Indonesia pedirá a WhatsApp que retire los emojis gays
La homosexualidad no es ilegal en Indonesia, donde el 88 % de sus 250 millones de habitantes profesa el Islam, en su mayoría moderado, y que en general es tolerante con esta condición sexual.
Human Rights Watch (HRW) ha instado al presidente de Indonesia a defender los derechos de los homosexuales, un día después de que su gobierno exigiera la retirada de emoticonos que aluden a esta orientación sexual de aplicaciones de mensajería.
La organización envió una carta al presidente del país, Joko Widodo, en la que denuncia la proliferación de comentarios despectivos por parte de altos cargos del gobierno contra el colectivo de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales (LGBT).
También recrimina la toma de medidas discriminatorias por parte de autoridades locales y de educación como la prohibición de grupos de estudiantes para LGBT o de un acto informativo sobre el VIH para este colectivo.
“El presidente Jokowi debería condenar urgentemente estos comentarios contra los LGBT antes de que este tipo de retórica abra la puerta a más abusos”, dijo en la carta Graeme Reid, director de derechos de LGBT de HRW.
La homosexualidad no es ilegal en Indonesia, donde el 88 % de sus 250 millones de habitantes profesa el Islam, en su mayoría moderado, y que en general es tolerante con esta condición sexual.
En la carta, la organización enumera varios incidentes ocurridos en los últimos meses como el arresto de dos mujeres que se abrazaron en público en la región de Aceh, la única del país donde rige la Ley Islámica, o la suspensión de un seminario en Yakarta por amenazas de un grupo islamista.
La misiva fue enviada después de que el portavoz del ministerio de Información, Ismail Cawidu, llamara a redes sociales y plataformas de mensajería a retirar etiquetas que expresen apoyo a la homosexualidad, tras una campaña en Internet contra la aplicación Line por este motivo.
Cawidu dijo que Line ya aceptó retirar todas las etiquetas relacionadas con el colectivo LGBT, y que el gobierno contactará con WhatsApp, propiedad de Facebook, para hacer la misma petición, según el diario Kompas. HRW recordó que en 2014 la ONU instó a todas las instituciones del estado indonesio a reconocer la existencia de los LGBT como parte integral de la sociedad del país.
“Proteger a los LGBT de la violencia y la discriminación es uno de los compromisos de Indonesia con los derechos humanos. El presidente Jokowi debería declarar sin ambigüedades su apoyo hacia los derechos fundamentales de todos los indonesios y proteger a los LGBT”, dijo Reid.
Infierno y persecución homófoba en la provincia de Aceh
La provincia autónoma de Aceh (en la zona norte de Sumatra) aprobó en septiembre de 2014 una penosa ley que castiga las relaciones homosexuales con la pena de recibir cien azotes en público con una vara de ratán. La legislación entraba en vigor el pasado mes de octubre. Ese mismo mes nos hacíamos eco de la detención de dos jóvenes lesbianas (de 18 y 19 años) por abrazarse públicamente y confesar que eran pareja. Según el jefe de la policía islámica las chicas serían “sometidas a rehabilitación con la participación de psicólogos en dependencias sociales”.
Indonesia presenta una realidad diferente para su comunidad LGTB dependiendo de la región. Formalmente, la homosexualidad no es delito en el país con mayor número de fieles musulmanes del mundo, que mantiene un código penal heredado de la época colonial neerlandesa. La excepción es Aceh, donde desde 2005 rige la sharia o ley islámica gracias a la autonomía que le fue concedida al firmar la paz con los separatistas, poco después del tsunami que asoló la región. Pero la influencia islamista se deja sentir también en otros lugares de Indonesia. La de Aceh es desde luego la peor situación, puesto que como decíamos arriba la homosexualidad no es formalmente delito en el resto del país. Ello no significa que en otras partes sea buena. En 2004, las autoridades municipales de Palembang, en Sumatra Meridional, dictaron por ejemplo una regulación en la que aglutinaban la actividad de las personas LGTB como “prostitución”. En virtud de ese reglamento, todas las personas acusadas de cometer cualquiera de esas actividades se enfrentan a la perspectiva de un máximo de seis meses de prisión o 5.000.000 de rupias (360 euros, 380 dólares) de multa.
En otras zonas existe una actitud algo más tolerante, especialmente en zonas urbanas como Yakarta. Con todo, la influencia de los islamistas más radicales se hace sentir cada vez más. En la propia Yakarta las autoridades prohibieron en 2012 un concierto de Lady Gaga, abanderada de los derechos LGTB, por considerarla un personaje diabólico y antirreligioso. Los fundamentalistas también han obligado a cancelar una reunión de la división asiática de la ILGA (International Lesbian and Gay Association) en Surabaya y han amenazado a los organizadores del Q! Film Festival, un festival de cine LGTB, por mencionar otros dos ejemplos.
En marzo de este 2015, el Consejo de Ulemas de Indonesia dictó una fetua en la que se exigía que los actos homosexuales sean castigados con la pena de muerte. Aunque el Consejo de Ulemas no tiene ningún poder legislativo o ejecutivo en Indonesia, su influencia social es elevada. Indonesia también votó el pasado 2014 en contra de la resolución del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas contra la homofobia y la transfobia y ha sido calificado, por su propia población, como un mal lugar para vivir si eres gay o lesbiana (solo un 2% opina lo contrario) en una encuesta de Gallup.
Fuente Agencias/Cáscara amarga/Dosmanzanas
Comentarios recientes