Jean-Jacques Pérennès: “El diálogo no es una oportunidad, es una necesidad”
Tras el salvaje atentado del Daesh en Estambul, es necesario recordar y proclamar que ninguna idea religiosa puede basarse en la violencia. Nunca más matar en nombre de Dios…
¿Cuál es el papel de las religiones en el mundo actual? ¿Qué responsabilidades tienen en los conflictos que sacuden la Tierra? ¿Se puede justificar la violencia en nombre de cualquier religión? Musulmanes, cristianos y judíos se lanzaron a tratar de contestar, sin red, a estas y otras preguntas. Riay Tatary, Baruk Garzón y Jean-Jacques Pérennès respondieron a la llamada de los laicos dominicos para participar en el simposio “Las religiones en el mundo actual”, celebrado en la Fundación Gómez Pardo de Madrid.
En pleno Ramadán, y con la enésima vinculación entre violencia e Islam acaecida tras la masacre de Orlando, el imán de la mezquita de Madrid, Riay Tatary, volvió a condenar la violencia en nombre de una religión, en este caso el Islam, que el asesino “no profesa”. “Era una persona de origen musulmán, no un verdadero musulmán”, matizó el imán, quien lamentó que esa identificación sea aprovechada por líderes como el republicano Donald Trump: “El mensaje de Trump no es adecuado para un líder mediocre, menos aún para una persona candidata a presidir Estados Unidos”, apuntó en declaraciones a los medios.
Francisco José Rodríguez Fasio, asistente del provincial, presentó el acto, en el que apuntó que “muchos pueblos sufren guerras relacionadas, o aparentemente relacionadas, con la religión”, y quiso recordar, “en nuestro corazón, a todas las víctimas”. “El diálogo es la mejor manera de lograr el entendimiento y la convivencia”, señaló el fraile dominico, dando paso a una oración interreligiosa. Seguramente el mejor modo para poder hablar en libertad, después de haber puesto sus intenciones en el mismo Dios del Libro.
“Que Dios todopoderoso, que bendijo a nuestro padre Abraham, nos bendiga también a nosotros”, apuntó Fasio. Por su parte, el rabino Garzón, oró por “ver sentados a los hermanos juntos”. “Oh Dios, tú eres la paz, de ti emana la paz”, fue la oración de Tatary.
Vicente Jara, moderador, de los laicos dominicos, lanzó cerca de un centenar de preguntas, muchas de ellas centradas en tratar de entender el Islam en la sociedad occidental, y la dificultad del diálogo entre distintos. “El diálogo, ¿no es un signo de debilidad?”, se preguntó.
El rabino Baruk Garzón llamó al “diálogo dentro de una acción común, más allá de las palabras y más acá de las teologías”. Lo que une no es el pasado, o el poder, lo que unen son proyectos comunes vueltos hacia el futuro, señaló el líder judío, destacando la importancia del lenguaje. “Guerra y pan tienen la misma raíz. Los religiosos tienen el deber de trascender”.
El dominico francés Jean-Jacques Pérennès, subrayó que “todos buscamos la verdad, pero la verdad es un camino. No tenemos todos la verdad, debemos caminar con los otros creyentes. Vivir con ellos estructura mi fe. El diálogo no es una oportunidad, es una necesidad”.
Tatary abundó en esta cuestión, subrayando que “el diálogo no tiene por qué ser doctrinal, sino para el mutuo conocimiento y para cooperar conjuntamente en temas que nos afectan como humanos, como defender la Tierra”.
Para Baruk Garzón, “la religión es algo consustancial al ser humano. Sin ella, el ser humano se animaliza”. Para Tatary, “éste es el siglo de la fe“, y por ello se esforzó -vanamente- en desterrar las ideas (“errores“) sobre el Islam.
El punto central del debate fue la posibilidad de “matar en nombre de Dios”. El imán fue rotundo: “Islam es la paz, la ausencia de enfrentamiento. Si vamos a aplicar la fe, no podemos matar en nombre de Dios, como han hecho todas las religiones y todas las ideologías“. En su opinión, esta postura “es una usurpación del Islam. Es islam es paz, es misericordia, es clemente. Estamos condenando todos los días, casi no tenemos otro trabajo, pero tampoco admitimos que el mundo occidental nos imponga lo que quiere esta banda que está usurpando la fe musulmana. Ellos alegan ser representantes del islam, pero no lo son”. A quienes aducen que ésa es la imagen que se da, contestó: “También ETA hablaba en nombre de los vascos, pero no engañaban a nadie”.
Pérènnes, quien trabaja desde hace décadas en la Escuela Bíblica de Jerusalén, y ha desarrollado una intensa amistad con judíos y musulmanes, destacó la importancia de “trabajar juntos”, y más aún en una sociedad, al menos la occidental, donde “no todo el mundo practica la religión”. “Se intenta regular la fe en el ámbito privado, al tiempo hay una búsqueda de valores que no se circunscribe en iglesias, sinagogas o mezquitas”, constató, preguntándose si no “habría que pensar cuál es el papel de la religión en este mundo nuevo. Tal vez el testimonio de vida, y una presencia más espiritual que antes. En el pasado nos hemos metido mucho en política”.
“El problema es que no sabemos de qué Dios estamos hablando“, añadió Baruk Garzón. “El diálogo es la convivencia”, apuntó, declarándose judío-árabe (nació y creció en Marruecos). “Nosotros hemos vivido el diálogo en nuestra infancia, es nuestra naturaleza”. Tatary confirmó: “tenemos que apostar por el diálogo que da el conocernos, y querernos. El resto vendrá por añadidura”.
Jesús Bastante
Fuente Religión Digital
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