Una charla coloquio aborda en Madrid el asilo por razón de homofobia
El Servicio LGBTI de la Comunidad de Madrid organiza hoy viernes 12 de febrero, a partir de las 19 horas, una charla coloquio sobre “El asilo por razón de homofobia. Un avance crucial en los derechos LGBT”. Tendrá lugar en la calle Alcalá, 22 de Madrid. El aforo es limitado. Encontraréis toda la información en www.madrid.org/lgtb.
Los ponentes serán Freddy Gustavo Guerrero Aguirre, doctor en Derecho por la Universidad italiana de Bolonia, Máster en Derecho por la Universidad de la Sorbonne de Paris, Licenciado en Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Perú, entre otras distinciones, y Juan Carlos Arnáiz, Oficial de Protección Adjunto, Licenciado en Derecho por Universidad de Valladolid que trabaja para el ACNUR (Agencia de la ONU para los refugiados) desde 1998, en la Delegación del ACNUR en España y en varios países de América Latina. En los últimos años ha sido encargado de la Delegación del ACNUR en España, entre otras cuestiones, de la Comisión Interministerial de Asilo y Refugio y del colectivo LGTBI
La charla contará también con testimonios personales de demandantes de asilo por razón de orientación sexual e identidad de género.
Una realidad sombría es la de la vergonzante actuación del Ministerio del Interior a la hora de conceder el asilo a personas LGTB perseguidas, derecho reconocido por la legislación española desde el año 2009.
De hecho, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado, CEAR, viene denunciando la persecución por motivos de orientación sexual e identidad de género tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. En la actualidad, la homosexualidad está aún penada en 79 países y se castiga con la muerte en Irán, Arabia Saudí, Yemen, Mauritania, Sudán, Nigeria o Somalia, entre otros países. La orientación sexual fue incluida de forma expresa en España como motivo para el reconocimiento de la condición de refugiado en el artículo 3 de la Ley de Asilo aprobada en 2009, una ventaja con la que sí cuenta España pero que no se corresponde en la práctica y aplicación.
CEAR ha mostrado en numerosas ocasiones su preocupación por los criterios de elegibilidad utilizados por las autoridades españolas a la hora de valorar estas solicitudes de protección internacional y el escaso número de resoluciones favorables, que están sustentados en el uso de estereotipos.
El primer paso en el procedimiento de asilo de este colectivo es determinar si la persona solicitante es LGBT o no. “Las autoridades en este sentido deben abstenerse de utilizar estereotipos. La ocultación inicial de la preferencia sexual obstaculiza en muchas ocasiones el acceso a mecanismos de protección internacional ya que suscita dudas en la credibilidad del solicitante”, declara Estrella Galán, secretaria general de CEAR. Existen varias razones que explican esta ocultación, como el miedo a las represalias que provocan que muchas solicitudes sean denegadas.
En ocasiones las autoridades deniegan las solicitudes de este tipo alegando que el solicitante podría huir a otro lugar dentro del país de origen o solicitar asilo en un país de tránsito hacia España. “Ninguna de estas dos posibilidades son alternativas seguras en las que el solicitante pueda recibir una protección efectiva. En el primer caso, la persecución puede estar extendida a todo el territorio del país de origen y el estado no ofrecer una protección real. En el segundo de los casos, la mayor parte de los países de tránsito no son seguros ya que se penaliza al colectivo LGBT y no se respetan los Derechos Humanos ni se garantiza una efectiva protección”, señala Galán.
En CEAR denuncian que muchas personas LGBT ven denegadas sus solicitudes de asilo bajo el argumento de que pueden estar a salvo de ser perseguidas en sus países de origen si mantienen oculta su preferencia sexual o su identidad de género. El llamado requisito de la discreción es contrario a la Convención de Ginebra sobre el Estatuto de los Refugiados, a la normativa europea y a la legislación española en materia de asilo y supone una vulneración del derecho a vivir libremente en función de la preferencia sexual y de la identidad de género. Además, el riesgo a que la orientación sexual e identidad de género sean divulgadas públicamente en contra de su voluntad, implica un temor de persecución.
Fuente Ragap
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