Sábado santo (quinta carta) 26 marzo, 2016
Aquí seguimos, ¿te has dado cuenta que la gran revelación, Dios nos ama, está en la mitad de las siete lecturas? Es como si todo señalase hacia ella. Y tú me dirás, -“vale, pero qué hago yo con el Amor de Dios, ¿cómo puedo responder? ¿quién soy yo más que una pulguita en todo el universo?¿cómo voy a ser capaz de captarlo?”-
La respuesta está en el texto que viene a continuación. Verás lo que dice:
Venid por agua todos los sedientos;
venid aunque no tengáis dinero;
comprad trigo y comed de balde,
vino y leche sin tener que pagar.
¿Por qué gastáis el dinero en lo que no sacia,
el salario en lo que no quita el hambre?
Escuchadme atentamente y comeréis bien,
os deleitaréis con manjares.
Prestad atención, venid a mí;
escuchadme y viviréis.
Sellaré con vosotros una alianza perpetua,
seré fiel a mi amor por David.
Yo le constituí mi testigo ante los pueblos,
caudillo y señor de las naciones;
llamarás a un pueblo desconocido,
un pueblo que te ignora correrá hacia ti,
porque te honra el Señor, tu Dios,
el Santo de Israel.
Buscad al Señor mientras se deja encontrar,
invocadlo mientras está cerca.
Que la persona malvada abandone su camino,
y la criminal sus planes;
el Señor se apiadará de ella, si se convierte,
si se vuelve a nuestro Dios, que es rico en perdón.
Porque mis planes no son vuestros planes,
ni vuestro caminos como los míos,
oráculo del Señor.
Cuanto dista el cielo de la tierra,
así distan mis caminos de los vuestros,
mis planes de vuestros planes.
Como la lluvia y la nieve caen del cielo,
y sólo vuelven allí después de haber empapado la tierra,
de haberla fecundado y hecho germinar,
para que dé simiente a quien siembra
y pan a quien come,
así será la palabra que sale de mi boca;
no volverá a mí de vacío,
sino que cumplirá mi voluntad y llevará a cabo mi encargo. (Is. 55, 1-11)
¿Ves? Parece sencillo ¿no? Dice ¡Venid! ¡Comed, Bebed! Escuchad atentamente, prestad atención. Invócalo. No te olvides tú de Él. Búscalo. Porque, se me está ocurriendo preguntarte ¿qué buscas? ¿Tú a quién buscas? Esta es la misma pregunta que hacía Jesús a la gente: “Jesús se volvió y, al ver que le seguían, les dijo: -¿Qué buscáis?” (Jn. 1, 38)
Lo que nos propone Dios a través del texto es que hagamos una alianza con Él. ¿Sabes lo que significa la cruz roja y azul de la Orden Trinitaria? El color azul, que está en la parte horizontal, simboliza el lugar donde Dios habita, el color rojo es el amor. La cruz es una cruz griega, los dos palos, horizontal y vertical, son del mismo tamaño. El color rojo está por encima del azul y tiene un profundo sentido. Dios, se abre y derrama a la humanidad todo su Amor. Todo Él se derrama esperando que respondamos a su entrega. Es bonito, ¿verdad? Así que nos está esperando, te está esperando, ¿qué respondes? Jesús fue concebido gracias al Hágase de su madre, y toda su vida fue un “hágase” a su Padre, hasta el final…. ¿Quieres hacer una alianza perpetua con tu Dios? Ya sé que es una pregunta muy comprometida, pero es que de tu respuesta depende toda tu vida.
Aquí te dejo, a solas con Dios, no me corresponde a mí escuchar vuestra conversación.
¡Un abrazo grande!
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