Abordar la Diversidad, el gran reto educativo de nuestra época
Hacer de los centros educativos un espacio seguro para la expresión libre de la diversidad sexoafectiva y de género es uno de los retos más transversalmente significativos para lograr la inclusión de LGTBIQ. Paula Saiz Cid, psicóloga colaboradora de Imagina MÁS, nos da algunas claves para conseguirlo
Este artículo surge como una necesidad de reflexión acerca de lo importante que es visibilizar la temática de la orientación sexual e identidad de género en el contexto escolar, modificar modelos educacionales y segregados por sexo, además de buscar alternativas en el contexto escolar para un mejor abordaje de la identidad de género.
Para su consecución queremos aportar algunas propuestas que podrían implantarse en los colegios e institutos para tratar la identidad de género desde una realidad mucho más plural y diversa de lo que se quiere hacer creer y perseguir la lucha contra la exclusión que supone el estigma de la ”diferencia”.
Asimismo, debemos inculcar a los/as más pequeños/as valores de igualdad y fomentar la lucha contra la discriminación social de todas las personas que no cumplan la ”norma sexuada”.
Por ello es de vital importancia educar al alumnado desde un enfoque abierto al pluralismo y la diversidad, construyendo un ”nosotros” más fuerte y consistente para evitar conductas homofóbicas y de exclusión social.
¿Cómo trasladarlo a las aulas?
El contexto escolar constituye un espacio en el cual se transmiten mensajes que influyen con mucha fuerza en la construcción que alumnos y alumnas hacen de su identidad personal y de sus proyectos de vida. Generalmente, estos mensajes forman parte del currículo oculto, lo que hacen muy difícil su detección, y por tanto, su modificación.
Una de las causas de mayor riesgo por las que tiene lugar el bullying en el ámbito escolar es la carencia de menciones en los textos escolares sobre las aportaciones científicas y culturales de las personas homo y transexuales, así como la ausencia de debates en el aula sobre las diversas formas de vivir la sexualidad (homosexual, bisexual, heterosexual y transexual)
El resultado de ésta falta de información contribuye a incrementar los prejuicios e ignorancia y, por tanto, facilitan contextos para el bullying, porque lo que no se nombra es invisible y no existe para estudiantes y docentes y lo desconocido generalmente provoca temor, desconfianza o prejuicios, dando como resultado la discriminación de cualquier tipo.
Por ello, se ve como necesidad que los centros educativos comenzaran a:
- Establecer políticas y prácticas educativas que promuevan el enfoque de derechos y de diversidad sexual; poniendo el acento en una educación en sexualidad y afectividad donde exista la promoción de derechos humanos básicos, como la igualdad y la no discriminación,
- Crear una figura que actúe como ”tutor responsable de la diversidad” que se encargue de enseñar a los y las peques a establecer conexiones entre derechos humanos y sexualidad, conocer y comprender que existen diversas formas de amar, de sentir placer y de construir familias, lo cual se da tanto en relaciones heterosexuales, como en las lésbicas, gais, bisexuales y transexuales
- Enseñar a diferenciar todas las dimensiones de la sexualidad, conceptos clave como: sexo, género, orientación sexual, identidad de género, expresión de género… y a partir del conocimiento de estos conceptos clave, plantear diversos temas de abordaje y de debate en el aula que generen una fuente de autoconocimiento y pensamiento crítico a los alumnos.
- Apoyar al equipo docente su derecho a no ocultar su orientación sexual, rompiendo viejos estigmas y desaprendiendo prejuicios sobre etiquetas sociales y ”saliendo del armario” de una vez por todas.
- Crear espacios dirigidos a padres y profesores para transformar las diferentes percepciones colectivas y romper los tabúes desde el debate y el conocimiento, organizados y llevados a cabo por el ”tutor responsable” con el fin de fomentar el respeto a la diversidad.
- Por ultimo, cabe decir que también podría plantearse como alternativa al convencional uniforme de alumnos y alumnas, otro que fuese unisex, de esta forma podríamos comenzar a incorporar nuevas líneas de pensamiento que permitan romper viejos estigmas sobre cómo debe ser el uniforme de una chica frente al de un chico, con todo lo que conlleva y la repercusión favorable que se podría dar al respecto
Comentarios recientes