILA según sus siglas en indonesio, que en español vendría a decir ‘alianza del amor de la familia’), afirman que la homosexualidad está causando una «degradación moral» en la nación de mayoría musulmana más poblada del mundo, por lo que han pedido al gobierno leyes contra la comunidad LGTB.
«Vemos la degradación moral que se está produciendo. Puramente por amor a nuestra nación, debemos hacer algo mientras tenemos una oportunidad», declara Rita Hendrawaty Soebagio, presidenta de AILA, añadiendo que la razón para tomar medidas es que «tenemos normas más claras. No estamos intentado criminalizar a aquellos que tienen una orientación sexual diferente. Ese no es el punto. Son libres de vivir, pero no de mostrar su estilo de vida».
La propaganda contra la comunidad LGTB se ha incrementado en los últimos meses, tal y como alerta un informe de Human Rights Watch, a través de consignas como «las personas LGTB son enfermos mentales, los emojis de homosexuales corrompen a los jóvenes impresionables, la homosexualidad es parte de la agenda global del mal», o de declaraciones de políticos como el Ministro de Defensa, que llegó a etiquetar el activismo LGTB como una guerra contra la nación que era más peligrosa que una bomba nuclear; el Ministro de Tecnología y Educación Superior, que hizo un llamamiento para la prohibición de estudiantes homosexuales, bisexuales o transexuales en los campus universitario; o el alcalde de una localidad llegó a decir que las madres debían educar a sus hijos a no ser gays; lo que ha llevado al incremento de agresiones contra homosexuales.
AILA ha presentado una revisión judicial a la Corte Constitucional en cinco audiencias que incluyen testimonios de expertos en salud que afirman que el sexo gay puede causar enfermedades de transmisión sexual. A finales de este mes tendrá lugar la última audiencia, en la que se espera la comparecencia de activistas LGTB y grupos que luchan por los derechos humanos que se opongan a la criminalización de las relaciones homosexuales.
Fuente Agencias/Cáscara Amarga/Universogay
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