Denuncian abusos para incriminar como homosexuales en Túnez
Un informe de Human Rights Watch revela comportamientos inquietantes de la policía en Túnez, que llegan a someter a los detenidos a examen anal, para acusarlos después de homosexuales.
La sodomía está penada con hasta tres años de cárcel por el artículo 230 del código penal en Túnez. Un informe de Human Rights Watch señala que hasta siete hombres han sido encarcelados en el país mediterráneo en los últimos seis meses en base a esa ley, habiendo entrevistado a cinco de ellos, quienes han denunciado que la policía les golpeo y llegó a abusar de ellos, forzándoles hasta hacerles exámenes anales.
Un estudiante de 22 años sostiene que fue citado para ser interrogado después de que su número de teléfono apareciera en el teléfono de un individuo que había sido asesinado una semana antes. Según explica, le llevaron «a un habitación donde había siete u ocho agentes de policía. Empezaron a hacerme preguntas, y me dijeron que el hombre estaba muerto. Yo les dije. ‘Venid conmigo a la tienda, veréis que estaba trabajando cuando lo asesinaron. No abandoné mi trabajo, hay cámaras de vigilancia’. La policía dijo ‘Eso me importa un bledo‘». A continuación comenzaron a preguntarle cuál era la diferencia de edad entre ellos, de qué se conocían y quién penetraba a quién. Comenzaron a golpearle y a amenazarle con utilizar otros métodos si no les contaba lo que querían como hacerle sentar «sobre una botella de Fanta». Human Rights Watch afirma que sodomizar a alguien con una botella es una tortura común en Túnez.
El joven continua explicando que siguieron amenazándole, «vamos a abusar de ti, vamos a violarte», con el objetivo de hacerle confesar que era homosexual y había mantenido relaciones íntimas con el individuo asesinado. Cuando le dicen que si confiesa le dejarían en paz, el joven les cree y se inventa que una historia sobre su relación con ese hombre, que sostiene que no es cierta. En lugar de dejarle ir, es detenido sin cargos durante tres días y dos días después del interrogatorio le llevan al Hospital Farhat Hached, en Sousse, donde le someten a un examen anal para buscar, supuestamente, semen del hombre asesinado.
«El doctor me dijo que me desnudara completamente y me pusiera sobre la mesa de examen. Me dijo que me agachara. la policía no estaba en la habitación. Había dos estudiantes de sexo femenino. El doctor me metió su dedo y lo movió en círculos. Las dos mujeres estaban mirando», continua relatando el joven, que asegura que el médico no le informó de los resultados del examen, ni que en realidad no estaba buscando restos del esperma de otra persona, sino que utilizarían ese examen en los tribunales como evidencia de una conducta homosexual. En doce días le sometieron a un juicio en el que le condenaron a un año de prisión, que un tribunal de apelación redujo a dos meses.
«El gobierno de Túnez no tiene por qué entrometerse en la conducta sexual privada de la gente, embruteciendo y humillándoles bajo el pretexto de una ley discriminatoria», declara Amna Guellalo, responsable de Human Rights Watch en África del Norte y el Medio Oriente, «Túnez debería eliminar esas leyes arcaicas, y los policías que maltratan a estos hombres deberían rendir cuentas».
Fuente Universogay
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