El Obispado de Ciudad Real denuncia ante la Fiscalía a un sacerdote por presuntos abusos sexuales
Un juzgado de Ciudad Real abre diligencias por el caso de un sacerdote denunciado por abusos a menores
Ejemplar respuesta de la diócesis gobernada por Antonio Algora
Manifiesta “de manera firme y contundente su condena de cualquier delito de abuso de menores”
Los hechos no han sido denunciados por los afectados, sino por el Obispado
El fiscal jefe afirma que el proceso está “en fase incipiente” y que se tomarán declaraciones
La Diócesis de Ciudad Real ha denunciado ante la Fiscalía el resultado de una investigación interna sobre presuntos abusos sexuales a menores llevada a cabo a un sacerdote del Seminario Diocesano de Ciudad Real. Una actitud ejemplar que contrasta con la que, por desgracia, se siguen llevando a cabo en otras diócesis de nuestro país. “Con profundo dolor la diócesis de Ciudad Real manifiesta de manera firme y contundente su condena de cualquier delito de abuso de menores“, apunta el comunicado.
Así lo ha confirmado este jueves el propio Obispado a través de un comunicado en el que relata que la investigación interna se abrió ante “ciertos comportamientos del sacerdote encargado del grupo de alumnos de la ESO” ya que existían las sospechas de que podrían ser constitutivos de un delito de abusos sexuales.
Las pesquisas del Tribunal Diocesano se iniciaron meses atrás a raíz de varias denuncias y el resultado de esta indagación se entregó a la Congregación de la Doctrina de la Fe de Roma el pasado 9 de febrero. Casi dos meses después, la Diócesis de Ciudad Real, dirigida por el obispo Antonio Ángel Algora, ha decidido trasladar el asunto a la Justicia ordinaria.
El Obispado ha indicado en este comunicado que se ha estado en permanente contacto con los familiares de los menores “poniendo a su alcance no solo toda la información de que se disponía sino también el apoyo y la ayuda de profesionales”.
En un comunicado de prensa, la Diócesis de Ciudad Real ha manifestado su apoyo incondicional y la unión en el sufrimiento con las supuestas víctimas y sus familias.
Desde el inicio del proceso abierto en el ámbito eclesiástico, y siguiendo el procedimiento previsto para estos casos por la disciplina canónica, han indicado, “se ha estado en permanente contacto con los familiares, poniendo a su alcance no solo toda la información de que se disponía sino también el apoyo y la ayuda de profesionales”.
Asímismo, ha asegurado que con profundo dolor la diócesis de Ciudad Real manifiesta de manera firme y contundente “su condena de cualquier delito de abuso de menores” y su disponibilidad a colaborar con las autoridades judiciales a fin de que se haga justicia y han informado que “oportunamente se inició el proceso penal judicial sobre el sacerdote denunciado ante el tribunal diocesano”.
“Se ha procurado en todo momento clarificar las acusaciones con exactitud y celeridad desde la presunción de inocencia que tiene como derecho todo acusado y el debido respeto del principio de confidencialidad de las supuestas víctimas sobre todo tratándose de menores de edad“, culmina la nota, que destaca que “la inmensa mayoría de los sacerdotes son ejemplares en el ejercicio del ministerio sacerdotal”.
Para leer el comunicado de la diócesis, pincha aquí:
El sacerdote que ha sido denunciado ante el Ministerio Fiscal por la Diócesis de Ciudad Real por un presunto delito de abusos sexuales ha afirmado que desconoce cuáles son los hechos que se le imputan, del mismo modo que tampoco sabe nada de si hay un procedimiento judicial abierto en su contra.
En un comunicado, la defensa del sacerdote ha salido al paso de la los hechos que ha hecho públicos la Diócesis de Ciudad Real, que también a través de un comunicado ha informado de que ha puesto en conocimiento del Ministerio Fiscal el resultado de la investigación interna a un sacerdote encargado del grupo de alumnos de la ESO del centro por si fueran constitutivos de un delito de abusos sexuales.
La defensa del sacerdote ha afirmado que el religioso no ha tenido conocimiento del contenido del proceso abierto en el ámbito eclesiástico por la Diócesis de Ciudad Real, “ni menos aún de las pesquisas o investigaciones que se hayan podido realizar“, con el objetivo de poder ejercer los derechos que le asisten dentro del procedimiento de disciplina canónica, y que, ha precisado, se rige también por el principio de presunción de inocencia.
Con todo, ha aseverado que el sacerdote “de forma dolorosa, ha seguido escrupulosamente” las pautas y directrices que le han sido ordenadas, tanto por el seminario como por el obispo de la Diócesis de Ciudad Real, “con plena colaboración por su parte y acatamiento de las medidas cautelares adoptadas respecto al mismo”. Todo ello, teniendo en cuenta que la situación ha supuesto “un grave perjuicio tanto a nivel personal como de su entorno familiar”.
Además, ha rechazado “de forma categórica” la calificación jurídica de los hechos, en alusión a su tipificación como “abusos sexuales” en el comunicado de la Diócesis de Ciudad Real, y ha agregado que, a día de hoy, el sacerdote desconoce cuáles son los hechos denunciados que se le imputan de forma directa ni haber tenido “noticia alguna” sobre la existencia de un procedimiento judicial en su contra. En cualquier caso, ha afirmado que, si es llamado en calidad de investigado por el órgano judicial competente, el sacerdote es “el primer interesado en colaborar con los órganos jurisdiccionales”, con el objeto de que puedan aclararse los hechos que se denuncian.
La Diócesis de Ciudad Real ha explicado que el resultado del proceso canónico iniciado contra el sacerdote se entregó a la Congregación para la Doctrina de la Fe en Roma el 9 de febrero de 2016 y la investigación se presentó ante la Fiscalía el 15 de febrero.
Según la web del seminario, un total de catorce alumnos, con edades comprendidas entre los 12 y los 13 años, forman actualmente la comunidad escolar que estudia 1, 2 y 3 de Educación Secundaria Obligatoria en el Seminario de Ciudad Real, quienes proceden de distintos puntos de la provincia de Ciudad Real.
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Ciudad Real ha abierto diligencias a raíz la denuncia del caso del sacerdote de la Diócesis de Ciudad Real denunciado por un presunto delito de abusos sexuales cometido supuestamente sobre alumnos de la ESO del seminario.
El fiscal jefe de Ciudad Real, Luis Huete, ha señalado que la apertura de diligencias se ha producido después de que la Fiscalía presentara una denuncia a raíz de tener conocimiento del expediente de investigación iniciado por el Obispado de Ciudad Real.
Huete ha advertido de que el proceso está “en una fase incipiente” y todavía no se ha oído judicialmente a los menores y las familias, como tampoco al presunto implicado. Los hechos, ha apuntado, “no han sido denunciados ante la Fiscalía y los juzgados por las familias”, sino, que, ha reconocido, fue la propia Fiscalía la que decidió presentar denuncia “amparada en los que dispone el artículo 191 del Código Penal”. Huete ha reconocido que todos los hechos de esta índole “son graves”, si bien, ha advertido de que “dentro de esa gravedad no están en la escala más alta”.
Por contra…
El cardenal Barbarin dice estar “a disposición” de las autoridades judiciales
Barbarin se niega a dimitir, y cuenta con el apoyo de los obispos franceses
La Justicia francesa registró hoy los locales de la diócesis de Lyon en el marco de una investigación abierta contra responsables de la misma, incluido su arzobispo, el cardenal Philippe Barbarin, por no haber denunciado agresiones sexuales.
Esta investigación es paralela a la imputación a finales de enero del sacerdote Bernard Preynat, de 70 años, por agresiones sexuales cometidas hace más de 25 años contra algunos “scouts”.
La diócesis destacó hoy en un comunicado que ha entregado a los investigadores “los elementos de los que la Justicia desea disponer para esclarecer esos acontecimientos dolorosos”.
“El cardenal ha expresado en numerosas ocasiones su voluntad de cooperar con toda transparencia con la Justicia: está a su disposición. Renueva la voluntad de que la Justicia pueda actuar con la serenidad indispensable para el esclarecimiento de la verdad y el alivio del sufrimiento de las víctimas“, indica el comunicado.
La polémica en la diócesis lionesa llevó el pasado 15 de marzo al presidente de la Conferencia Episcopal francesa, Georges Pontier, a señalar a sus obispos que es prioritario esclarecer “la verdad” para los afectados.
“Esa prioridad debe guiar todas nuestras acciones en estos casos tan dolorosos”, dijo en la apertura en Lourdes de la asamblea plenaria episcopal, en la que participan unos 120 obispos.
A finales de mes, el propio Barbarin inició lo que los medios han bautizado como “operación reconquista”, en la que ha recibido a las familias de las víctimas de los curas incriminados y ha pedido su perdón, no sin precisar que en el momento de los hechos él no era obispo.
Sin embargo, la policía francesa investiga un nuevo caso de agresión sexual en la diócesis de Lyon, en el este de Francia, presuntamente cometido por un párroco contra una adolescente, indicaron hoy medios locales.
Se trata de un nuevo caso abierto en esa misma diócesis, en la que la justicia investiga las presuntas agresiones sexuales cometidas por el cura Bernard Preynat sobre varios «scouts» entre 1986 y 1991.
Según la web «M6info», la nueva investigación se refiere a un sacerdote que oficia en el distrito 2 de Lyon. El párroco ya había sido investigado en 2006, pero ahora el caso ha sido relanzado como consecuencia de las nuevas acusaciones lanzadas contra él.
La web señala que esas nuevas acusaciones han llegado tras la apertura de la investigación contra Preynat y después de que la asociación de víctimas de ese cura pidieran a eventuales víctimas que denunciaran los casos.
La justicia francesa imputó a finales de enero a Preynat y abrió pesquisas contra diversos responsables del obispado de Lyon, entre ellos el cardenal Philippe Barbarin, obispo de la diócesis, por presunta ocultación de esos delitos. Las víctimas del sacerdote consideran que Barbarin no denunció los casos, pese a haber tenido conocimiento de los mismos, cubrió a Preynat durante años y le mantuvo en su puesto hasta 2015.
Acusaciones que niega el cardenal, que se niega a dimitir y que promete colaborar con la justicia, que el pasado miércoles registró los locales de la diócesis durante esa investigación. Diversos responsables políticos han pedido la dimisión de Barbarin, que cuenta con el respaldo de la Conferencia Episcopal.
Fuente Religión Digital
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