Golpe judicial a las leyes tránsfobas en Estados Unidos: una Corte federal permite a un adolescente trans usar el baño de chicos de su instituto
Importante pronunciamiento de la Corte federal de Apelaciones del 4º Circuito, con sede en Richmond (Virginia), que da la razón a Gavin Grimm, un adolescente transexual al que su instituto no permite usar los baños de chicos. El fallo considera que el derecho del adolescente a usar los baños que corresponden a su identidad de género, en este caso masculina, sí está amparado la legislación federal que prohíbe la discriminación por razón de sexo en las escuelas. Se da además la circunstancia de que la Corte de Apelaciones del 4º Circuito tiene jurisdicción sobre Carolina del Norte, por lo que ya hay quien interpreta que la decisión apunta a una derogación de facto de parte de la polémica ley LGTBfoba de este estado.
La historia de Gavin Grimm, de 16 años, no es muy diferente a la de otros menores transexuales. Tras salir del armario como chico, Grimm comenzó a usar los baños que corresponden a su identidad masculina en su instituto de Gloucester (Virginia). Aparentemente ello no le supuso problema alguno con sus compañeros, pero en cuanto la noticia llegó a oídos de los padres un grupo de ellos solicitó al consejo escolar del condado que a Gavin se le habilitase un baño separado de los que usan el resto de estudiantes.
El joven, forzado a usar un baño distinto al que le corresponde como chico y asistido por la ACLU (American Civil Liberties Union), demandó al instituto ante la justicia federal en junio de 2015, al considerar que la medida suponía una violación del Título IX, la ley federal que desde principios de los años setenta prohíbe a toda institución educativa que reciba fondos del Gobierno discriminar por razón de sexo. Ya en abril de 2014, de hecho, el Departamento de Educación de Estados Unidos había publicado un documento aclarando que las protecciones derivadas del Título IX se extendían también a los estudiantes LGTB.
El juez federal que estudió en caso en primera instancia denegó la petición de Gavin en septiembre, pero el joven apeló. Ahora un panel de tres jueces de la Corte de Apelaciones del 4º Circuito (con jurisdicción sobre los estados de Virginia, Virginia Occidental, Maryland, Carolina del Norte y Carolina del Sur) ha determinado, por 2 votos contra 1, que efectivamente ha existido una violación de la legislación federal que lesiona los derechos de Gavin, aun reconociendo en su argumentación que la equivalencia jurídica entre “sexo” e “identidad de género” no está bien clarificada.
Conviene matizar, en cualquier caso, que lo que hace la Corte de Apelaciones es atender a la petición de Gavin de que se le permita usar el baño de chicos mientras el proceso legal continúa. De hecho, la Corte de Apelaciones devuelve el caso al juez federal de distrito al considerar que este debe evaluar el caso de una forma más detallada a la luz de los argumentos expuestos en el fallo (que puedes consultar íntegramente aquí).
Golpe judicial a la estrategia del “pánico transexual”
En cualquier caso, la decisión de la Corte de Apelaciones es especialmente trascendente, sobre todo por el momento en el que se produce: cuando los grupos opuestos a los derechos LGTB en Estados Unidos parecen haber encontrado en el “pánico transexual en los baños” el argumento que estaban buscando para relanzar su lucha, al menos en los estados más conservadores en los que los republicanos gozan de mayoría.
Una estrategia que ensayaron con éxito hace unos meses en Houston (Texas), donde una vergonzante campaña contra el uso de los baños femeninos por las mujeres transexuales consiguió tumbar en referéndum la normativa antidiscriminatoria que la ciudad había aprobado. Hace pocas semanas esta misma estrategia volvía a conseguir un éxito sonado en Carolina del Norte, donde la absurda polémica sobre los baños enmascaraba la aprobación de lo que es todo un paquete de medidas legales encaminadas a hacer posible la discriminación de las personas LGTB en muy diversos aspectos. Medidas que están encontrando, eso sí, una cada vez mayor contestación social y que pueden suponer la pérdida de importantes inversiones económicas.
Carolina del Norte, además, se encuentra bajo la jurisdicción de la Corte de Apelaciones del 4º Distrito, por lo que no es descabellado teorizar, como ya han están haciendo algunos analistas, que el pronunciamiento apunta a una derogación de facto de parte de su ley LGTBfoba, la referida a las instalaciones de centros educativos que reciben fondos del Gobierno. Estaremos en cualquier caso atentos a cómo evoluciona la cuestión…
Fuente Dosmanzanas
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