Dos millones de musulmanes comienzan el mes de Ramadán en España
No podrán ingerir alimentos o bebidas, fumar o mantener relaciones del alba al ocaso
La celebración busca purificar el cuerpo, fortalecer la voluntad y empatizar con los más necesitados
Mes de ayuno y oración. Ramadán es, sin lugar a dudas, el momento espiritual y religioso más importante para millones de musulmanes en todo el mundo. Casi dos millones de ellos viven en España. Durante este mes, los seguidores del Islam no pueden ingerir alimentos, bebidas, fumar ni mantener relaciones íntimas, pero tampoco enfadarse o decir palabras malsonantes, desde el alba hasta la puesta del sol.
El Ramadán, que este año finaliza el 6 de julio, cumple para los musulmanes una función religiosa y sirve también para estrechar los lazos familiares y sociales, así como para purificar el cuerpo, fortalecer la voluntad y comprender lo que sufren las personas privadas de alimento.
Por comunidades autónomas, Cataluña es la que acoge a un mayor número de musulmanes, con 510.481 personas, seguida de Andalucía (300.460), Madrid (278.976) y la Comunidad Valenciana (200.572).
Este año, la comunidad ha pedido a los centros de educación secundaria de España que sean flexibles con los alumnos musulmanes y convoquen los exámenes temprano. “Cuando se trata de un examen a primera hora de la mañana no pasa nada, los chavales lo aguantan bien, pero a veces hay unos exámenes que duran muchas horas, pero esto tiene que ser una modalidad ya para siempre”, ha pedido el presidente de la Comisión Islámica de España (CIE), Riay Tatary, en declaraciones a Europa Press. Precisamete, están redactando unas recomendaciones para los directores de los institutos sobre la flexibilidad en los días de fiestas musulmanas.
La comunidad musulmana subraya la importancia de que los 1.887.906 musulmanes que viven en España, aproximadamente el 4 % de la población (según el estudio demográfico de la población musulmana de la Unión de Comunidades Islámicas de España, Ucide, y el Observatorio Andalusí), tengan facilidad también para flexibilizar sus horarios de trabajo. Y que puedan hacer coincidir el fin de la jornada laboral con la ruptura del ayuno, que se produce al llegar el ocaso.
Este aspecto está reglamentado por un acuerdo de cooperación entre el Estado y la Comisión Islámica de España que permite a los musulmanes concluir la jornada laboral una hora antes de la puesta del sol durante el mes de ayuno, horas que deberán ser recuperadas por el trabajador.
Por otra parte, el Aid el Fitr (fiesta del final del Ayuno) que tendrá lugar el 6 de julio, tiene dos momentos clave: la oración del rompimiento del ayuno y la entrega a los pobres y necesitados de una limosna en especies, generalmente comida.
Esta limosna consiste en el equivalente a cuatro manos llenas de comida y, si no es posible dar alimento, entonces se puede entregar dinero.
El pago de la limosna es obligatorio para el musulmán que tenga alimento en exceso “más allá de lo que le bastaría a él y a quienes de él dependen para un día y una noche“.
Este es también el día en el que los musulmanes hacen regalos a los niños, se les viste con ropa nueva y acuden a la mezquita para la primera oración de la mañana. Al salir del rezo, toda la familia acude al cementerio a recordar a sus parientes fallecidos y por la tarde visitan a familiares y amigos.
Religión Digital/Agencias
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