La iglesia evangélica de Baden, en Alemania, aprueba el matrimonio igualitario
Poco a poco, la igualdad va llegando a la Iglesia Evangélica Alemana a través de las decisiones de las diferentes iglesias locales de las regiones históricas alemanas. Esta vez ha sido en Baden, cuyo Sínodo acaba de aprobar las bodas entre personas del mismo sexo. Con ella, ya son cuatro las iglesias locales de esta confesión protestante plenamente inclusivas.
El Sínodo local de la Iglesia Evangélica en Baden ha aprobado que las parejas del mismo sexo puedan ser bendecidas públicamente en una ceremonia religiosa de casamiento. Lo ha hecho por una amplia mayoría en su Asamblea de primavera en Bad Herrenalb, que comenzó el día 19 y se prolongó hasta el sábado 23. “Las parejas inscritas según la ley de uniones civiles pueden ser emplazadas bajo el mandamiento y la promesa de Dios”, afirma la resolución. Dicha celebración religiosa habrá de realizarse como la de una pareja heterosexual y deberá quedar registrada en los libros de la iglesia.
El Sínodo (según afirma, tras un intenso trabajo teológico) reconoce “el igual valor del amor entre personas de distinto e igual sexo, de su sexualidad y de sus compromisos de pareja, vividos responsablemente en presencia de Dios. Este reconocimiento debe encontrar expresión en el actuar de la iglesia”. Por otra parte, el Sínodo ha lamentado que “se haya infligido sufrimiento a las personas gais y lesbianas”.
Hasta el momento, la Iglesia Evangélica en Baden sólo había permitido las bendiciones privadas fuera de los templos. A partir de ahora, aquellas parejas que fueron bendecidas se podrán ver reconocidas en pie de igualdad con las parejas heterosexuales.
No obstante, esta decisión permite que los pastores puedan negarse individualmente a presidir estas celebraciones. En ese caso, la autoridad competente deberá designar a otra persona para que lleve a cabo el oficio: “a mi parecer, la decisión no debería llevar a rechazos; con todo, debe procurarse mantener una comunicación muy estrecha con quienes tienen otra opinión en este asunto”, ha afirmado el obispo de Baden. Se continúa así una práctica habitual en las iglesias que optan por la inclusividad: hacer gestos a quienes aún se oponen para que permanezcan en la iglesia; una actitud que, por cierto, no se da cuando las mayorías son en contra de la igualdad…
El avance hacia la igualdad en las iglesias protestantes
Con Baden, son ya cuatro las iglesias regionales de la Iglesia Evangélica Alemana que han aprobado las bodas de parejas del mismo sexo: la iglesia de Berlín-Brandenburgo lo aprobó hace dos semanas y anteriormente lo habían hecho las de Hessen-Nassau y Renania. Es cierto que la situación en este caso es peculiar: aunque estas iglesias equiparen los ritos entre parejas del mismo y distinto sexo, las parejas del mismo sexo siguen sin estar “casadas civilmente”: Alemania no permite todavía el matrimonio civil igualitario (aunque las parejas del mismo sexo sí pueden contraer una unión civil).
Fuera de Alemania, la Iglesia de Noruega aprobó el matrimonio igualitario también hace dos semanas, como recogíamos en esta página. Antes lo habían hecho la Iglesia de Suecia (cuyo Sínodo adoptó la histórica decisión en 2009) y la Iglesia de Dinamarca (que siguió los pasos de su hermana sueca en 2012, tras la aprobación del matrimonio igualitario en ese país).
En definitiva, un signo más de cómo parte del mundo protestante camina decidido hacia la igualdad e inclusión (en particular, las iglesias más “clásicas”, aquellas entroncadas directamente con la Reforma, muy distintas de otras iglesias de origen más reciente y carácter fundamentalista). En España también se presenta este contraste: baste recordar que la Iglesia Evangélica Española apostó por la inclusividad y recibió recibió por ello el ultimátum de la Federación Española de Entidades Evangélicas y del Consejo Evangélico de Madrid. Afortunadamente, permaneció firme, siguiendo una línea cada vez más decidida entre las iglesias protestantes tradicionales.
Este avance en parte del mundo protestante contrasta claramente con la Iglesia católica, donde no hay cambio doctrinal alguno y sólo hay margen para interpretaciones “flexibles” de ciertas declaraciones del papa para realizar acciones pastorales más osadas, tal y como indicábamos hace unos días con motivo de la exhortación papal La alegría del amor.
Fuente Dosmanzanas
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