Racismo, homofobia y simbología fascista en la manifestación neonazi que la delegada del Gobierno permite en Madrid
Las calles del centro de Madrid fueron el pasado sábado las calles de la vergüenza. Una marcha neonazi, de escasa convocatoria, eso sí, recorrió la ciudad con el permiso de la delegada del Gobierno y las críticas de vecinos, asociaciones y partidos políticos (salvo el PP, como no). Queremos comenzar con la imagen de dos valientes que se enfrentaron a la marcha con un beso, un beso entre dos hombres. Algunos vecinos ya habían tirado huevos a los manifestantes, pero los dos chicos de la foto decidieron, en la Plaza del Dos de Mayo, hacer frente a los neonazis con un beso que, como no, les enfureció. Un beso que sólo pudo parar la Policía Nacional que les retiró del lugar.
Concepción Dancausa (PP), delegada del Gobierno en Madrid, daba su aprobación a la celebración de una manifestación neonazi en el centro de la capital. Lo hacía contra el criterio de la alcaldesa, Manuela Carmena (Ahora Madrid). El resultado ha sido la visibilización de saludos y simbología fascistas, cánticos racistas y en contra de los refugiados, así como violencia verbal homófoba e irrespetuosa contra algunos viandantes que expresaban pacíficamente su rechazo. Casi al mismo tiempo, en otra manifestación (también en el centro de Madrid) ondeaban banderas arcoíris, se escuchaban proclamas igualitarias y se denunciaba la discriminación, la xenofobia y la LGTBIfobia.
Se les ha visto el plumero. Nos referimos a los varios centenares de fascistas que han tomado el centro de Madrid, acudiendo a la llamada de la entidad ultraderechista Hogar Social. En los vídeos que ha ido subiendo la propia asociación radical en su cuenta de Facebook, a lo largo de la tarde del sábado, cuando los manifestantes se desmadraban exhibiendo su ideología extremista se ha visto a los organizadores tratando de moderarlos o de reconducirlos. Sin embargo, nos han dejado estampas que demuestran su auténtico propósito: prodigar el odio, el racismo y la LGTBIfobia.
Organizaciones como Hogar Social intentan captar a jóvenes mediante acciones como el reparto de alimentos a españoles “de raza” desfavorecidos (por supuesto, los inmigrantes son excluidos), y les enseñan a culpar a las personas extranjeras, a los refugiados, a los “rojos” o al colectivo LGTBI de los problemas que padece la sociedad española. En su alocución al final del recorrido (en la plaza Dos de Mayo de Madrid), una representante de Hogar Social se ponía a sí misma de ejemplo de “entrega a España” explicando a los presentes que “he renunciado a mi familia, a mis amigos y a mis estudios” por esta causa.
Una de las demostraciones de la verdadera ideología de la mayoría de congregados ha tenido lugar cuando, en señal de pacífica protesta, una pareja de chicos se ha besado frente a los ultraderechistas. Estos no han tardado en reaccionar, increpando a los jóvenes con insultos de odio homófobo y han sido desalojados por la policía (suponemos que para evitar incidentes), mientras que los autores de la violencia verbal han continuado impunemente con su exhibición. Desde dosmanzanas felicitamos a los chicos por su pacífica protesta (expresada mediante un inocente gesto de afecto) y agradecemos al usuario de Twitter @Rezakhan20 que haya compartido el momento.
Dos chicos se besan en publico, unos nazis les insultan, la policía los desaloja a ellos. Todo Ok. pic.twitter.com/netLs8xy6h
— Angel #NoTTIP (@Rezakhan20) 21 de mayo de 2016
En otro tramo de la manifestación, un joven viandante levantaba su puño (haciendo público su rechazo a la marcha, sin meterse con nadie) y los fascistas le han llamado “guarro” y “gandul” y le invitaban a que se fuera a su casa “a ducharse” y a que “se busque un trabajo”. Algunos vecinos han denunciado miedo a salir de sus casas durante el paso de la manifestación. Otra vecina, en cambio, les ha lanzado huevos desde una ventana; una acción a la que los furiosos ultras han respondido con gritos de “baja aquí, perra”.
La marcha ha contado con la aprobación unilateral de la delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa (en contra de la opinión de la alcaldesa, Manuela Carmena), que daba su visto bueno basándose en la libertad de expresión. Un clavo ardiendo al que se han agarrado los neonazis, como han dejado claro en sus discursos. Sin embargo, aunque efectivamente la libertad de expresión sea un derecho constitucional, este no puede colisionar con otros derechos fundamentales de todos los ciudadanos. Por ello no se permiten, por ejemplo, manifestaciones de apología del terrorismo.
La Fiscalía actuaba de oficio en febrero contra unos titiriteros porque, en el marco de una representación teatral en Madrid, uno de los personajes portaba un cartel que decía “Gora Alka-ETA”. El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno, incluso, ordenó su ingreso en prisión. Al margen del gusto o de la opinión personal que pueda generar la obra, parece exagerada la respuesta. No obstante, todavía no ha habido ningún pronunciamiento judicial por la proyección de imágenes de líderes fascistas, como Franco, Himmler o Pétain, en el castillo de Guadamur (Castilla-La Mancha). Y nos aventuramos a decir que las expresiones de odio, la exaltación del fascismo y la violencia verbal contra los inmigrantes o el colectivo LGTBI que ayer protagonizaron los ultras en Madrid tampoco tendrá ninguna consecuencia para sus autores.
La otra cara de la moneda: la expresión en favor de la diversidad
Afortunadamente, las posiciones totalitaristas de la marcha neonazi son minoritarias y muchas más personas demostraron su apoyo a la otra manifestación que coincidió, prácticamente en hora, en el centro de Madrid. De hecho, miles de ciudadanos, con el lema #MadridparaTodas, se han mostrado contrarios al racismo, la discriminación y la LGTBIfobia, así como a favor de los derechos de los refugiados.
“Reivindicamos un Madrid en el que las personas salgan a la calle sin miedo a ser perseguidas por grupos de neonazis armados. Un Madrid libre de violencias machistas. Un Madrid libre de LGTBIfobia; de homofobia, de lesfobia y de transfobia. Un Madrid libre de racismo. Un Madrid libre de cualquier discriminación”, han pronunciado en su manifiesto. Lo podéis ver a continuación, en el siguiente vídeo:
Entre otros emblemas, en esta convocatoria proigualitaria se han ondeado banderas arcoíris y se ha celebrado la diversidad (muy diferente al espectáculo que han ofrecido los integrantes de la manifestación ultraderechista). Otras ciudades como Valencia también han acogido actos antifascistas.
Fuente Agencias, AmbienteG, Dosmanzanas, Somosmalasaña
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