El amor Lésbico-homosexual en tiempos de Francisco I
Preocupante me parece la confrontación estéril de los “católicos cristianos ultras”; quienes piensan que los arreglos sociales se negocian en las bancas del catecismo en donde con tan sólo consultar el texto se conoce la respuesta. Nada más absurdo es imaginar que con oponerse al avance del reconocimiento de derechos de las lesbianas, gays y trans será posible detener los procedimientos legales que llevarán a la institución del Matrimonio Civil Igualitario, el reconocimiento de la reasignación sexo-genérica y al divorcio sin causales en todo México como es el espíritu de la iniciativa de reforma constitucional enviada por el presidente en México.
Pareciera que la violencia se instaló a vivir en las conciencias de los fervientes seguidores de Jesús olvidando que lo verdaderamente trascendente está en la transformación del mundo en el Reino de Dios que es la propuesta liberadora de Jesús desde el siglo I. Hemos olvidado que lo más profético que el Nazareno nos mostró fue la transgresión de las normas y el cuestionamiento del status quo de su tiempo apostando por la transformación social, trabajando con los pobres y marginados de su tiempo y comiendo con publicanos y pecadores que significaba volverse impuro por contacto e indigno de la comunidad.
El mensaje mesiánico del Dios de Jesús alcanza para creer que nuestros pasos han sido dados en el camino correcto y que hemos logrado cuestionar las normas aferrados a la idea de que las leyes opresoras deben caer para dar paso a la justicia y al reconocimiento de la dignidad de cada ser humano sobre la tierra.
Allá ellos con sus misas y rosarios que los han convertido en los sepulcros blanqueados de los que habla la escritura y que solo son cuna de podredumbre que alberga solo gusanos que devoran la carne sin vida y desprenden un olor fétido que nadie quiere cerca; esos mismos que salen a la calle a marchar vestidos de blanco, Biblia en mano como exorcizando demonios por las calles creyendo que son viva imagen de su fundador en la fe, olvidando por completo que Jesús estaría en la calle devolviendo la dignidad y derribando las barreras para acercarse a los marginados y oprimidos de su tiempo; olvidan que Jesús escribiría en el piso en los linchamientos públicos a los que asisten siguiendo a su pastor y su escritura diría: ”el que esté libre de pecado que lance la primera piedra” , olvidan por completo que Jesús propone mirarnos como hermanos y tratarnos como una gran familia y que el precepto contestatario para nuestros enemigos es bendecir a quienes nos maldigan.
Pues bien: yo los “bendigo por mandato de Jesús” y “en verdad, en verdad les digo que todo lo que le hagan a cualquiera de sus semejantes, incluso al más insignificante…se lo hacen a Jesús”.
Para quienes creemos en Dios nos basta el Salmo 23: “El Señor es mi pastor, nada me faltará. En lugares de verdes pastos me hace descansar; junto a aguas de reposo me conduce. El restaura mi alma; me guía por senderos de justicia por amor de su nombre. Aunque pase por el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo; tu vara y tu cayado me infunden aliento. Tú preparas mesa delante de mí en presencia de mis enemigos; has ungido mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del Señor moraré por largos días”.
Nuestra lucha es por amor y dignidad como parte de la dimensión profética de nuestro llamado a construir un reino de amor y justicia en donde todos nos miremos como iguales y hasta ahora lo hemos hecho mucho mejor que aquellos que salen a la calle a provocar odio, división y muerte entre sus semejantes y en eso cada quien habrá de dar cuentas cuando le llegue su hora.
Es teóloga, lesbiana, feminista por la liberación y la democracia. Estudió la licenciatura en Teología, Maestría en Teología y Mundo Contemporáneo y Maestría en Derechos Humanos en la Universidad Iberoamericana. Ha sido activista por los Derechos Humanos, por la igualdad y la no discriminación desde diversas organizaciones como ACCIONA AC y Sociedad Unida, desde donde impulsó la reforma de matrimonio igualitario en la ciudad de México y su defensa ante la SCJN en 2010. Sus esfuerzos han sido encaminados a garantizar el ejercicio de derechos de lesbianas y homosexuales en todo México a partir de la entrada en vigor del matrimonio igualitario.
Fuente Themexicantimes
Cristianismo (Iglesias), General, Homofobia/ Transfobia., Iglesia Católica
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