Dana International: “España es ejemplar en la forma de tratar a los gays”
“¡Viva la España!” ha exclamado, divertida y espontánea, la última ganadora de Israel en Eurovisión (Tel Aviv, 1972) en un encuentro con la prensa en Madrid.
Todos los países del mundo deberían “aprender de España” por su manera de tratar a la comunidad homosexual, según uno de sus iconos mundiales, la artista israelí Dana International, a quien no le gusta hablar de “orgullo gay” porque, dice, da a entender que hay “algo de lo que avergonzarse”.
“¡Viva la España!” ha exclamado, divertida y espontánea, la última ganadora de Israel en Eurovisión (Tel Aviv, 1972) en un encuentro con la prensa ayer en Madrid al que asistió Cáscara amarga. Dana llegó tarde a causa del “mucho tráfico” formado por la comitiva de Michelle Obama en el paseo de la Castellana.
Sharon Cohen, que así se llama realmente tras su cambio de sexo, actuará esta noche en el escenario de la Puerta de Alcalá dentro de las actividades del Orgullo y ayer dio la “enhorabuena” a España por contar con lugares “llenos de gays” como Sitges, Las Palmas o Benidorm, en los que “a nadie le importa si vas vestida de drag queen”.
Para Dana, que participó en 1988 en Eurovisión con el popular tema “Diva” y, de nuevo en 2011, esta situación contrasta con otros países europeos, “especialmente los del este”, donde todavía queda “mucho trabajo por hacer” en torno a los derechos de los homosexuales, que son, dice, “simplemente derechos humanos”.
“Ser gay no es algo de lo que estar orgullosos o avergonzarnos, es como somos, como fuimos creados y como elegimos ser”, ha argumentado para explicar por qué no le gusta hablar de “orgullo” para referirse a las celebraciones reivindicativas como la que vive Madrid.
Pese a no simpatizar con la denominación, el Orgullo Gay de la capital española, en el que actúa por primera vez pero al que ya ha acudido en varias ocasiones, le parece “impresionante”: “La primera vez que vi el desfile me quedé en shock, no podía imaginar tantísima gente”, ha recordado.
Aunque lejos de las cifras de Madrid, la ciudad de Dana es también sede de una importante celebración del Orgullo Gay, que en su última edición congregó a decenas de miles de personas en las calles de Tel Aviv, el pasado 3 de junio.
“Israel -asegura- es un lugar complicado pero podemos estar orgullosos de muchas cosas y quiero difundirlo. La mayoría de nosotros somos liberales y tolerantes”.
Al contrario de lo que indica el título del tema que le dio fama mundial, la cantante israelí no se considera una “diva” ya que ese es un “trabajo a tiempo completo” que no se adapta a su “gusto por la normalidad“.
Como “imperdonables” e “inaceptables” ha calificado los ataques terroristas del pasado 12 de junio contra un pub gay de Orlando aunque, a su juicio, “no son diferentes” a los de otros lugares como la parisina sala Bataclan porque todo forma parte de una sociedad “conservadora, impensable hace veinte años”.
“El mundo se está volviendo más derechista, muchos políticos están utilizando problemas como el de los inmigrantes para dar más fuerza a este mensaje”, ha lamentado la artista, para quien la situación política de países como Francia, Hungría o Austria prueban esta tendencia.
Una corriente que aleja al mundo del “liberalismo, la apertura y la tolerancia”, algo que afecta particularmente a la comunidad gay, a la que “todas las religiones invitan a tratar mal”.
Su cambio de sexo, asegura la israelí, no fue una “decisión” sino un “proceso” que no pilló “por sorpresa” a nadie de su entorno, aunque, ha confesado, “sabe” que, “en el fondo de sus corazones”, sus padres preferirían “otra forma de vida” para ella.
Fuente Cáscara Amarga
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