La vida que no puede pararse …
Del blog Pays de Zabulon:
El reino de Dios traspasa el mundo
Lo que quiero deciros,
ya lo sabéis como yo lo sé
pero no lo sabemos bastante ni vosotros ni yo.
Es lo que hace el fondo de nuestra vocación cristiana.
Lo que nos será recordado esta noche,
es que Cristo sobre la cruz nos ha dado su vida,
es que sabremos mejor esta noche que esta vida que él nos ha dado
es una vida que ha atravesado la muerte y la ha vencido,
que es la vida resucitada, que es la vida eterna.
Es que esta vida
es la misma que brota de Cristo para salvarnos
como brota sin cesar para seguir creándonos.
Es que esta vida no se puede parar
y, sumergidos por ella,
tenemos que salvar por ella, en ella, con ella.
Pero ya ves,
cuando el reino de los cielos quiere traspasar el mundo
cuando el amor de Dios quiere buscar a alguien que se perdió,
cuando ese alguien es una multitud,
lo que es mucho más importante,
esto es lo que somos, mucho más de lo que uno es;
cómo se hace, mucho más de lo que hacemos.
Para vivir y seguir al Señor Jesús
en las circunstancias de la gente de hoy
hacen falta las mismas cosas esenciales que en todos los tiempos,
sólo es diferente el choque producido entre estas cosas y el mundo.
Puede ser un comerciante de pescado o farmacéutico o empleado de banco;
puede ser un hermanitoo del padre de Foucauld o hermanita de la Asunción;
puede ser guía o jocista … cada uno en su sitio …
Pero es un lugar al que no se puede cortar, que es para todos nosotros:
– Servir al Señor en primer lugar como un Dios que lleva el mundo;
– Amar al Señor más que nada como un Dios que ama a los hombres;
– Amar a cada ser humano hasta el final;
– Amar a todos los hombres hasta el final porque el Señor los ama y como Él ama.
Y en este sitio, si no somos ingratos… ni idiotas… acostumbrarnos a esta posibilidad prodigiosa que es la nuestra: creer en el Dios vivo que nos ama y poder amarLe amando a los demás como Él nos ama.
*
Madeleine Delbrêl
(a los jóvenes, en el curso de una vigilia pascual)
***
Fuente texto: Association des amis de Madeleine Delbrêl
Fuente foto:Thomas Millet – Sans gravité (auto-portraits)
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