Biden, vicepresidente de Estados Unidos, espolea al Gobierno australiano por el matrimonio igualitario: “Hablar es fácil”
Durante una visita oficial al país, el vicepresidente de Estados Unidos Joe Biden ha animado al Gobierno de Australia a pasar de las palabras a los hechos en lo que se refiere a la igualdad LGTB. El viaje de Biden se produce pocas semanas después de que la coalición liberal-conservadora liderada por Malcolm Turnbull ganara las elecciones por la mínima con su promesa de celebrar un referéndum sobre el matrimonio igualitario.
El panorama político se aclara en Australia tras un periodo de incertidumbre por los ajustados resultados de las elecciones federales del pasado 2 de julio. El sistema electoral preferencial, vigente en el país, complica el escrutinio, por lo que hasta el 11 de julio no se conoció el ganador de las elecciones. Finalmente, la Coalición Liberal-Nacional del actual primer ministro logró una ajustada mayoría absoluta con 76 de los 150 escaños de la Cámara de Representantes australiana (14 menos que en la anterior legislatura).
La visita oficial del vicepresidente estadounidense Biden llegó, por tanto, con la situación política ya encarrilada. El mandatario norteamericano pronunció en Sídney un inesperado discurso a favor de la igualdad LGTB. Biden alabó la reciente aprobación de sendas normativas en los estados de Nueva Gales del Sur y Victoria para anular las condenas por homosexualidad de la época en la que estaba penada.
El vicepresidente de Estados Unidos mostró su “orgullo” por las conquistas alcanzadas en su país durante la presidencia de Barack Obama y, en referencia a los lazos con Australia, añadió: “Además de compartir los mismos valores, entendemos que hablar es fácil”. Una alusión que se puede leer como un acicate al Gobierno australiano para que no demore más la adopción de medidas como el matrimonio igualitario con la promesa de un referéndum. En ese sentido se puede entender también la referencia a “defender nuestros valores, hacer realidad los cambios que queremos ver en el mundo”.
Y es que la reelección de Turnbull significa que los planes para celebrar dicha consulta siguen adelante. Los laboristas habían pedido una votación parlamentaria, alertando contra lo costoso y divisivo que resultaría un referéndum, cuando además los representantes partidarios del matrimonio igualitario ya eran mayoría en ambas cámaras del Parlamento de la anterior legislatura. El líder laborista Bill Shorten prometió, unos días antes de las elecciones, que la apertura del matrimonio a las parejas del mismo sexo sería la primera medida de un Gobierno presidido por él.
Pero el primer ministro ha tenido que lidiar con la parte de su partido más reacia a la igualdad LGTB y el compromiso alcanzado fue el referéndum. El pasado mayo se hizo pública una partida presupuestaria de 160 millones de dólares australianos (unos 104 millones de euros) para cubrir los costes del mismo. Turnbull afirmaba, a pocos días de las elecciones, que convocaría la consulta antes de fin de año y que hará campaña por el “sí”. Tras conocerse su reelección, matizaba sus palabras y se comprometía a que la votación se celebre “lo antes posible”.
Fuente Dosmanzanas
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