El presentador de la televisión mexicana Pedro Sola, admite su homosexualidad
Pedro Sola, presentador del programa «Ventaneando» de la TV Azteca mexicana, confiesa su homosexualidad en un programa de radio.
Originario de Veracruz, a sus 69 años de edad, Pedro Sola, el presentador de Ventaneando, el programa de la mexicana TV Azteca, admite su homosexualidad en el programa de radio Fórmula Dominical, después de años de especulaciones sobre su vida privada y su orientación sexual: «Yo soy así, yo me acuerdo que soy así desde mi infancia».
«Yo respeto a la gente, si la gente es gay y lo quiere contar, pues que lo cuente. Yo una vez lo acepté y bueno, si no lo he contado abiertamente tal cual, es porque he entendido que el chisme del gay es un chismazo, porque todo el mundo hace especulaciones si eres o no», dice el presentador, admitiendo que tras 20 años trabajando de cara al público en la televisión, la gente ya se debía imaginar su situación sentimental, pero en lugar de sacar partido de ello hablando de su vida en la pequeña pantalla, ha optado por la discreción. «Yo no tengo problemas en decir que soy gay (…). Hace mucho tiempo alguien me preguntó que si ya había salido del ‘clóset’ y le respondí que nunca había estado porque nunca he vivido en el ‘clóset’. Como bien dijo Juan Gabriel: ‘lo que se ve, no se pregunta’.
De padre español y madre mexicana, Pedro Sola es licenciado en economía, pero tras casi tres décadas desarrollando su labor profesional en diferentes puestos, da un giro a su carrera profesional al incorporarse a la TV Azteca. Desde entonces se convierte en crítico de televisión y comentarista en Ventaneando, participando también en programas como Ventaneando América, Tempranito o Atando cabos.
Sin embargo, no es exactamente la primera vez que el presentador habla de su homosexualidad, porque ya lo hiciera hace tres años cuando le preguntaran por su acompañante en unas fotografías publicadas, a lo que explicó que se trababa de su compañero sentimental desde hacía 12 años (ahora 15). Economista igual que él, le conoce 5 meses después del fallecimiento de su madre: «nos conocimos y fuimos enamorándonos de manera lenta, paulatina Cuando me comentó que podía venirse a vivir a la Ciudad de México, dejó su trabajo, y le dije ‘vente a vivir a mi casa’; se quedó conmigo y estamos muy felices».
Fuente Universogay
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