El Señor es mi Pastor…
SALMO 23
El Señor es mi Pastor…
Los pastores de mi casa
me enseñaron a sentirLo.
La «chivita» deportada
por la guerra fratricida
me ayudó a reconocerme
vigilado por sus Ojos,
añorado por sus Manos.
Yo sería un pastor
¿bueno?
Tu Palabra me alimenta, cada día,
como un valle.
Me convida tu Misterio, como un monte.
Como un río me penetra,
perdonado,
tu Ternura.
Pirineo y sus pastores,
por las rocas,
en la nieve,
por el Ésera desnudo tierra abajo,
por las noches estrelladas cielo arriba.
Los balidos impotentes me acosaban, siendo niño.
Los balidos de los pobres, degollados, me traspasan.
¿No bastaba con tu sangre, Pascua nuestra?
Si atardece en mis majadas,
Tú serás su paz caliente.
No les faltará tu silbo
cuando rompa el día nuevo.
Los mayores desencantos
puedo atravesar seguro.
¡Tú me llevas como un hombro,
Pastor bueno!
*
Pedro Casaldáliga
Todavía estas palabras, 1994
***
Yo doy la vida eterna a mis ovejas
En aquel tiempo, dijo Jesús:
– “Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano.
Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre.
Yo y el Padre somos uno.”
*
Juan 10, 27-30
***
***
Comentarios recientes